Capítulo 7

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[...]

¿Esto está sucediendo? ¿Esto es real? ¿Un ángel está caminando conmigo a casa? Algunas calles transitadas otras menos, y la chica de mis sueños estaba caminando dos pasos detras de mí. Intentaba parecer genial pero por dentro me estaba derritiendo como mantequilla al sentirla tan cerca. Tal vez era algo estúpido para ello o estaba acostumbrado a una actitud tan sencilla como cargar su mochila pero para mi era como si yo fuera... si ella fuera... 

–¡Detente idiota!–me repetí por lo bajo. Paso a paso Jeon.

¿Siquiera podría gustarle? Es obvio que muchos chicos podrían llamar su atención tanto como ella a mi... Después de todo siempre está en las gradas... un momento...

–¿Te gusta el futbol?.–pregunte volteando hacia ella. Bajo la mirada intimidada.

–Algo.– contestó. ¿Entonces...?

–Te he visto en las gradas con Rosé.–comente lo más casual que pude.– Supongo que vas a ver a alguien entonces...–añadí de repente. Sus mejillas se sonrojaron.

¿Es así? ¿Quién podría gustarle?¿Sehun? ¿Es por eso que siempre andan juntos? Tonto. Idiota. No es gran cosa... bueno sí, él es genial. Pero...

– ¿Conoces a Sehun?.–indague. Asintió con una pequeña sonrisa. 

MIERDA.MIERDA.MIERDA. NO NO NO NO. ¿PORQUE? Amor unilateral, esto es lo que se siente.

–Oh. Entiendo.–comente.

Continuamos caminando algunas calles más en silenció o con alguna conversación tonta porque desde que me dijo aquello mi cerebro solo pensaba en Sehun y por sus respuestas burdas podría estar pensando en él también. Bufé. Nos despedimos a una calle de su casa. 

–No teníamos que venir hasta aquí. Tu casa ya la pasamos.–dijo preocupada. El tono con que dijo aquello me hizo sonreir como idiota.

–Entonces sabes donde vivo.–dije ilusionado por no ser completamente ignorado.– No es problema. Me agradó esta caminata, gracias por recomendarla como opción.-agradecí y negó torpemente con las manos.– Hasta mañana Lisa.–salude. 

Creí que estaba flotando por las calles. Esta fue nuestra primera interacción no puedo creerlo. Ella es una chica timida, simplemente eso. Ella no me odia, ella es amable. Ella es mucho más bonita de cerca, ella tiene una voz tan dulce. Y yo, estoy enamorado de una chica introvertida. Con una sonrisa en mis labios estaba de camino a casa cuando recordé que mañana tendríamos una práctica. Lo del almuerzo podía demorarse, en realidad es más una excusa para obtener su número. Corrí hacía ella y volteó asustada. Sonreí tontamente.

–Sé que dijiste que podríamos arreglarlo en el almuerzo pero no creo que siempre pueda ser posible con las prácticas. ¿Puedo obtener tu numero?.–pregunte, sus ojos se ampliaron.– Prometo que solo te hablaré sobre el proyecto.–asegure. Aunque era un jodido anzuelo. Asintió sacando su aparato telefónico.

–Dame tu numero.–pidió seria.– Te contactare cuando sea necesario.– avisó.

Mi cerebro dejo de funcionar por unos instantes al notar un drástico cambio en su actitud. Algo torpe dicte mi número y lo agendó de inmediato.

–Gracias por molestarte a venir hasta aquí. Adiós.– saludó fríamente y dió media vuelta.

Quedé mirando su espalda marcharse con esas piernas infinitas al descubierto por su falda. Trague duro ¿Que hice mal? ¿Porque de repente siento que caí de golpe desde un quinto piso? Maldición.

[...]

No dormí nada en toda la jodida noche. Di vueltas por mi habitación, escuche música, rodee sobre la cama, comi miles de bocadillos nocturnos y supongo que un momento mi cerebro perturbado por el cambio de actitud de Lisa quiso desactivarse por compasión. Mi madre luchó por sacarme de la cama esta mañana pero cuando dió aviso sobre la hora recordé que perdería el bus y con ello la posibilidad de arreglar lo que fuese que hice mal con Lisa. 

Enamorado de la chica introvertida. (LIBRO II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora