VOLVERTE A VER

8

Nada más llegar a su depar, Yeimy automáticamente se sacó los tacones, el vestido y se colocó algo más cómodo. Agarró su celular y marcó el número de su hijo mientras se preparaba un café y algo de desayunar. Necesitaba algo de fuerzas para el día de hoy.

- ¡Amá! - dijo Erick soltando un suspiro de alivio a la vez - ¿Dónde estabas metida? Me tenías muy preocupado.

- Quiubo amor. Sí yo sé, perdonáme.

- ¿Y dónde estabas metida? Nunca llegaste a tu casa ma. Estuve a punto de llamar a la policía en serio, estuviste desaparecida toda la noche.

-  Acá viene el problema- dijo ella suspirando pesadamente-  Estuve con Charly, Erick- cerró los ojos con fuerza automáticamente tras esa frase.

- ¿A lo bien? - dijo Erick sorprendido.

- A lo bien- dijo Yeimy imitándolo.

- Pero ma... ¿ustedes se arreglaron o...?

Yeimy emitió un quejido y suspiró pesadamente.

- No lo sé. Yo creí que sí, pero ahora mismo no lo sé amor.

- ¿Otra vez volvieron a discutir?

-  Eh, bueno, digamos que un poquito si.

- ¿Que pasó? - dijo Erick con voz dulce. Realmente tenía una paciencia enorme con sus padres porque se la pasan así cada vez que se ven, peleando y reconciliándose.

-  Pasé la noche con él, aunque no estaba planeado, y después en la mañana adivina quién lo vino a buscar a la puerta del hotel.

- ¿Quién?

- La camarera de la fiesta de anoche. - ríe irónicamente y niega con la cabeza- ¿Te das cuenta?

- ¿Había quedado en verse con ella también? - dijo Erick sorprendido.

- Charly dice que no, pero pues... - se quedó callada y suspiró pesadamente.

- Hablá con él, tal vez las cosas son de otra manera. A lo bien ma, yo no creo que mi papá sea tan idiota de dejarte quedar a pasar la noche si tenía pensamientos de verse con esa mujer a la mañana, ¿no creés?

- No lo sé, de Charly me espero cualquier cosa. - dijo terminando de prepararse el desayuno y colocándolo todo en la mesa.

- Hablen ma, no dejen que la falta de comunicación y los malentendidos vuelvan a alejarlos. Yo tengo que dejarte, cuidáte mucho y por favor no volvás a desaparecer tanto tiempo. Te amo.

- Te amo hijo, chao pues.

Yeimy descolgó el teléfono mientras soltaba aire pesadamente y cerraba los ojos unos segundos. No sabía por qué con Charly las cosas eran siempre así, tal vez en su interior cierta parte de ella aún seguía desconfiando del Charly enrumbado. Desconfiaba de que hubiese dejado atrás esa etapa de ligón en la que se acostaba cada noche con una diferente. Abrió los ojos de golpe y decidió concentrarse en la comida. Su teléfono comenzó a sonar otra vez, ella abrió los ojos más de la cuenta y descolgó rápidamente.

- Juanjo, que pena contigo, disculpáme - dijo Yeimy tapándose la boca para que no se le saliese nada de lo que estaba masticando.

- Yeimy, ¿que pasó pues? Llevo una hora esperándote, ¿todo bien?

- Sí. Sí, sí, sí, es que se me fue la hora bien feo te lo juro. Eh... ¿Sabés que? Dame quince minutos y te caigo, ¿listo? - dijo Yeimy incorporándose de la mesa.

- Está bien, hacele que tenemos mucho que hacer parcera.

Yeimy descolgó el teléfono y lo medio tiró en la mesa, acto seguido corrió a su cuarto maldiciendo repetidas veces. Se puso lo primero decente que encontró, se alistó un poco el cabello, otro poco de maquillaje y ya estaba casi lista. Guardó lo que había preparado de comer, agarró todas las cosas que necesitaba y salió medio corriendo hacia su auto.