Fueron (S)

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Dos personas congeladas en el puesto del vigía o *carajo veían hacia el lado de la isla que habían abandonado cuando esa sombra negra envolvió el barco y tiempo después cayó al agua hundiéndose a una velocidad que jamás habían visto, haciéndolos sentir la espalda fría del miedo.

Rápidamente bajaron a cubierta en busca del vigía general, quién había estado ayudando a arreglar las velas y mover las anclas para un escape más rápido de lo normal, dieron vueltas hasta que lo encontraron.

— Necesitamos decirte lo que vimos— dijeron al mismo tiempo.

—¿Es muy importante? Porque no tengo tiempo si alguno de esos piratas logra sobrevivir por algún motivo estamos fritos— Los otros dos compartieron miradas y al ver sus caras el contrario se asustó.

— ¿Vieron a alguno levantarse?—  pregunto asustado.

—No, pero no creo que se levanten y menos en el agua— respondió uno.

— ¿Agua? pero todos estaban o en tierra o en el barco ¿cómo les iba a llegar agua si ni siquiera estaban cerca?

— ¡Por eso es que necesitamos hablar contigo!, no sabemos si lo que vimos es real o que, ya que no tenemos la misma visión que tú, pero lo que si sabemos es que ese barco le pertenece al mar ahora.

El vigía los tomo de las muñecas para llevarlos con el capitán, aunque podía o no ser una falsa alarma debían informarle de cualquier cosa que pudiera pasar, luego de recibir el permiso de pasar más allá del marco abrieron la puerta y entraron.

— Lamentamos molestarlo capitán pero estos dos marineros dicen haber visto el hundimiento del barco recién derribado— Informo con el tono de voz más serio que había usado jamás.

— Lo se, yo estuve ahí cuando los vencimos— obvio Seungcheol al informe.

— No mi capitán, nosotros decimos hundimiento verdadero, el agua se llevó por completo el navío— Aclaro el otro.

— ¿Hundimiento? Eso no puede ser, la nave en la que venían estaba completamente en tierra.

— Si señor, pero lo que queremos decir es que algo hizo que se hundiera el navío completamente.

— Algo... ¿Un suceso místico dicen?

— Así es señor.

— Tonterías, saben bien que esas cosas no existen— ni aunque el mismo acabase de pasar por un encuentro con un ser mágico dejaría rumores de ese tipo correr por ahí—  dejen de crear esas historias y ayuden a que lleguemos al otro extremo más rápido, antes de que los Navales vengan por nosotros.

Cuando los otros se fueron de su oficina Seungcheol suspiro, quería creer que los seres místicos no existían y si lo hacian estarían escondidos más tiempo con miedo a que ellos los atraparán y matarán pero nadie tenía conocimiento de haberse topado con una criatura y vivido para contarlo.

O podía ser que si, si él se esforzaba y conseguía que una de esas criaturas lo llevará como la última vez, podría luchar y llevar algo como una muestra de que ellos eran más fuertes, incluso para la armada, si, debían hacer eso, pero primero él mismo tenía que hacer el experimento antes de llevar a alguien más.

— Joshua ven a mi oficina— Llamo y regreso a su oficina acompañado de su fiel amigo.

— Dime— Joshua entro al cuarto cerrando la puerta para que los demás supieran que era una conversación privada.

— ¿Has oído de la existencia de sirenas estos días?—  pregunto.

— Algo, más que nada son rumores, pero dicen que las sirenas han despertado de su sueño y perdieron algo valioso por lo que han estado atacando barcos en busca de ese algo.

Claro de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora