El señor Choi no podía creer lo que le estaban diciendo, debía ir y comprobarlo el mismo por lo que salió corriendo de la habitación de su hijo hasta finalmente alcanzar el picaporte de esa habitación y abrirla encontrando a una bella mujer parada frente a la ventana
— Dime que no estoy soñando por favor— Se comenzó a acercar de manera lenta, esperando no despertarse como siempre y que ver qué su esposa estaba aún en cama.
— No, no es un sueño, finalmente me siento bien como cuando no tenía nada, así que alégrate— Dijo su esposa con la misma sonrisa que la caracterizaba desde siempre.
— Pensé que no volvería a verte así, luche y pedí por ti, pero siempre temía más de algo— El señor Choi se aferraba a su esposa, pero de pronto recordó— Esto lo tiene que saber Cheol.
Y dándole un beso en los labios salió en busca de su hijo, al llegar a su cuarto lo encontró con una caracola de mar pegada a su oreja, como si le estuvieran susurrando secretos, pero eso era lo de menos en este momento.
— Cheollie— Dijo mientras se acercaba— Necesito que me acompañes a un lado.
— ¿Mami ya quiere verme? Dijeron que estaba mejor— Ese comentario hizo que el señor Choi y los tripulantes que iban detrás de él se quedarán quietos ¿Quién había hablado?
— ¿Quién te dijo eso hijo? — Pregunto ya que había ordenado que nadie hablara aún de nada— ¿Alguien te lo contó?
— No papi— Negó ante las preguntas— Mi amigo me dijo que mami ya estaba bien gracias a la medicina que me dio, que ahora sí puedo volver a jugar con ella como antes.
— Ya veo— Dijo extrañado— ¿Y tu amigo dónde está? — Se le hacía raro que no había nadie más y aunque estaban en tierra y cualquiera podía abordar, no era difícil que un niño se hiciera notar.
— No está aquí, pero mira— Dijo levantando la caracola y mostrándola a su padre— Me dijo todo con esta caracola.
Para cualquier adulto era normal asumir que el "amigo" de Seungcheol era imaginario ya que no había señales de ningún niño y era muy pequeño así que podía seguir teniendo ese tipo de imaginación, sin embargo, eso no era importante ahora
—Está bien, pero por el momento vamos a dar un paseo vamos— Le tomo la mano a su hijo y lo llevo con él a la habitación, Seungcheol atravesó la puerta esperando ver una sorpresa y vaya que recibió una al ver a su madre de pie con los brazos abiertos esperando por él.
—Hola mi bebé— Dijo con una sonrisa en los labios, misma sonrisa que Seungcheol recordó todos los días al extrañarla a su lado.
— ¿Mami? — Sus piecitos caminaron lentamente hacia ella— ¡Ya estás sanita! — Y con lágrimas en sus ojos corrió hacia ella para abrazarla con todas sus fuerzas.
— Tarde mucho en cama, lo sé, pero gracias por cuidarme con tu papi todo este tiempo— Su mamá le repartía dulces besos por toda la cara hasta que Cheol no pudo más.
— T- te extrañe mucho mami, yo... fui fuerte— Decía mientras temblaba por las lágrimas— Fui fuerte como papi y trate de no llorar porque sabía que te curarías pronto.
La señora Choi levanto la cabeza hacia su esposo y le extendió la mano, para que se uniera a ellos y una vez estuvo cerca paso su mano por las mejillas de su esposo, secando las lágrimas que habían comenzado a caer.
Lágrimas que ni él, ni nadie más habían notado hasta que su esposa lo toco, pero una vez fue consciente y las quito más y más lágrimas salían, una detrás de otra hasta que lo llevaron a aferrarse más al abrazo que mantenía su esposa con su hijo, y se volvió un abrazo de 3 lleno de lágrimas.
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Claro de luna
Fanfiction¿Alguna vez han oído las leyendas que cuentan los pescadores? Dicen que si estás en tu barco y oyes un hermoso canto es más que seguro que son las sirenas en búsqueda de una víctima, por eso no debes quedarte oyendo su canto o te robaran el alma. T...