𝐂𝐇𝐈𝐋𝐃𝐑𝐄𝐍'𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━ park sunghoon ✓

𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎.

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Era un lindo día soleado, años atrás......

El juego de las escondidas, tan simple y querido. Uno de los niños contaba, en este caso el mayor: Heeseung. los demás solo corrían alejándose de él y buscando algún escondite que sea digno de mantenerlos ocultos por bastante tiempo.
Para la única niña allí era algo bastante difícil. Pues era ella más siete chicos de diez años, esta teniendo tan solo cinco añitos recién cumplidos. Y sí, ¡era su cumpleaños!. Pero lamentablemente a pesar de ello, los muchachos no le tendrían ninguna piedad en aquél juego..

El parque era grande, y ella estaba indecisa de donde esconderse, hasta que una mano rodeó muy delicadamente su muñeca derecha y la arrastró entre las hojas de otoño. Ella solo elevó la vista con sorpresa y siguió a pasos torpes a la figura un tanto más grande que ella, mientras acomodaba su bufanda delante de su rostro tapando su roja nariz..
Al que reconocía como Sunghoon lo pudo ver solo desde detrás, debido a que sus piernas eran un tanto mas cortas y no llegaba a igualarle el paso...

Ambos, corriendo, se acercaron a la sección infantil. Adornada de juegos como los columpios, toboganes, e incluso un ta-te-ti en un rincón (cabe aclarar que este era el menos usado). Pero los niños se dirigieron a un juego en específico: una casita alejada en una esquina. Su pintura estaba desgastada, e inclusive alguna que otra madera se veía dudosa debido a los años y el tiempo, pero el niño logró encontrar una manera de adentrarse a pesar de hacer falta la escalera para subir.

Emma miró con duda y sorpresa a Sunghoon. Nunca había hablado con él: era algo callado. Por lo cual le resultó extraño que la ayudara en aquél tan importante momento (si la atrapaban tendría que contar hasta 100 y, bueno, ella todavía no sabía contar... Por lo menos números tan grandes, ¡pero sí podía decir "1, 2, 3, 4 y 5"!.)...

—¿Estás bien?— preguntó él, sonriendo mientras ladeaba la cabeza y cerraba sus ojitos debido a sus mejillas

Ella solo sonrió por su amabilidad y asintió rápidamente. Como dicho antes: nunca habían hablado, así que le resultaba algo emocionante ese niño, a pesar de ser una pequeña chica de cinco años recién cumplidos..

—¡Sí!— respondió alegre

Sunghoon rió y asintió con la cabeza, para luego acomodarse en el suelo de la pequeña caseta cruzando sus piernas entre sí. Ella solo llevó las rodillas hacia su pecho y las abrazó, debido al frío y a la comodidad de la posición.

¿Por qué festejaba su cumpleaños con los amigos de su hermano? Ella no tenía, las niñas la veían como una chica no muy correcta, era más de las aventuradas y descolocadas, y de los niños, simplemente, desconfiaba. Su padre y su hermano le habían dejado bastantes inseguridades ante los hombres. De cualquier edad..
Y, por cierto, los amigos de su hermano eran.... Sorprendentemente agradables... Graciosos incluso. Pareció quedarse muda ante la simpatía y amabilidad de esos seis jovencitos...

—Sería muy desafortunado perder la primera partida el día de tu cumpleaños.— mencionó acercándose a ella, quedando a su lado. Ambos sentaditos contra una de las paredes en blanco gastado de la casita situada en el parque. —¡Que por cierto, feliz cumpleaños, Emma!— felicitó sonriendo

Ella solo sonrió mirándolo, y le agradeció en un pequeño susurro avergonzado. A esa edad, solía ser avergonzada de vez en cuando...
Sunghoon también sonrió, mostrando sus colmillos. Se inclinó lentamente y chocó sus labios con la mejilla derecha de ella, dejándola atónita en su lugar...
Lo miró, y apreció la expresión más hermosa del mundo entero. Él con sus ojos cerrados, una dulce sonrisa, mejillas rojas por el frío y nariz en mismo estado. Le encantó.

Y ya ahí fue cuando cayó ante él, con tan solo una felicitación y un beso en la mejilla, él ya la tenía enamorada..

Ese era su amor infantil, y lo siguió siendo por ocho años más........