Adoptando Híbridos [Tokyo Revengers Y Tú]

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-Mmm- La castaña tomó nuevamente un trozo de aquel pastel y lo volvió a probar, sonrió al sentir aquel dulce sabor en su paladar

-¿Te gusta?

-Me encanta

El de anteojos sonrió con ternura observando a la castaña, soltó una risa y acercó una servilleta a los labios de la chica, limpió restos de aquel postre y negó con diversión

-Comes cómo bebé

-Dejame comer tranquila... Ahora que lo pienso, Yo no ordené

-¿Eh?- El castaño la observó confundido para seguido observar en dirección a la cocina -Creí que...

-¿Mmm? ¿Creiste?

-Bueno, Kaito dijo que pediste un pastel... Y que querías que Noa te lo preparará- frunció el seño mientras se levantaba e intentaba ver desde su lugar hacía la cocina

-Bueno, no conozco al tal Noa así que no creo poder pedir que específicamente el me preparara algo- observó confundida su mano y luego el postre frente a ella, abrió su boca para poder hablar cuando el chico frente a ella se fue rápidamente a la cocina -Kisaki...?

-Hola linda!- un pelinegro tomó asiento a su lado mientras tomaba su brazo y lo pasaba por sobre su hombro -¿Te importaría acompañarme?

-¿Uh?- No se sentía capaz de poder formular dos palabras juntas, su cuerpo débil y sus ojos cerrarse

-Tu no te preocupes linda- se levantó junto a la de ojos marrón y comenzó a caminar fuera del establecimiento

-¿Quién... Eres...?- sintió sus piernas temblar y como el hombre a su lado la sujetaba con fuerza

-Eso no importa ahora... Linda, realmente siento esto- Alzó a la mujer en sus brazos y al salir se subió con rapidez en un auto el cual, tras divisar al dueño de la cafetería salir y buscar algo desesperadamente, arrancó sin esperar

-¿Está...?- el conductor del auto movió el espejo a modo de ver a los dos jóvenes sentados detrás

-Está haciendo efecto, Kaito, relájate- El pelinegro acomodó a la chica contra la puerta y se alejó de ella lo que su poca distancia le permitía -Dios... Ésto está mal...

-¿Qué parte? ¿Secuestrar a la señorita? ¿Drogarla? ¿Llevarla a la boca del lobo con un montón de imbéciles que quieren hacer quien sabe que cosas con ella?

-Callate_ pateó el asiento del chico y bufó observando por la ventana la rapidez con la que el paisaje pasaba -Nos iremos al infierno por esto...

-Al menos tendremos un tiempo más de vida, nosotros y...- Sus manos se aferraron al volante y negó

-¿Crees que... Kisaki nos busque por esto?

-Claro que nos buscará, pero si tenemos suerte podremos escapar una vez terminemos esto, y ellas seguirán con vida- Acomodó el espejo para dejar de ver a el dúo detrás de el