Adoptando Híbridos [Tokyo Revengers Y Tú]

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Habían pasado dos meses desde que renunció a la cafetería, consiguió trabajo como asistente de profesores en la universidad donde estudiaba, consiguió acomodar su horario y tenía una paga justa para poder arreglarse, sin mencionar que gracias a un amigo lejano consiguió una casa en una zona silenciosa, era grande y podía ajustarse a su presupuesto

Ahora se encontraba en la zona de cocina en aquella grande universidad cuando dos niñas pasaron corriendo a su lado

—¿Uh?

—¡Mana, Luna!— un chico de cabellos lilas pasó corriendo a su lado, las dos niñas comenzaron a correr a su alrededor mientras eran seguidas por el chico

La castaña soltó una risa y alzó rápidamente a las dos pequeñas ovejas las cuales chillaron del susto

—Veo que hoy tenemos a dos pequeñas revoltosas en la cocina— sonrió con ternura

—¡Perdón!— Se inclinó frente la castaña viéndola apenado, levantó la vista al sentir  unas palmadas en su cabeza

—Takashi, Takashi, Takashi— la chica sonrió mientras negaba, viendo al apenado híbrido asentir —Ve y prepara tu estación, yo me encargo de estas dos pequeñas, ¿Te parece?

—Ah... Claro, ¡Gracias, Valdez-san!

—¡Dime ______! - le recordó alegre, mientras acomodaba ambas niñas en sus brazos y las llevaba hasta la mesa junto a la del profesor, tomó la nota que había en aquel escritorio y la leyó

“____, lamento informarte que por temas médicos hoy no podré ir a la clase, mis disculpas por no avisarte con tiempo, me surgió un imprevisto, agradecería si pudieras continuar con la clase tú ya que te comenté con lo que trabajaríamos esta semana

Atte; Harukima Miyamoto

—Perfecto...— soltó un pesado suspiro y volteó a ver a las niñas, las cuales estaban sentadas en su mesa charlando entre ellas —Mana y Luna, ¿Verdad?

Las niñas asintieron

—¿Les gustaría ser mis pequeñas ayudantes por hoy?— soltó una risa al ver al dúo muy emocionadas —Muy bien, entonces vengan

Subió al dúo al escritorio del profesor y aplaudió dos veces, llamando la atención de la gente en el salón

—Bien, quiero comentarles antes que nada que el profesor no podrá asistir a la clase por temas médicos— sonrió negando al ver algunos alumnos festejar —pero que me dejó a cargo del trabajo, por lo que hoy, con ayuda de mis pequeñas asistentes

señaló a las dos pequeñas niñas subidas a la mesa

—Los guiaremos por su clase, sin más que decir, ¿Qué cocinaremos hoy? - Giró su cabeza en dirección a las niñas, las cuales hablaron entre ellas discutiendo el que cocinar

—¡Postres!

Los murmullos comenzaron y entre ellos algunas quejas, la castaña frunció el ceño y carraspeó la garganta

—¿Hay algún problema con la categoría que las profesoras eligieron?

— Si el profesor no vino... La clase debería ser libre — se quejó un híbrido de búfalo