Como si (S)

90 11 0
                                    

Muchas veces los marinos murmuraban sobre historias que habían vivido o habían escuchado. Las historias relataban la aparición de criaturas en los mares.

Criaturas descritas como seres hermosos con voces mas hermosas que las de los mismos ángeles.

Los marineros contaban con terror que al hombre que escuchara aquel canto, sería seducido por una mujer de belleza extraordinaria, la cual lo guiaría al agua.

Si el marinero tocaba el agua, la belleza de la mujer era remplazada por una cara horripilante, comparada con la cara del mismo diablo. La mujer acabaría ahogando al marinero y llevándoselo a las profundidades del océano.

La primera vez que el Capitán Choi oyó la historia, no lo creyó mucho y menos dejo que su tripulación dudará de seguir adelante, habían muchos tesoros por robar y premios que ganar por lo que contra todo siempre seguía adelante.

Sin embargo tiempo después de esto las historias eran más y más seguidas hasta que lo inevitable sucedió y su hermano termino envuelto en uno de esos sucesos.

La suerte que había corrido al ser visto por compañeros de su tripulación al caer y evitar que se ahogara era mucha, y desde eso el capitán Choi prometió no ser tan confiado una próxima vez.

Tiempo después conoció a una bella bailarina en uno de sus tantos atracos de la cual quedó enamorado y regreso unas cuantas veces más a verla, claro con sus medidas de seguridad.

Del amor que nació entre ellos dos dió resultado meses después, cuando nació un lindo varón de ojos redondos y lindas pestañas, igual a su madre y hoyuelos encantadores en sus mejillas al cual nombró Seungcheol.

Hijo primogénito del mejor pirata de los mares y la bailarina más hermosa y astuta que se conocía, con una herencia así todos esperaban grandes cosas del niño que desde pequeño demostró habilidades para el combate y búsqueda.

Su padre que ya había vivido muchas experiencias siempre le advirtió del cuidado que debía tener del mar, jamás juzgar a nada por su apariencia y tener extremo cuidado con las voces del mar, si no quería terminar como su tío.

Quien al querer demostrar que no tenía debilidades se dejó engañar y termino muerto llevándose consigo al mejor amigo de su padre, por eso en las lunas llenas cuando la neblina bajaba y cubria por completo el mar siempre se encontraban desembarcando en un pueblo o en casos especiales cuevas luminosas de piedras caliza.

Su madre, una mujer de muchos conocimientos le había explicado de estás cuevas que para muchos escondían joyas y eran muy costosas pero la realidad es otra y aún así a él se le hacían preciosa, por lo que a veces volvían ahí.

Cuando cumplió 8 su madre cayó enferma por una infección de la cual desconocían la cura y eso la estaba matando lentamente, su padre quien adoraba a su madre paso un tiempo muy difícil buscando medicina y doctores de referencia que lo ayudarán, descuidando no solo sus obligaciones si no también a su hijo.

Cierto día Seungcheol caminaba por la orilla de una bahía dónde las olas golpeaban y reventaban, mientras él trataba de despejar su mente del duro momento, su padre como siempre andaba en búsqueda de respuestas dejándolo solo y las personas del barco trataban de seguir como siempre con los negocios y trabajos a pedido de su enferma madre.

En cierto punto el pequeño Seungcheol vio una flor flotando en el agua que se le hizo hermosa a la luz del atardecer, por lo que bajo de la orilla y trato de alcanzarla pero sus manos rebalaron dejándolo caer al agua que por suerte era del lado bajo, con una sonrisa tomo la flor enredada entre algas de manera rara.

Al estar distraído no vio venir algo que nado lo suficientemente rápido como para hacerle una cortada en el pie, sangrando de manera inmediata

— Auch!— grito el pequeño saltando en su lugar— Eso dolió, seas lo que hayas sido eres muy feo, me lastimaste— Al ver su pie noto una escama de un color muy peculiar incrustada en su piel, y de esa manera la tomo saliendo del agua para que le curarán en el barco, caminó de regreso por la orilla bajo la mirada atenta de algo en el agua.

Claro de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora