(Nueve) 🔞Trato

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Ahí tienen puercxs.

Capítulo dedicado a; Jm_MiVaronBitch
A
glowsjin

Y A

Sixceli_Suri





Emma

Tenía un nudo en la garganta y las lágrimas luchando por salir a borbotones.
Odio hablar de mi hermano y todos los años es lo mismo con mis amigas. Es mi culpa por no saber sobrellevar la situación. Me duele no recordarlo, no saber qué decir antes las palabras de consuelo. Ahora, mi dolor es por mi padre, por no comprender su duelo, por ser incapaz de acompañarlo.

Volviendo a mis últimos días con él, me doy cuenta de que no fui la mejor de las hijas. Ni siquiera encajo con el perfil de una medianamente buena. Fui egoísta, mala.

Para colmo vienen las chicas a ponerme peor, creyendo que todos mis problemas pasan por una polla. Si, me molestó lo de jimin, pero tengo problemas más serios con los cuales lidiar.

Mierda... Cierto. Jimin es mi puto problema ahora.

Estoy a punto de gritar para que salga de su escondite cuando lo veo recostado sobre el borde de la cama con los brazos extendidos. Me siento un poco confundida. ¿Qué hace?

—¿Jimin?— lo llamo y nada. Es imposible que se haya dormido tan rápido. ¿Estará jugando?

Me acerco más, compruebo sus signos vitales y me alivia encontrar pulso, pero me asusta que su corazón palpite tan rápido. Y no sé si es por lo que mi padre está pasando, pero me siento paranoica.

Cómo puedo, lo hago rodar hasta acomodarlo en la comodidad del colchón. Enciendo la luz y me le quede viéndolo un momento.
Quiero morderle la cara. Que sea tan lindo ante mis ojos me provoca una ira inexplicable. Literalmente quiero arrancarle un pedazo como castigo por ser tan perfecto.
Maldita sea... Había sobrevivido toda la semana sin pensar en él, convenciéndome de que ignorarlo sería la mejor opción, pasando por su lado sin siquiera mirarlo, fingiendo que su presencia no me afectaba y creí que lo había logrado, como siempre. Pero llega y me hace olvidar de mis convicciones.
Desearlo tanto no está bien.

—Jimin, no es gracioso— digo para llamar su atención. Pero apenas puede balbucear. Me acerco un poco. Apoyo el oído en su boca para oírlo mejor y me arrepiento al instante.

Al parecer está delirando y llamando a una mujer. El nudo de mi garganta baja con violencia al estómago y mi lado cruel sale sin que pueda detenerlo. Aunque la persona racional que vive en mí se alivia al comprobar que no está del todo inconsciente —¿Para qué viniste si estás pensando en otra?— el nudo en mi garganta volvió a subir. Este idiota acaba de romper algo que no sabía que existía. Esperanza. Y ya saben, eso es lo último que se debería perder. Pero él ya la hizo añicos —¿Por qué vienes aquí y me haces creer que te intereso? Idiota.

Lo empujo. Su cuerpo rueda hasta casi caer de la cama. Lo sujeto y lo vuelvo a dejar bien acomodado.
Ni así se despierta.

Parece desmayado. Tiene los labios y la piel de sus pómulos secos, casi quebradizos. Los ojos hundidos y esa desorientación al balbucear que evidencian deshidratación o un cansancio extremo. Me siento tonta al no notarlo cuando llegó.

Ahora que lo reflexiono, no he visto a Suni llevarle más que café a la oficina. Incluso su padre había dicho algo a cerca de que caería de bruces por no dormir bien. —¿Qué es lo que pasa contigo?— susurro más para mí. Odiándome por qué ya sé la respuesta.

 Un Idiota Encantador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora