Soul ese día había entrado tranquilo al establecimiento.
Se sentó en la misma pequeña mesa en la que solía sentarse todos los días y colocó el libro sobre la mesa. Ese día sus manos sudaron mucho.
Había decidido que, por primera vez desde que iba a ese lugar, pediría algo. No quería que se dieran cuenta que iba únicamente a mirarlo, además que moría por probar el helado. Su favorito siempre fue el helado de vainilla. Al menos hasta es día.
Se levantó de la silla, y camino hasta la cola, todo este tiempo mirando al chico de cabello verde.
Chocó con otro chico. Éste tenía su cabello rubio y con ojos tan obscuros como la noche. A Soul no le gustaba la noche.
—Lo siento tanto, no te vi.
—Lo sé. No te preocupes. —soltó una pequeña risa.
No le contestó de nuevo, no le miró si quiera. Simplemente continúo avanzando.
Ésta vez pudo sentir erizarse los bellos de su brazo y de nuevo sus piernas comenzaron a fallarle.
¿Era por ese bonito chico de cabello verde?
Movió su cabeza levemente intentando alejar todo rastro de nerviosismo.
—¡Bienvenido! ¿Qué vas a llevar?
Él tiene una linda sonrisa.
—Un helado de vainilla, por favor.
—¿Estás seguro?
Soul le había mirado indeciso. Estaba seguro cuando lo pidió, ¿Por qué después de eso no lo estaba?
—Yo... no lo sé. —rió torpemente, contagiando al chico frente a él— ¿Recomiendas alguno?
—Menta con chocolate. Es mi favorito.
—Entonces menta con chocolate. —sonrió.
Cuando habló con él no se sintió nervioso, sin embargo aún sentía esa extraña sensación que nunca abandonaba a su cuerpo. Se sentía tan extraño estando ahí.
¿De verdad él me gustaba? ¿Éstas sensación en mi estómago son aquellas dichosas mariposas de las que todo mundo habla?
Soul nunca supo lo que era estar enamorado, incluso aunque en ese momento se sentía tan interesado en aquél chico, no estuvo seguro de si realmente le gustaba. Jamás supo si ese chico era el dichoso amor a primera vista de la que todos sus amigos le hablaron.
Conversó un poco con ese chico mientras éste le preparaba su helado. Ahí supo que su nombre era Keeho y, tal como se imaginó, era mayor que él por tres años. Supo que no tendría oportunidad.
Era tan distraído, que de un momento a otro, tiró una bola de helado sobre la caja. Se sonrojó violentamente, pero Keeho rio.
—Eres tan lindo.
Le dijo, aumentando el sonrojo en las mejillas del menor.
—No lo soy... —murmuró.
Ahora que lo analizaba, se notaba a kilómetros que ese chico le provocaba algo. Se preguntó si Keeho lo había en ese mismo instante.
Él lo había notado.
ESTÁS LEYENDO
Sky || KEESOUL
FanfictionA Soul siempre le gustó el color azúl del cielo, un color que ciertamente no estaba ahí, pero que podía ver. Un color que le hacía sentir como en casa. HISTORIA MUY, MUY CORTA