En ocasiones cuando las personas soñamos se nos presentan imágenes que construye el cerebro a partir de la memorias visual, son sacadas de las experiencias vividas, aquellos rostros que muchas veces no reconocemos son porque la memoria guarda cientos de informaciones sin que nosotros nos demos cuenta, haciendo que se nos presenten personas que no conocemos, y si soñamos con aquellos que son familiares para nosotros es un mecanismo de defensa del cerebro el cual recicla las memorias que tenemos para construir pequeñas películas. Como si tratara de rellenar un espacio para la construcción del sueño.
Owen tenía muy claro que todas aquellas imágenes que le daban paz en sus sueños no eran más que sus propias memorias repitiéndose una y otra vez en un bucle interminable que no le daban descanso, pero que al mismo tiempo buscaban reconfortarlo. Tener a sus amigos cerca le daba la mayor satisfacción, así que el recordar aquella última semana donde estuvieron juntos, las risas y voces de sus amigos era lo que más resonaba en su mente como un susurro a lo lejos.
"Owen despierta"
"Tienes que despertar"
"Estamos aquí contigo, solo abre los ojos"
"Despierta" "Despierta"
—¡Owen, despierta carajo! – gritó la silueta del rubio frente a él, su vista estaba borrosa y lo siguiente que sintió fue un aturdimiento, debido a la almohada que le fue arrojada a la cara, sacándolo de su sueño profundo. Su pulso estaba acelerado y sentía que casi no podía respirar – tu padre quiere hablar contigo.
—Maldita sea Iham casi muero de un infarto – se sentó en su cama sosteniendo su pecho aun tratando de regular su respiración, estaba tan perdido que solo el suspiró de molestia le hizo razonar lo que acababa de decir, volteó a ver al rubio quien lo veía con mala cara desde el marco de la puerta – no es lo que quise decir. Bueno sí era eso, pero...
—Da igual, baja tu padre tiene algo importante que hablar contigo – la tensión en su mandíbula denotaba lo molesto que estaba por mencionar algo así a la ligera, para una persona que pasó su vida entera pendiendo de un hilo por las fallas de su corazón no era divertido que usaran ese tipo de frases tan a la ligera – y ponte una camisa desnudista.
Era obvio que no lo decía en serio, no es como si nunca lo hubiera visto en ropa interior, pero de alguna forma tenía que sacar toda aquella molestia por su comentario tan fuera de lugar. Iham le había dado vueltas a toda la situación, así que su noche no fue precisamente la mejor. Durante la madrugada pasó perdido en sus pensamientos, observando el techo de la habitación sin ver algo en específico. En su enojo por no poder descansar por más de una hora decidió que, si no salía de la cama se volvería loco.
Es por eso que unas horas antes de entrar a la habitación del pelinegro y encontrarlo tan plácidamente dormido, había bajado hasta la primera planta de la casa encontrándose con un silencio sepulcral, siempre había sido un lugar frío, podía ser cualquier cosa menos un hogar en el que te sintieras a gusto. Tenía la sensación que el silencio era más ruidoso cuando lo estabas evitando porque ayuda a que pienses, que escuches aquella voz en tu mente que te recuerda cosas que no quieres, arrojando flashes de escenas donde todo salió mal. En su caso era difícil de comprender el por qué haber tenido a la castaña tan cerca le causaba un nudo en su estómago. Durante todo su encuentro sentía que el corazón se le aceleraba, eso le ponía incómodo porque no sabía si estaba sufriendo de alguna taquicardia o realmente era el efecto que causaba la chica en él, incluso ella se dio cuenta que la observaba tan descaradamente, la hizo sentir incómoda.
Frustrado de sus propios pensamientos atravesó la casa en su propio silencio sin saber muy bien qué hacer o qué esperar. Eran tan escalofriante que a pesar de no hacer absolutamente ni un sonido podía escuchar el eco de sus pasos, se le estaban poniendo los nervios de punta, hasta que escuchó un ruido seco provenir del final del pasillo, por poco siente que el corazón se le detuvo cuando vio la silueta de Spencer salir de su estudio con unas enormes ojeras y un vaso roto en su mano.
ESTÁS LEYENDO
Acmé - #PREMIOSROOKIES
Teen Fiction"Siete almas unificadas por el destino, donde las decisiones del otro tienen causas y efectos. Todo tiene un pro y contra de lo que escojan hacer con sus vidas. Con la brisa del tiempo los eventos del pasado saldrán a la luz introduciéndolos en un l...