Siempre (A)

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El resto del día fue normal entre ir y venir a los asuntos, resolver dudas, trazar nuevos rumbos pero cada uno de ellos era de menor importancia para el capitán y media vez no superará el horario establecido para ellos para trabajar.

Cerca del atardecer ya estaban llegando a las cuevas del lado norte y a lo lejos podían ver su destino trazado, era un alivio que el viento haya estado a su favor para avanzar más rápido pero también significaba que está noche iba a ser muy fría.

— Muy bien, hemos llegado a nuestro destino así que bajen las anclas y aseguren bien el barco— Todos los tripulantes empezaron a asegurar el barco, otros colocaron redes en las orillas y otros iban por armamento y mapas

— Capitán listos para descender— Un grupo de 10 hombres estaban listos para empezar la búsqueda de las piedras pero antes de empezar a descender los detuvieron.

— ¿A dónde van?— Pregunto Seungcheol

— A buscar piedras para traerlas señor— Dijo uno.

— Eso no es necesario, las piedras que buscamos no están en las afueras de las cuevas— Decía mientras preparaba un saco para llevarlas— Y tampoco se encuentran de día, esperaremos un poco más hasta que la luz del día sea menos clara.

— ¿Por la noche señor?— Preguntaron todos viéndose algo asustados— ¿Es seguro?

— Por supuesto que es seguro— Contesto con un tono de voz dando a entender que la pregunta en si era hasta tonta— No vamos a bajar, ya se los dije... Nosotros nos adentraremos en las cuevas.

La tripulación en si era muy fuerte y ágil en todos sus trabajos, por algo eran reconocidos pero si hablamos de enfrentarse a la luna nueva muchos perdían esa confianza por miedo.

Llegada la hora Seungcheol tomo sus cosas y con su tripulación lista dieron la vuelta al barco y se adentraron a las cuevas por un acceso pequeño pero una ves pasaban ese pedazo lo de adentro era enorme, cuando el último paso la entrada se re agruparon para ver lo inmenso que era el interior del lugar

Llegada la hora Seungcheol tomo sus cosas y con su tripulación lista dieron la vuelta al barco y se adentraron a las cuevas por un acceso pequeño pero una ves pasaban ese pedazo lo de adentro era enorme, cuando el último paso la entrada se re agru...

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— Es inmenso— Dijo uno en la parte de atrás mientras sus palabras se perdían en el eco de la cueva.

— Así es— Dijo Seungcheol— Pero recuerden que pase lo que pase no van a gritar o hacer mucho ruido si no quieren a murciélagos enojados volando sobre todos— Con eso nadie dijo ni una palabra más y asintieron en silencio.

El camino era más difícil de lo que esperaban, las estalagmitas y estalactitas del lugar hacían que se resbalaran, tropezaran y en algunos casos toparan por lo irregular del terreno, muchas veces debían tomarse de las manos para que no cayeran a los lados o se lastimaran una pierna, una vez llegaron al centro de la cueva pudieron respirar un poco

— Hemos llegado, fue un largo camino pero valió la pena— Dijo Seungcheol señalando al interior de la cueva donde las piedras caliza podían admirarse perfectamente bien.

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