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Yeimy aprovechó para morder y estirar suavemente el labio inferior de Charly, cosa que hizo gemir sutilmente a éste. El beso se estaba tornando tan húmedo y tan caliente que se vieron en la obligación de parar para coger aire. Sus pechos subían y bajaban rápidamente mientras se miraban a los ojos con intensidad. Yeimy pasó la lengua por sus labios, saboreando el vino que aún permanecía impregnado en ellos, ahora también mezclado con el whisky que había estado bebiendo antes Charly. Éste al observar ese gesto, se abalanzó a sus labios de nuevo y comenzó a caminar hasta dejar pegada la espalda de Yeimy en el borde del jacuzzi. Le dio tregua a sus labios y comenzó a deslizarse por su cuello, dejando besos húmedos y pequeños mordiscos que estaban volviendo loca a Yeimy.

Al cabo de pocos segundos ambos se encontraban desnudos en el agua mientras que la poca ropa que llevaban puesta flotaba por ahí a su alrededor. Charly aprovechó que Yeimy se había separado del beso para bajar y atacar uno de sus pechos. Está echó la cabeza hacia atrás al notar la lengua húmeda de Charly en su pezón y soltó un breve gemido, provocando que él se calentase todavía más. Yeimy aprovechó para deslizar su mano por debajo del agua hasta agarrar el ya muy duro miembro de Charly y acariciarlo lentamente de arriba hasta abajo continuamente. Charly despegó su boca del pecho de ella para soltar un largo y ronco gemido al sentir el contacto de la mano de Yeimy. Decidió dejar que ella lo siguiese haciendo un rato más, así que él permanecido mirándola mientras se mordía el labio con el ceño fruncido y soltaba pequeños gemidos de vez en cuando.

- Princesa... - gimió Charly mientras sujetaba el cuello de ella con una mano. Se sentía increíble ese movimiento que ella estaba marcando.

Yeimy aprovechó para agarrarle una nalga con su mano libre mientras seguía manteniendo ese ritmo delicioso que estaba haciendo perder la cordura a Charly. De pronto él se tensó más de lo normal y comenzó a respirar demasiado rápido, señal que Yeimy entendió a la perfección y comenzó a acelerar el ritmo. Charly cerró los ojos con fuerza y se dejó llevar del todo mientras Yeimy lo observaba fascinada, muy atenta a cada gesto y a cada ruido que salía por su boca.

- Rico escucharlo papi - dijo Yeimy muy pegada a los labios de Charly.

Este que aún intentaba recobrar la compostura sonrió levemente y posó un beso en los labios de ella. Acto seguido se mordió el labio inferior.

- Ahora yo quiero escucharte a vos - La sujetó de la cintura y la alzó hasta dejarla sentada en el borde del jacuzzi, quedando él a la altura de sus rodillas.

Charly posó un tierno beso en su rodilla derecha para luego comenzar a separar sus piernas con ambas manos y posar más besos húmedos por el interior de éstas, saboreando cada centímetro. Se quedó parado unos segundos al llegar a su intimidad, pero no tardó en sacar su lengua y lamer lentamente su centro. Yeimy dio un pequeño espasmo al notar la lengua de Charly en su intimidad y soltó un fuerte gemido. Éste sonrió satisfecho sin dejar de lamer el pequeño botón esponjoso de Yeimy, hasta que al final acabó enterrando toda su boca entre las piernas de ella y Yeimy gimió aún más fuerte al notar ya no solo la lengua, sino también los labios de Charly lamiendo, chupando, besando y explorando su intimidad con toda la libertad. Yeimy lo agarró del pelo intentando no apretar demasiado, aunque se le estaba complicando debido a las maravillas que Charly estaba haciendo con la boca. Ella notó cómo Charly paraba de golpe y acto seguido introducía dos de sus dedos en el interior de Yeimy. Ésta echó la cabeza hacia atrás y gimió alto y duro. Charly enseguida comenzó a mover sus dedos mientras retomaba el ritmo con su lengua también. Al cabo de unos segundos Yeimy no pudo más y también explotó de placer con un grito.

La cabeza le daba vueltas debido al intenso orgasmo y también al alcohol. Notaba como Charly acariciaba sus piernas y acto seguido la agarró de la cintura para introducirla de nuevo en el agua junto a él. Las piernas de Yeimy temblaban todavía, así que se aferró fuertemente a su cuello. Esto les hizo tambalear a ambos y perder el equilibrio hasta terminar sumergidos bajo el agua del jacuzzi. Al sacar la cabeza ambos comenzaron a reír escandalosamente debido a la mezcla de emociones y sensaciones.

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