Amaneció... está lloviendo... otra vez.
Las gotas de agua provocan un ruido insoportable en mis ventanas, que me impiden volver a dormir... estos días han sido complicados para mí, hoy ya no se quien soy, ya no se si realmente quería un caso a resolver, y ya no es mi problema, hoy ya hay miles de investigadores tratando de resolverlo alrededor del mundo, Víctor Sáenz esta entre ellos aun, pero yo ya no tengo deseos de seguirlos, después de lo que paso, no dejo de tener pesadillas...
Me he preparado un café, hice mis ejercicios, me bañé, y me puse a ver películas antiguas de super héroes... pero me siento vacía, es tan extraño, ver todas esas cosas del pasado, y sentir que son ficción, pero no los super héroes... sino los animales, las creencias, las enfermedades... y todos aquellos alimentos y culturas. ¿si somos inmortales, por que murió todo lo que nos representaba?
—buenos días— se escucho en mi reloj, después de responderle la llamada a Víctor
—buen día, Víctor—
—¿Cómo estás? —
— sabes como estoy, inmortal, igual que siempre—
—¿supiste sobre los nuevos muertos? —
—no estoy al pendiente de nada de eso, Víctor —
—escucha, sé que nunca habías visto a alguien morir, y es normal, nadie en este mundo estaba listo para eso, pero ya han pasado semanas, debes salir, y seguir con tu vida, o de lo contrario solo revivirás ese momento en tus pesadillas—
—ojalá fuera tan fácil, Víctor—
—oye, créeme, lo es, solo debes hacerlo y ya—
—mi madre murió, y no es cuestión de hacerlo y ya—
—oh... como lo siento, yo no me entere —
—no es tu culpa, solo, no me presiones... es que... ella —
—mira, quizá creas que soy un insensible, pero honestamente se por lo que pasas—
—ella, no dejaba de hablar de sus historias nunca, comenzó a llamarme mas seguido, después de la primera lluvia, cuando murió Leo Maximoff, él sonreía, no entiendo porque carajos lo hacía, pero ella también lo hizo, la vi, vi su cuerpo en la morgue, ¡carajo! Ella también sonreía— no pude contener mis lagrimas — ¿Cómo se supone que lo entiendas? — Víctor se mantuvo en silencio un momento, y después habló
—yo viví en la época de la inmortalización... al principio, todos podían morir, y no todos deseaban ser inmortales... algunos se sometieron al proceso... otros no... mi abuelo era uno de ellos, él y yo vivíamos en el campo... yo era muy joven, y vivía en mi propio mundo, no tenia idea de que la vida solía ser efímera, en mi cabeza, todos éramos inmortales... y un día, tuve que verlo, ver esa sonrisa de la que hablas, justo antes de que lo sepultaran... deje de ser un niño ese día... y para mí, la inmortalidad murió desde entonces—
— lo lamento— dije arrepentida
—no es necesario... solo quiero que entiendas, que no tenemos que detenernos, sin importar nada—
—¿pero cual es el caso? Ya hay miles investigando, de que sirve mi ayuda —
—podrás estar ahí cuando se descubra esto, debes saberlo —
—saber ¿qué? —
—desde que comenzó esto, ya han ocurrido miles de muertes en solo unos cuantos meses, todas esas muertes eran en personas pertenecientes a la época de la inmortalización, pero esta última semana, la situación cambio—
—¿de que hablas? —
—hablo de que ya van tres muertos, de no mas de ocho mil años, son los únicos por ahora, y no consumían sabores del olvido, ni vivían en la nostalgia, eran personas normales, del mundo moderno—
—pues igual, las semillas fueron analizadas y retiradas del mercado, sencillamente, no pudo comprobarse nada—
—es verdad, pero hay un sujeto al que deberíamos ver—
—¿Quién? —
— Romeo Vernon, es otro de los tantos que están buscando respuestas, y tiene algo importante que decirnos, ¿vendrás ahora? —
—está bien— le respondí antes de colgar
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El Dia Que La Inmortalidad Murió
Ficción GeneralEl mundo a alcanzado la inmortalidad, ¿pero a que costo? ahora la vida se ha vuelto monótona, y Roxanne García, una amante de lo detectivesco, vive esperando el caso de su vida, pero pronto entenderá, que lo que sueñas o crees desear, no es siempre...