Adoptando Híbridos [Tokyo Revengers Y Tú]

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– Y ahora solo – ¡Puf! En el lugar donde aquel híbrido de perro estaba ahora se encontraba dicho animal

Pelaje negros y ojos de igual color, su rabo se movía de un lado a otro en lo que saltaba para subirse a los brazos de la castaña

- ¡Bien! - felicitó con caricias y aplausos la ojimarrón - Que lindo cachorrito eres~ ¡Lo lograste, Shin! - alzó en brazos al perro el cual en cuestión de segundos, tras la repentina bola de humo aparecer nuevamente, se vió al híbrido canino cubriendo su cara con ambas palmas de sus manos

– No lo controlo aún...

– Si no están acostumbrados es obvio que no lo controlarán...

- Nahoya no seas presumido - regañó al más alto en lo que bajaba al pelinegro - solo necesitan práctica y seguramente lo dominen

La puerta del cuarto se abrió y por ella el híbrido de tigre entró con pereza y aparente sueño

- ¿Tora? - El de  mechas se aferró al cuerpo de la femenina en un abrazo - ¿Sucede algo?

– Mmm – Negó con pereza y observó por unos segundos a su alrededor, un hurón, un híbrido de hurón y al pelinegro mayor – ¿Qué hacían?

- Al parecer los híbridos pueden hacer eso - señaló como aquel hurón de pelaje rosado se convertirá en un híbrido de tal animal

– Oh... Si, ya sabía – ignoró los reclamos de aquel mayor presente y volvió a esconder su cara en el cuello de la más baja

- Shin, ¿No quieres tomar un descanzo? Estuviste practicando desde hace dos horas...

– ¡15 minutos! Solo 15 – se acercó hasta la mesita de aquel cuarto y seco su sudor con la toalla que había

La castaña tomó la mano del de mechas y salió del cuarto, comenzó su recorrido por aquella casa, saludaba  a varios híbridos en lo que caminaba a su destino, la puerta de salida

– ¿Saldremos?

- Quiero un poco de aire, ¿No te molesta salir un rato?

El más alto negó y se colocó con rapidez aquel calzado suyo

Realmente ninguno sabía a dónde iba, pero ambos se sentían cómodos con la compañía del otro

Entre charlas sin sentido y risas de por medio durante varias  horas caminando, ambos frenaron su paso frente a un lugar conocido para ambos, el cartel de “Solo personal autorizado” resplandecía con aquellos colores neón resaltantes

- Uh... Lo lamento, no sabía que

– ¡No te preocupes! Este lugar, ya no es más que un tonto recuerdo – tomó la  mano de  a chica y dió un leve  apretón junto a una  ligera sonrisa

- Mejor vamos por un café, ¿Te parece? - se volteó para seguir con su paso antes de que un quejido frenara su paso

Intercambiaron miradas y voltearon a la vez a ver el callejón junto a ese oscuro lugar

– ____

- No podemos dejarlo tirado - Soltó la mano del chico y se adentró al callejón observando un híbrido

— ¡¿Dónde se metió ese estúpido perro rabioso?! — se escuchó una ronca voz dentro de aquel lugar y pisadas desesperadas

Corrió dónde aquel híbrido ignorando como este  le gruñía de forma  amenazante, el tigre tras de ella observaba al desconocido de  igual manera