Another World| L.T

IV~ Damian Junier

-Jane-

Infinidades de libros había en la biblioteca de Harward, detenidamente buscaba algún libro que me sirviera para la clase de la señorita Winmars; llevaba casi hora y media buscando alguno que me pudiera proporcionar buena información acerca de los híbridos. Bufe en desesperación, ninguno lograba convencerme.

En cada estante había un solo tema y aseguraba haber recorrido uno completo, ágil movía mis manos buscando uno que terminara con mis expectativas. Detuve mis ojos y dedos en uno que llamo por completo mi atención, uno que era diferente a los demás, no solo a los que se encontraban en la estantería sino a todos los libros de la biblioteca.

Pase mis yemas en su textura negra. Con detenimiento leí su título "Demonios destructores y temibles". Fruncí mi ceño de inmediato ¿Qué hace este libro aquí? Trague saliva con cierto miedo, este libro no pertenecía a la biblioteca, estaba cien por ciento segura. Mire a mi izquierda y derecha, asegurándome que nadie me veía, rápidamente lo guarde en mi mochila y salí del lugar.

Nadie tenía que saber que este libro estaba aquí, por supuesto que nadie sabría que yo lo tendría. Camine a paso veloz a la salida del antiguo plantel escolar de Hauntland, miraba atrás para ver que nadie me perseguía, agradecí que no notaran mi desesperación.

Luego de haberme alejado de Harward, saque el aire que estaba contendiendo. Baje mi velocidad en mi caminata, tenía que llegar a casa. Solo me faltaba un poco.

Llegue, dejando adentrarme en ella y cerrando la puerta, todo parecía muy distinto; De pronto recordé al chico que de cierta manera logro entrar a Hauntland, en mi mente un pensamiento se atravesó, me sobresalte. Cuando encontré al chico no pude leer sus pensamientos. Fue entonces supuse que alguien más estaba en casa. Mis pasos de inmediato fueron a mi recamara, que era donde había dejado al muchacho.

Me detuve en el umbral, al observar que en el borde de la cama, estaba sentado el anciano de barba blanca, John.

— ¡Que sorpresa, Jane! Qué bueno que llegas antes de lo debido.

— John ¿Qué haces aquí?

Se encogió de hombros —Dime Jane ¿desde cuándo recibes visitas?

—Eso es algo que a ti no te incumbe— no pude dejar pasar mi molestia al tenerlo cerca.

—Claro que me interesa ¿Sabes por qué?— su mirada comenzaba a mezclarse con burla y aquella cautela, que siempre él solía mirar a los demás —Porque nadie puede confiar en nadie que viene del otro lado.

—Es solo un muchacho indefenso, que tiene que regresar a la Tierra— quise no darle la razón a John, como lo he hecho desde un principio.

—Jane, tú no sabes quién es él y te dispones a ayudarlo ¿O acaso si lo sabes?— lo mire con confusión.

—No te logro entender.

—Jane cuando sepas quien es este muchacho, lo odiaras para toda tu vida.

Seguía sin entender, baje mi vista a mis zapatos buscando algo que responderle, pero creo que en definitiva, una vez más John logro dejarme en silencio.

—Oigan— La voz del chico hizo que levantara mi vista hacia él — ¿Podrían dejar de hablar de mí?

Mordí mi labio inferior en forma de vergüenza, por haber llevado toda esta conversación desagradable frente a él. Camine hasta quedar en cuclillas a un lado de él.

— ¿Cómo estás?— deje escapar una pequeña sonrisa dulce.

Sus ojos marrones dejaban escapar un brillo sin igual, sus labios finos tenía una media sonrisa de lado —Ya mejor, gracias— Sentí mi corazón palpitar al escucharlo hablar cerca.