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Ella nuevamente sonrió. La historia que yacía en sus manos otra vez era la causante. Mis labios picaban curiosos por preguntar sobre que leía, estaba intrigado sobre qué era tan entretenido como para provocar esa bonita mueca en su rostro. Pero mi capacidad del habla por alguna extraña razón que aún desconocía, había desaparecido. No hice más que quedarme allí pretendiendo leer el libro que había tomado, pero cuando me di cuenta la estaba observando nuevamente. Mi lectura se veía frustrada. Era bonita, ella era muy bonita era lo único que podía entrar en mi pensamiento. Miles de chicas bonitas he visto antes, incluso Jennie era quien más impresión había causado en mi hasta entonces, pero esta chica sin la necesidad de siquiera hablarme... ella solo dirigió sus ojos en dirección a mi pero sin siquiera mirarme en sí, y todo mi mundo colapsó bajo mis pies. Estaba confundido. ¿Porque era esto?
Ella cerró su libro con una sonrisa divertida. Tras una ojeada fugaz a su pantalla se levantó de su sitio. Supuse que la hora la había empujado a ello. La seguí con la mirada pero ella continuaba sin reconocer mi existencia. En este punto ya estaba dudando de si era real, pero en cuanto el anciano se despidió amablemente de ella confirme su existencia. No era un ángel caminando por la biblioteca, era una niña real. Pero de alguna manera se sentía similar a la presencia de un ángel.
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Estaba camino a Busan en el auto de mi padre. Él iba hablando de los negocios que lograron concretar este fin de semana con Hyorin. Estaba contento, de hecho, ambos estaban felices. Parecía que algo bueno estaba viniendo. Me sentí feliz por los dos.
Pero mi mente continuaba repitiendo la imagen de la niña de la biblioteca. Su sonrisa tímida, el sonido de su pequeña risa escabulléndose entre sus labios –ese sonido que recibió un reto del anciano– sus cabellos dorados, sus lentes que aumentaban el tamaño de sus ojos detras... sus ojos... esos que mi mente grabó a fuego como un tatuaje permanente en mi piel.
–¿Sucedió algo que estas distraído?–se burló mi padre. Negué y comencé a hablar sobre el centro de natación y lo divertido que eran esos chicos.
No me atrevía a hablar de lo ocurrido en la biblioteca. De esa chica que quizás nunca más vuelva a ver y tal vez solo tal vez, esa sensación en mi estómago fue consecuencia de no desayunar correctamente esa mañana.
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Una semana pasó volando. Era el cumpleaños de una amiga de Jisoo. Ella regresó pero no estaríamos juntos este dia por sus planes. Nuevamente me encontraba dando vueltas por el centro y mis pies me regresaron al mismo lugar que la semana anterior. Sí, estaba frente a la biblioteca. Por tonto que resultara no pude evitar ir al lugar silencioso. No estaba en búsqueda de un libro. Ella no estaba allí. Negué con la cabeza repetidas veces preguntándome el porque regrese.
Tome mis cosas y me estaba por marchar pero cuando crucé los pasillos una fría brisa en la sección de fantasía logró que me volteara. Era ella. La chica de cabellos dorados estaba allí, sentada sobre el suelo perdida entre la multitud de libros a su alrededor, mi corazón dio un vuelco nuevamente. Coloqué mi mano sobre mi pecho, dolía. Inhale y exhale repetidas veces hasta que la sensación se fue apaciguando. Ella fue consciente de mi presencia. Antes de que sus ojos me hechizaran –como la última vez– los esquive tomando un libro cualquiera, en realidad no tenía claro que era lo que podía leer de allí. Ella ignoró mi presencia y retomó su lectura. Expulse el aire atascado en mis pulmones debido a mi torpe accionar. Con el rabillo del ojo intenté ver qué era lo que la tenía tan entretenida y logre ver que era esa saga de Harry potter de la cual había escuchado hablar. Nuevamente su sonrisa hizo que mi curiosidad se disparará y tome el mismo libro.
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Enamorado de la chica introvertida. (LIBRO II)
Fanfiction"Un inesperado cambio de vida obliga a Jeon Jungkook a abandonar Busan para ir a la gran ciudad de Seúl. Nueva familia, nuevas personas y lugares lo empujan a experimentar el primer amor." Todas las historias tienen una versión que contar. Esta no s...