El segundo trimestre del año y todavía no puedo creer que mis sentimientos no hayan logrado ser entregados a la persona que constantemente vive en mis pensamientos. Gire mi cabeza hacía la margarita marchitándose en aquel vaso. Suspire algo frustrado por no ser capaz de saltar esa línea entre nosotros, una que ahora estaba tan al descubierto por ser "amigos", sí.
–Cobarde.–acuse a la flor aquella.
–Creo que la pobre flor no tiene la culpa de ser tan frágil.–habló mi madre desde el umbral.– Deberías ser más delicado con su cuidado para que descubra que puede vivir más, de otras maneras.–aconsejó con una sonrisa.
Se acercó al escritorio donde estaban mis pertenencias, tomó uno de los libros –mi favorito– para luego venir hasta mi cama sentándose lentamente a mi lado.
–¿Puedo?–preguntó extendiendo su brazo para agarrar la margarita. Asenti.
Ella abrió el libro y colocó la margarita dentro para luego cerrarlo. Me sorprendí por aquel acto repentino.
–Una nueva forma de vivir.–recordé lo que ella mencionó minutos atrás. Sonrió.
–Sé que ella es importante para ti.–mis ojos se ampliaron.–La flor.–sonrió.–No te des por vencido con nada hijo, siempre hay una manera de salir adelante, de reparar las cosas de encontrar una nueva vuelta.–dijo– Es algo que quiero que aprendas. No te des por vencido nunca con lo que quieres, amas o... te gusta.– arrugó su nariz diciendo lo último y sonreí.
–Gracias mamá.–sonreí con la misma mueca sin agregar más. Despeinó mi cabello y se paró a un lado.
–Es temprano, pero no llegues tarde. Adiós cariño.–lanzó un beso y se marchó.
Nunca hable con mi madre de Lisa de esa forma, pero supongo que por un lado Jimin tenía razón "es evidente a los ojos de quien observa con atención" pero tal vez es cierto eso que dicen sobre que las madres saben todo. Siempre.
El sonido de una nueva publicación hizo sonar mi teléfono. Lo tomé y como era de costumbre Wendy subió fotos de su salida con las chicas, pero por primera vez una foto de Lisa sola, ella sola. Mi corazón se aceleró al verla tan hermosa con su sonrisa característica habitando su rostro. Preciosa. No dude un segundo en guardar aquella fotografía en mi galería.
–No voy a darme por vencido.–me repetí.
[...]
Como acostumbraba –este último tiempo– iba de camino a la parada de bus donde Lisa subirá. Y como siempre estaba allí concentrada en cualquier lugar menos en el planeta tierra. Sonreí al verla tan perdida e inocente como siempre.
–Hola. Mi nombre es Jeon Jungkook.–extendí la mano. La tomó algo confundida.
–Ya sé quien eres ¿Has perdido la memoria?.–preguntó mareada.
–No. Pero te recuerdo mi existencia.–conteste.– Ahora que eres popular me ignoras.–me queje frunciendo el ceño. Rió.
Como siempre ese simple hecho me acelera el corazón como nada más. Me gustaba cada día que pasaba, un poco más. Estoy perdido.
–Eres un idiota.–sonrió.–No soy popular.–remarcó seria.
–Lo dice la chica que se la pasa de compras y en Karaokes.–me vio extrañada.– Mina sube todo a sus redes, Wendy también y Rosie por supuesto. Aunque lo de ella fueron más a los objetos que a ella misma.–me cubrí rapidamente por sonar como el jodido acosador que sin dudas estaba siendo.
–Oh si. Recuerdo que tomaron fotografías.–recordó inocente.– ¿Tienes redes sociales?.–preguntó. Asentí.
–La pregunta es ¿Porque tú no?.–dije divertido. Desearía que lo tuviera. Miles de fotos de Lisa sin duda alegrarian mis días.
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Enamorado de la chica introvertida. (LIBRO II)
Fanfiction"Un inesperado cambio de vida obliga a Jeon Jungkook a abandonar Busan para ir a la gran ciudad de Seúl. Nueva familia, nuevas personas y lugares lo empujan a experimentar el primer amor." Todas las historias tienen una versión que contar. Esta no s...