Ahora todos en la familia Yamaguchi y Tsukishima tenían a un invitado desde temprano.
A las ocho de la mañana llego Hinata a la casa para pasar tiempo con nosotros ya que Kageyama tenía que regresar a Tokio por unos asuntos de voleibol y nosotros, mejor dicho yo, nos ofrecimos a pasar el día con él.
—Buenos días Hinata —acomode mi cabello y lo deje pasar a la casa—. Dejame cargar eso por ti —tomé su maleta y nos dirigimos a la sala de la casa.
—Perdón por venir a tu casa —se sentó con algo de dificultad en el sillón.
—No tienes que pedirme perdón, yo con gusto te acepto en mi casa —apareció mi mamá por mi espalda.
—Y yo quería verte de nuevo Shoyo —se sentó a su lado—. ¿Tienes dolores?
—No señora, todo ha estado tranquilo —sobó su abultada panza—. Pero tengo que tener cuidado y cualquier dolor que pase tengo que ir al doctor —mi mamá colocó una de sus manos encima de su panza, dándole la seguridad que todo estaría bien.
—¿Ya desayunaste? —nego con la cabeza—. Entonces vamos a desayunar todos juntos, como un familia —me miro—. Ve a despertar a Kei para que desayuné —asentí y emprendí camino hacia mi habitación.
No podía creer lo que anoche me había dicho Tsukishima, él no era de expresar sus sentimientos con los demás pero el alcohol le hizo un favor.
Así que entre con algo de nerviosismo a mi cuarto encontrándolo todavía dormido, me acerque lentamente sentándome en los pies de la cama.
—Tsukki —le quite el pelo que estaba en su cara—. Tienes que levantarte —se quejó—. Mi mamá dijo que bajarás a desayunar —no se despertaba y me imaginaba que cuando lo hiciera un dolor en la cabeza se le presentaría.
Al ver que no reaccionaba moví un poco su cuerpo haciendo que abriera un poco sus ojos color avena creando la mejor escena del día.
—¿Qué pasa Yamaguchi? —se sentó poco a poco, tallando sus ojos.
—Ya despierta, vamos a desayunar que nos esperan Hinata y mamá —le sonreí—. No creí que ayer me dijeras esas cosas —se acaricio un poco su cabeza y me miró con algo de asombro junto con un sonrojo que no podía evitar.
—Bu-bueno el alcohol me hizo decir eso pero... —le di un pequeño beso.
—Yo ya te dije mi respuesta y sino lo recuerdas te lo repetiré —me acerque a él tocando su pálido y dormido rostro—. Sí quiero tener hijos contigo —su sonrojo de extendió hasta sus orejas dejándome en claro lo emocionado que estaba por escuchar esas palabras que salieron de mi boca—. Pero, tenemos que bajar, vamos, levántate.
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𝙐𝙣𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙖 𝙩𝙪 𝙡𝙖𝙙𝙤 ~𝒯𝓈𝓊𝓀𝓀𝒾𝓎𝒶𝓂𝒶 🍓
Fanfic𝙰𝚕 𝚊𝚌𝚊𝚋𝚊𝚛 𝚕𝚊 𝚞𝚗𝚒𝚟𝚎𝚛𝚜𝚒𝚍𝚊𝚍 𝚃𝚜𝚞𝚔𝚒𝚜𝚑𝚒𝚖𝚊 𝚢 𝚈𝚊𝚖𝚊𝚐𝚞𝚌𝚑𝚒 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚍𝚎𝚗 𝚒𝚛𝚜𝚎 𝚊 𝚟𝚒𝚟𝚒𝚛 𝚓𝚞𝚗𝚝𝚘𝚜, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚍𝚒𝚟𝚎𝚛𝚜𝚘𝚜 𝚏𝚊𝚌𝚝𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚜𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚜𝚎𝚗𝚝𝚊𝚛𝚊𝚗. 𝙴𝚜𝚝𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚎𝚜 𝚞𝚗...