-Jane-
Harward por las mañanas se llenaba de alumnos. Sátiros, elfos, hadas, minotauros, duendes, brujas, hijos de la noche y de la luna caminaban por los pasillos atestados del instituto. Esquivaba a algunos cuantos de ellos, con libros en manos y mi morral de tejidos sobre el hombro se me hacía demasiado difícil caminar.
Luego de unos pasos llegue a mi casillero de metal a medio oxidarse, marque la clave para abrirlo y en forma cansina deje mis libros sin orden alguno, tome unas cuantas libretas. Y de nuevo a paso grande me dirigí a la primera clase, con la señorita Winmars, la profesora más aburrida y amargada en todo Harward. Me detuve en el umbral, su clase ya había comenzado, maldije por debajo ya que ante los ojos de la profesora no era lo suficientemente buena.
—Oh, Señorita Swan y como siempre se le ocurre llegar a la hora que quiere— sus cejas perfectamente negras se juntaron para hacer una sola.
—Lo siento tanto, pero los pasillos estaban totalmente llenos y...
—Swan, no ponga más excusas y guárdese sus palabras que no servirán de nada. Ahora absténgase a pasar y sentarse en su lugar.
Obedecí de inmediato. La mirada de Rachell se encontró con la mía, la salude con la cabeza al igual ella hizo lo mismo. Winmars continúo con su clase.
—Bien y como estaba explicando hace unos momentos. Los Wizanomus, son mitad hechiceros-mitad humanos. Tienen poderes que sus padres hechiceros puros les heredaron— Hizo una pequeña pausa para continuar —Por mi parte yo no los considero seres mágicos, pero viven en nuestro mundo. No tienen poderes mágicos como los tiene un hechicero puro; sus poderes son psíquicos, físicos y mentales.
Mire un pequeño de cabello resbalar por mi frente, resople para quitarlo mi rostro. Parpadeé varias veces al sentir mis ojos arder de sueño, la clase de Magialógia no era para nada agradable y mucho menos si la impartía la señorita Winmars.
Observe a mi alrededor, algunos estaba desparramados en sus bancas, otros apoyando su cabeza sobre la mesa y algunos anotando apuntes en su libreta. Rachell anotaba cada palabra que decía la señorita Winmars sin perder detalle alguno.
—Pss— dije en bajo en dirección a la chica castaña —Pss— volví a chistar al ver que no me hacía caso. Rodé los ojos. —Rachell.
De inmediato volteo a verme — ¿Sucede algo, Jane?
—No entiendo nada— susurre.
Rachell negó con la cabeza y después estampo su mano contra su frente «Eres una tonta» Leí su pensamiento.
—Te explico en el descanso— imito el mismo tono.
—Gracias Rache...
— ¡Señorita Swan!— Winmars se tomó la molestia de interrumpir su clase —Me haría el gran favor de salir de mi clase— Mantenía su mandíbula apretada luciendo imponente mientras señalaba la puerta.
Sin ninguna palabra, me levante de mi asiento, puse los ojos en blanco a pasar por su lado y salí del aula cerrando de un golpe la puerta detrás de mí.
La hora del descanso llegó. Camine hasta el comedor por unos cuantos pasos, no quedaba tan lejos de la aula de Aritmagia. El olor de la comida recién hecha inundaba la sala por completo, la boca logro hacerse agua al olfatear el aroma de algunas especias. Recordé aquella cena de navidad en la Tierra en casa de la abuelita Margot, el olor a romeros, pimientos, orégano y laurel aromatizan al hogar en aquellas épocas decembrinas.
Mientras me introducía y caminaba por la cafetería aquel olor de patatas también se hicieron presentes. Tome la charola de aluminio en mis manos, a aprietos logre poner en la inmensa fila de hambreados, para esperar a que avanzara.
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Another World| L.T
Fantasy"Una profecía, siete semi hechiceros, demonios y un solo ganador" "La batalla final se aproxima..." Una aventura sobrenatural llena de magia, guerreros y romance; algo extraordinario y único... Another World Descubre quien ganara en la batalla.