Martín y Susi son mejores amigos desde hacía unos años, ambos compartían muchas buenas vivencias, pero todo cambia cuando Laura llega a sus vidas y no solo revuelve a Marto si no también a Susi.
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Laura Jiménez 17 años
Dulce, tierna, sencilla, amante de la poesía, divertida, con fuerte temperamento, amante de los animales, la niña consentida. (Romántica)
Estos últimos días habían sido demasiado difíciles, la vida en este lugar me parecía sumamente diferente a donde yo estaba acostumbrada a vivir, antes tenia un lago atrás de la casa, la colina siempre llena de pasto verde y el canto de las aves era música de verdad, pero por el trabajo de papá teníamos que cambiarnos y ahora me encontraba en esta ciudad, la vista eran casa, calles de pavimento, cables de luz y un silencio abrumador y aún no terminábamos de desempacar.
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— Laura, creo que ya has ayudado mucho hija___ me decía mi madre___ porque no sales un rato a conocer el vecindario ___ ella tenía razón no había salido para nada desde que llegamos, así que me di a la tarea de saber que había afuera. Camine por las calles y todo estaba exageradamente tranquilo, parecía que todos trabajan. En eso divisé un parque y camine con dirección a los columpios, cerca de mi había un chico y una chica jugando ajedrez. Tenía ganas de saludar pero se veían muy concentrados, así que tome mi celular y escuché un poco de música.
— ¿Beatles?___ me pregunto el chico y yo asentí.
— ¡Marto concéntrate!___ le dijo la chica y este volvió su vista a su tablero, pero note que no dejaba de tararear la canciones que ponía, y de momento volteaba y me sonreía.
— ¿Quieres jugar?___ me pregunto de repente y accedí de inmediato, pero parecía que a su novia no le había parecido así que me mantuve al margen no quería una enemiga tan rápido. El chico me enseñó mientras ella solo me ignoraba así que les conté que tenía media semana de haber llegado y para mi sorpresa el chico vivía al lado de mi casa. Cuando menos vimos ya era tarde habían oscurecido.
— ¡Mis padres me van a matar!___ les dije al ver la hora.
— Si gustas ahorita te llevo a casa, solo que primero llevaremos a Sus___ exclamó él muy amable, pero la chica se veía disgustada. Ellos venían platicando y yo en silencio realmente solo era una extraña, llegamos a la casa de la chica, él la llevo hasta la puerta de su casa y la abrazo, yo no quería hacer mal tercio así que me quede a cierta distancia. Él camino de regreso hacia mi y caminamos con rumbo a nuestras casas.