(uno) Sexi idiota

226 25 30
                                    

Jimin

La primera rubia es linda, tiene mirada seductora y un cuerpo que excitaría a cualquier hombre. La segunda, es más refinada. Se nota que es de clase alta por sus manos inmaculadas lo que podría sumar un punto a su favor porque tengo un leve fetiche por las manos. Pero, simplemente no me gustan.

Despeino mis cabellos producto del cansancio que todo esto me genera. Mi padre se ha vuelto loco si en verdad cree que elegir una mujer en un catálogo es algo normal. Sus métodos pasados de moda terminarán con mi poca paciencia.
Me encuentro en una terrible contradicción. Sé que debo sentar cabeza y echar raíces. Siendo sincero, quiero estar con alguien y tenía la intención de esperar lo que fuera necesario por la correcta, pero mi padre y mis amigos suponen que deben inmiscuirse en ese tema para agilizar las cosas. Y es que, después de que Juli terminó nuestra relación de tres años, he cambiado para mal. Me cerré en mi propio mundo y me convertí en una sobra malhumorada, un disco rayado que solo vive para repetir el nombre de su amada y para los demás, un misógino de mierda. La peor escoria que aún vive en el siglo veintiuno.

La cuestión es que me siento preparado para volver a empezar, nada más que no me imagino encontrando la indicada en un catálogo.

Vuelvo a la carpeta de seleccionadas. Ahora es turno de las castañas. La primera tiene aspecto de ser inocente, lo que me provoca intriga.

Maldición.

Mi cerebro vuelve a torturarme con los recuerdos. Mi mente viaja a cierta castaña a la cual no puedo sacar de mi vida. Desearía tener el poder de pasar la hoja con ella como lo estoy haciendo con esta lista de mujeres frente a mí. Pero la vida no es tan superficial como mi padre lo hace ver. La realidad duele.

-Suni, tienes veinte minutos para terminar lo que te pedí y dos para traerme un café- digo presionando el intercomunicador. Ni siquiera sé si mi secretaria me escuchó, ya que no espero respuesta. Ella es igual que Juli, una arribista. Una mujer que es capaz de usar su cuerpo para conseguir lo que quiere. Solo que eso conmigo no funciona y hago un buen trabajo en mantener sus esperanzas lejos de mí. ¿Merece mi maltrato? Seguramente que no. El más perjudicado sería yo si llegara a denunciarme con recursos humanos y quizás, estoy plasmando el odio que cargo contra mi ex con esta pobre chica, pero diré a mi favor que es ella quien busca cualquier excusa para irritarme.

Paso las castañas, lo último que quiero es recordarla. Maldita mujer que me utilizó únicamente por mi dinero y que no dudó en correr detrás de una billetera más abultada. En sí, todas en esta empresa lo son.

¿Cuánto más le costará arrepentirse?
Todos me dijeron que se cansaría del viejo en un mes. Que me extrañaría, que no podría acostarse con él sin compararlo conmigo, que se asquearía y volvería llorando a mis pies. Pero, ya van seis meses y no veo que Juli aparezca.

Maldita y mil veces maldita. Hasta me había preparado un discurso para hacerle sentir la humillación que yo mismo sentí. Aunque después de eso, tenía pensado llevármela lejos de aquí, demostrarle con hechos que nadie puede darle más amor que yo.

Quizás, todo esto pasó para que comprendiera que ella no era para mí. Que su amor, era falso y que nada más me traería más dolor en el futuro.
Bueno, eso es lo que me obligo a creer para sentirme menos patético.

-Suni, Café- repito por segunda vez.

***
Emma

-ya te dije, lo de Max fue pasajero. No me interesa volver a verlo- repito por enésima vez. Sofí está más que interesada por unirme a su lindo primo. No es que el chico me desagrade, pero él es otro más que se suma a mi lista de fracasos. Lo cierto es que mis últimas citas no salieron como esperaba. Uno tras otro me ha demostrado que tengo un problema a la hora del sexo y hoy mi prioridad es ver a un doctor. Necesito solucionar mi falta de placer antes de que esto se vuelva un problema en mi vida. Aunque todavía no sé si esto es psicológico o físico.

 Un Idiota Encantador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora