Con el anochecer, los dos jóvenes se tumbaron en las camas e intentaron dormir sirviéndoles de nada, porque ambos eran conscientes de que en sus cabezas solo existían pensamientos de qué iban a hacer y qué medidas debían coger para que todo vaya bien y puedan volver a sus respectivos hogares.
Durante toda la noche sus pensamientos divagaban atrapando el sueño y desvelándolos hasta que el amanecer empezó a iluminar el lugar dejando entrar pequeños ratos de luz por las finas telas cobrizas que colgaban delante de la ventana.
-¿Axelle?- dijo la voz ronca de Jean llamando la atención de su amiga. Este se asomó por encima de su cama y observó a su amiga tumbada boca arriba con sus manos apoyadas encima de su estómago. -¿Has dormido algo?- Axelle negó con la cabeza sin poner su vista en él.
-Hoy es el día- dijo confundiendo a su amigo.
-¿Qué día?- preguntó.
-El día en el que divagaremos por todos lados sin conocer nada de este mundo- Jean suspiró entendiendo a qué se refería su amiga.
-Si hemos llegado hasta aquí solos, podremos llegar a donde marque ese mapa- quiso tranquilizarla.
-No hemos llegado solos, ella nos ha ayudado y ahora no nos a dicho que nos mantendrá a salvo- dijo y Jean negó con la cabeza bajándose de su cama para ir a la de su amiga y tumbarse junto a ella.
-Axelle, ahora tienes un arco el cual puedes utilizar, un collar el cual no sabemos para qué sirve pero de algo servirá y yo una espada con la que defendernos y un mapa con el que movernos.- dijo cogiendo la mano de su amiga para apretarla contra la suya transmitiéndole fuerza.
-Un arco sin flechas- susurro después de varios segundos en silencio.
-Las guerreras hacen sus propias flechas, tú eres una guerrera y yo un soldado, juntos saldremos de esta- dijo y con ello logró sacar una sonrisa a su amiga.
Después de estar tumbados uno junto al otro sin despegar sus manos un par de minutos más, se levantaron y salieron de la habitación para enfrentar a Diana y conminarle que ya estaba dispuesto a irse.
-Buenos días a mis invitados- escucharon la voz de la anciana sin saber dónde estaba.
-¿Buenos días?- dijo Axelle girando sintiendo que la voz proviene de allí y en efectivo de allí venía, la anciana apareció con la misma vestimenta de ayer y con el mismo aspecto. Se acercó a ellos y sonrío agarrando les de un hombro.
-Espero que tengáis un buen viaje de reinó en reino. Os advierto que alguno de ellos tiene personas enfadadas a tal extremo que hieren a cualquiera que se presente a molestar.
-No vamos a molestar- gruñó Jean sabiendo que lo que quería Diana es meterles miedo.
-Vos sabéis eso, ellos no.- Diana hizo un movimiento con sus manos que produjo que todas las cortinas de la habitación se abrieran dejando entrar al sol en todo su esplendor.- Espero que tengáis un buen viaje jóvenes.
Sin nada más que hacer los dos jóvenes salieron de la gran casa de la anciana y se quedaron parados en la entrada mirando el gran inmenso bosque que tenían delante.
-¿Dónde se supone que están las personas?- Axelle se encogió de hombros y colgó de su hombro el arco que tanto apreciaba.
-Dame ese mapa- dijo alzando su brazo hacia Jean para que le entregase dicho mapa.
Juntos observaron el mapa y señalaron con su dado la ruta que debían seguir.
-¿Estás segura que era por aqui?- preguntó Jean al ver que solo había bosque y más bosque, nunca se separaron de la vegetación que les rodeaba y según el mapa donde estaban debía haber un pueblo. Axelle aludida volvió a sacar el mapa y lo abrió, lo dejo encima de la larga hierba del suelo y recogió su pelo en una trenza para luego observar detenidamente el mapa.
-Nosotros estamos aquí- señaló un punto en el mapa y miro a su acompañante el cual asentía lo muy decidido, bufando Axelle se cruzó de brazos mirando a su amigo.- Así no ayudas- Jean la miro y se encogió de hombros.
-Tu eres la que controla no yo- dijo y Axelle suspiró cansada.
-Ahora tú llevarás el mapa- dijo y giro el mapa hacia su amigo para que él hiciera el trabajo que ella estaba haciendo.
-A ver, nosotros estamos aquí, para llegar al pueblo debemos seguir recto por aquí y girar a la derecha al llegar aquí- dijo señalando un punto igual a todos en el mapa. Axelle asintió dejando llevar los estribos. Sus amigos sin comentar nada.
-Yo te sigo pero si nos perdemos no será mi culpa.- Se levanto Axelle y olvido a guardar el mapa.
-Ahora entiendo el por qué me has dejado a mi- dijo Jean levantándose sacudiendo sus pantalones.- Sígueme guerrera- dijo con ironía empezamos a andar siguiendo la ruta que señaló anteriormente en el mapa.
¿Llegaran a su destino?
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Excalibur.
FantasyEsta es una historia inventada por Chamy & Yasmina dos chicas apasionadas de la lectura & escritura que decidieron juntar sus ideas para ver que clase de historia épica se inventaban. Ya que es una historia que nos vamos inventando según la marcha...