Adoptando Híbridos [Tokyo Revengers Y Tú]

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La castaña levantó entre sus manos al hurón color negro, miró confundido al pequeño animal antes de que la conocida bola de humo lo rodeara y volviera a su forma humana, o bueno, híbrida

-¿Kokonoi?

–Era una broma

El silencio se apoderó del cuarto, las miradas asesinas que se le dirigían al pelinegro podrían fácilmente pasar a  golpes

La castaña suspiró -Okey... No sé qué hora es, pero sigo con sueño, y es feriado... Así que a dormir- Acarició la cabeza  del pelinegro y volvió a esconderse  entre las sábanas, de las cuales una cola  de tigre sobresaltaba

–Mejor salgan antes de despertar a Kazutora– El mayor presente abrió nuevamente la puerta y les indicó a los presentes irse –Mañana por la mañana hablaré con ustedes, en especial contigo– miró de reojo al hurón y cerró la puerta una vez todos estuvieran fuera

La cámara enfocó la madera gastada de la puerta de aquel cuarto, bajó lentamente hasta enfocar sus pies y, al escuchar un fuerte golpe seco, apunto en dónde la de cabellos blancos, la cual tiraba con enojo de los cabellos negros del hurón

–¡Qu-

–Shhh...– Shinichiro llevó su dedo índice a sus labios y señaló la puerta

–¡Que te pasa!– Gritó en susurros aquel híbrido de hurón, el cual también se defendía tirando de los pelos de la chica

–¡¿A Mí?! ¡Tu broma casi mata a alguien!– Tiró con más fuerza mostrando claro enojo

El mayor presente separó a ambos

–Okey, ya mucho, vamos a dormir– Empujó a ambos con leves palmaditas, a regañadas los presentes se dispersaron y cada quien fue al cuarto correspondiente

–¿Dónde vas?

-A un lado

–¿A qué hora vuelves?

-No lo sé

–¿Por qué nadie te puede acompañar?

-Porque no estaré sola ni en peligro

–¿Dónde vas?

La castaña soltó una risa y besó la frente del pelinegro

-Shin, estaré bien, no te preocupes

–Eso dijiste la última vez y cuando te Vi estabas en el hospital– El mayor tenía las orejas bajas y un puchero en sus labios, su mano estaba aferrada a la ropa de la castaña y la seguía por toda la casa

-Es diferente, Hoy realmente estaré bien, no estaré sola- Tomó las manos del chico y las separó con suavidad de su ropa, le sonrió con ternura y besó nuevamente su mejilla -Prometo no volver tarde, ¿Okey?