Martín y Susi son mejores amigos desde hacía unos años, ambos compartían muchas buenas vivencias, pero todo cambia cuando Laura llega a sus vidas y no solo revuelve a Marto si no también a Susi.
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Susana Isaza Piñeros: 17 años
Estudiosa, la mejor de la clase, artística, rencorosa, leal, tímida, trabajadora, perfeccionista, amante de la música metal pero con apariencia de popera pink (Aprensiva)
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No podía dejar de ver la rosa de servilleta que Martin me había dado el miércoles en el receso, la había guardado en un lugar muy especial donde solo guardaba mis cosas más importantes. Mire un momento al techo de mi habitación y resople, quizá no debía entusiasmarme mucho, sufrí demásiado cuando me enamore de Martín desde hace dos años y lo peor no era solo que me viera como una amiga si no el hecho de que jamás iba a cambiar esa idea que tenía de mí. Mucho tiempo esperé que él llegará a sentir algo por mi, pero al ver que esto jamás pasaría simplemente decidí hacerme aún lado, por eso es que intento medirme con las muestras de cariño en verdad no quiero volver a sufrir una vez más.
— ¡Sus, hija, te habla Martincito!___ me grito mi madre, y aquí íbamos una vez más, intentando no volver a revivir un sentimiento tonto. Baje las escaleras y ahí estaba sentado al lado de mi padre mientras veían fijamente el partido, Martin solía perderse cuando veía televisión, mantenía la boca abierta y un semblante de sorpresa, era adorable y eso no lo podía negar. Fue casi de golpe cuando fijo la mirada sobre mi y cerró la boca formando una amplia sonrísa.
— ¿Los interrumpo?___ le pregunté a los dos sentandome en el respaldo lateral del sofá.
— Jamás nos interrumpirias mi amor___ mi padre como siempre tan cariñoso, Martin fijaba su mirada en él, sabía cuánto quería a mi padre pues él era muy pequeño cuando su padre había muerto___ ¿Ustedes dos saldrán?___ nos preguntó y de inmediato Vargas se levantó asintiendo____ ponte una chaqueta que está por enfriar____ señaló mi padre y Marto y yo salimos.
— Cuando tenga hijas las trataré como tu padre las trata a ustedes ____ decía nostálgico Vargas.
— Estoy seguro que serás un buen padre___ le jure, la verdad es que tenía mucho amor para dar aún si era un distraído para nunca notar mis sentimientos. Seguimos caminando cuando esté se detuvo en seco y me miró extrañado, yo estaba confundida pero el se acercó y me olfateo el cabello, lo cual no solo fue raro si no también me puso muy nerviosa cuando tomó un mechón.
