𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟹 || 𝙻𝚕𝚎𝚐𝚊𝚍𝚊 𝚊 𝚕𝚊 𝚐𝚛𝚊𝚗 𝚌𝚒𝚞𝚍𝚊𝚍.

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Hoy era el último día en nuestra ciudad natal, unas pocas personas de la preparatoria vinieron a despedirnos ya que la mayoría trabaja entre semana, así es, nos mudabamos entre semana

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Hoy era el último día en nuestra ciudad natal, unas pocas personas de la preparatoria vinieron a despedirnos ya que la mayoría trabaja entre semana, así es, nos mudabamos entre semana.

Nishinoya y Asahi estaban cuidando del hijo de sus amigos ya que ambos se encontraban trabajando, también llegó Hinata y Kageyama los cuales se encargarían de llevarlos a su nuevo hogar, de todas formas estaban cerca de ellos.

Todos se despidieron y las cosas se las llevaron los chicos de mudanza, los cuales eran muy rápidos. Nos despedimos de todos, incluyendo a mi madre y mi tía.

Este era un gran paso para Yamaguchi y para mí, era algo nuevo para ambos pero nos aventuramos a vivir esta experiencia.

Ya es hora de irnos —mencionó el azabache subiéndose a su coche.

Vamos chicos, no estén nerviosos —Hinata se encargó de empujarlos hacia los asientos traseros del automóvil.

Aunque estés embarazado aún sigues teniendo mucha fuerza —el rubio no tenía nada de amabilidad en sus palabras.

No por estar embarazado quiere decir que no pueda hacer cosas —logró que subieran—. Eso mismo te pasará con Yamaguchi cuando esté embarazado —cerró la puerta dejando al Alpha confundido e impresionado por sus palabras.

El pelinaranja rodeo el auto para poder ingresar como copiloto, logrando así hacerlo y comprometiéndose a ayudar a guiar a Tobio.

Este último estos días a estado apoyando a Hinata con sus náuseas mañaneras y sus antojos un poco raros a si parecer. Pero ahora Hinata tendría alguien con quién distraerse llamado Yamaguchi.

¿Cómo se sienten con irse a vivir solos? —rompió el silencio Kageyama.

Pues yo me siento bien, pienso que estaban listos —comentó feliz el moreno.

Para serles sinceros es algo difícil —abrió la boca Shoyo—. Pero si ambos se apoyan pueden lograrlo ¿No crees amor? —miro a su Alpha.

No veo fallas, será lo mejor —paro en el semáforo y miro por el retrovisor—. Así que pon de tu parte cuatro ojos.

Claro que lo haré, no tienes que decírmelo tú —se avergonzó por completo.

No puedo creer que aunque pase el tiempo ustedes sigan peleando —sacó unas galletas de su chamarra—. ¿Quieren una? —le invito a todos los que estaban en el carro.

Gracias Hinata, comelas todas —respondió con una sonrisa el moreno.

Eres un pan de Dios Yamaguchi, ¿Cómo te pudiste fijar en este ogro? —su fría mirada se reflejo en el pálido rostro de Kei.

𝙐𝙣𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙖 𝙩𝙪 𝙡𝙖𝙙𝙀 ~𝒯𝓈𝓊𝓀𝓀𝒟𝓎𝒶𝓂𝒶 🍓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora