Viviendo entre muertos

"El compañero"

—Seguimos vivos —susurró Trevor.

» Sobraba el silencio en los vehículos, sencillamente nos reservábamos las palabras de consuelo ya que todos los eventos que habían ocurrido hasta ahora nos quitaban la voz de la garganta.

*Sonido de vehículos*

—Ok Trevor —dijo Michelle— Te haré una simple pregunta y quiero que me respondas con sinceridad... ¿Qué demonios te sucede?

—No me sucede nada —aclaró Trevor—. Estoy bien.

—Por favor Trevor —dijo Michelle—. Ya no somos niños, además, somos los únicos en la camioneta. No somos amigos ni nada por el estilo y realmente no me interesa mucho si lo somos o no, pero sería muy bueno y sensato que nos conociéramos mejor.

*Silencio*

—Entonces te lo preguntaré otra vez —dijo Michelle—. ¿Qué te sucede? Todos tenemos un motivo que define nuestra personalidad y quiero saber cuál es el tuyo.

*Comienza a llorar*

—¡Es por mi familia! —confesó Trevor.

—¿Qué sucede con tu familia? —preguntó Michelle.

—Ese es el problema —aclaró Trevor—. No tengo familia... ¡Los asesiné a todos!

*Lo mira fijamente a los ojos*

—No, no es lo que piensas —dijo Trevor—. Fue ya hace unos años, tenía una hermosa familia que me quería...

*Aprieta los puños*

—¡Pero los asesiné a todos en un accidente! —dijo Trevor—. Siempre trabajé duro y era puntual en mi trabajo, tanto así que logré quedar en poco tiempo, junto con mi amigo Jesús. Siempre quise comprar un auto y Jesús me enseñó a conducir con el suyo, trabajando duro logré reunir mucho dinero, pero no era suficiente para comprar uno decente, así que Jesús me ayudó con la cantidad que me faltaba y compré el auto de mis sueños, un hermoso auto rojo de 4 puertas, estaba emocionado y me había sobrado algo del dinero que me había prestado Jesús, así que compré un cachorro y lo guardé en una pequeña caja con agujeros para poder llevarlo a casa, una vez llegué a la casa les dije a todos que tenía un auto y los invité a comer en un McDonald que quedaba cerca, les dije a mis padres que tenía un regalo para mi hermanito al cual ellos me respondieron de buena manera y llamaron a mi hermano, subimos todos al auto y nos fuimos, en el camino le dije a mi hermanito que tenía una sorpresa para él y le di la caja... Todavía recuerdo la sonrisa en su rostro cuando vio al cachorro, lo veía feliz por el espejo del auto. Pero me descuidé y choqué con otro auto que cruzaba en un semáforo en rojo, quedé aturdido por el impacto por varios segundos, pero cuando logree orientarme y voltee a los otros asientos... Vi como mi familia estaba muerta y todo por mi culpa, los doctores que me atendieron en el hospital me dijeron que sobreviví de milagro y me suturaron un pequeño corte que tengo en mi frente, hoy en día todavía tengo esa pequeña cicatriz y tengo que vivir todos los días con ese recordatorio de mi error cada vez que veo mi reflejo en el espejo.

» En ese momento volví a ver el rostro de Michelle y realmente me sorprendí cuando noté que me veía fijamente con lágrimas en sus ojos.