Capítulo 6

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A Molly se le permitió volver a la enfermería al día siguiente, siempre y cuando se guardara sus comentarios y se comportara. No había habido ningún cambio en el estado de Ginny; a todos los efectos, simplemente estaba dormida. Poppy había hecho guardia durante la noche, dando descanso a Arthur, las constantes vitales de la niña permanecían estables y no mostraba ningún signo de angustia.

Molly había solicitado una guardia de Aurores, por si el culpable volvía a intentarlo, desde el Ministerio se envió una para aplacarla por el momento, no había necesidad de una guardia, nadie creía realmente que estuviera en verdadero peligro, sólo que se lo planteaba a sí misma. Kingsley no creía ni por un momento que Harry o cualquier otro hubiera envenenado a la chica Weasley, era de la opinión popular de que se lo había hecho ella misma.

Convocado a una reunión en el despacho de Severus, Kingsley se había pasado por la enfermería para comprobar el estado de Ginevra, sólo para encontrarse con una mirada gélida de Molly. Poppy le informó que no había habido ningún cambio, pero que se le informaría en el momento en que lo hubiera. Al despedirse, se dirigió al despacho del director y al entrar se encontró con un grupo reunido alrededor del despacho y del escritorio de Severus.

-¿Qué está pasando?- Preguntó Kingsley, dudoso.

-La señorita Granger y sus amigos han encontrado una posible razón para el estado actual de la señorita Weasley- respondió Severus.

-Ya veo- dijo Kingsley -¿Qué puede ser?-.

-Ministro, anoche encontramos libros que me llevaron a creer que Ginny utilizó un hechizo de un cuento muggle para que Harry dejara a Severus y se convirtiera en su esposa-, comenzó Hermione.

-¿Un cuento de hadas?- Kingsley se quedó boquiabierto.

-Sí, señor, creemos que es éste- Hermione le entregó el pesado tomo abierto por la página correcta. Lo miró, y sus rasgos normalmente oscuros palidecieron considerablemente.

-Merlín, ¿realmente se ha envenenado?- murmuró Kingsley.

-Creemos que sí- contestó Severus, -también se encontró su caldero, tenía un olor extraño, también falta una página del libro, creemos que la receta de la poción está en esa página-.

-¿Alguien ha encontrado la página que falta?- preguntó Kingsley.

-No, hemos buscado por todas partes, debe llevarla encima- Hermione frunció el ceño.

-No tenemos manera de probar nada de esto- Ron frunció el ceño.

-Sí la tenemos, si el Ministro está de acuerdo y tal vez Arthur en lugar de Molly, podríamos tener una manera- afirmó Severus.

-Sea lo que sea, Severus, tienes mi permiso-, respondió Kingsley, -puedo organizar que Arthur esté aquí, ¿y Harry?-.

-He hablado con mi marido y regresará esta tarde-, respondió Severus.

-No lo culpes- dijo Kingsley con simpatía, -¿cómo te fue sin él?-.

-No muy bien- admitió Severus. -No es frecuente que estemos separados-.

-Lo siento, director, si hubiera pensado en esto antes, no se habría ido-, dijo Hermione con tristeza.

-Venga aquí, señorita Granger-, le indicó Severus.

Tentativamente, ella se acercó a donde estaba Severus, él extendió sus brazos y la abrazó. -No hay necesidad de que se disculpe, Harry sólo necesitaba aclarar las cosas en su cabeza, es un acuerdo en nuestro matrimonio que nunca nos desquitamos con el otro, por eso se fue- dijo Severus amablemente.

THE FLAW IN HER PLANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora