Capítulo 23

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KAMI

No tardé mucho, después de que las chicas se marcharan, en llegar hasta la habitación de Julian y tocar a la puerta suavemente.

El barullo que estaban montando mis amigos desde la otra esquina del motel era impresionante y me demostró que Thiago pasaba de inmiscuirse en lo que quisiésemos hacer o dejar de hacer.

Me pareció una postura extraña teniendo en cuenta que parecía que se había tomado el papel de «profesor» bastante en serio, pero no pensaba quejarme. Seguramente estaba haciendo uso de sus preservativos con alguna chica cualquiera que hubiese conocido en el 7-Eleven...

No le di muchas vueltas a lo que fuera a estar haciendo y esperé pacientemente a que Julian me abriera la puerta.

Cuando lo hizo solo llevaba unos pantalones de chándal grises y nada en la parte superior. También iba descalzo y con el pelo oscuro revuelto y húmedo después de la ducha.

Me fijé en su torso, muy definido y fibroso, y en los lunares que salpicaban su piel aquí y allá.

Lo primero que pensé fue que era una pena que fuera gay. Aunque bueno, era una pena para las chicas... Los tíos se llevaban algo demasiado bueno como para haber tenido que darme cuenta tan tarde.

—Pensaba que no vendrías... —dijo con una sonrisa que le iluminó los ojos marrones.

—Te dije que lo haría, ¿no?

Se movió hacia un lado para dejarme pasar.

—Bueno... eres muy dada a olvidarte de las cosas. No me hubiese sorprendido encontrarte con tus amigas al final del pasillo... la verdad.

—Me alegra saber que hoy te he sorprendido para bien, entonces —dije entrando y fijándome en que solo había cosas en una cama. La otra estaba vacía.

—¿No compartes habitación con nadie? —le pregunté sintiendo un poco de pena al ver que lo habían dejado solo.

—Me gusta estar solo... Siempre y cuando no signifique perderme una noche de pelis contigo, claro.

Sonreí y le enseñé el paquete de M&M's que le había robado a Ellie.

—No podemos hacer palomitas, pero oye, yo con el chocolate me conformo.

Julian se rio y me indicó que me pusiera cómoda.

—¿Qué peli te gustaría ver?

—Mmm... Me han dicho que El exorcismo de Emily Rose está muy bien y que da mucho miedo.

—No la he visto, así que por mí genial.

—Además creo que está en Netflix...

Julian se giró un momento hacia mí.

—No tengo Netflix —dijo apenado.

—¿No tienes Netflix?

Negó con la cabeza y creí ver que se avergonzaba un poco.

—Tu hermana es la persona más aficionada a las series que he conocido en mi vida. Tiene Netflix, HBO, Hulu, Amazon Prime... ¿Nunca le has preguntado la contraseña?

Julian se encogió de hombros un segundo y se agachó para coger algo de la neverita.

—No me llevo muy bien con mi hermana..., la verdad.

Presté atención al ver que parecía querer hablar del tema. Era como si hubiese podido escuchar la charla que habíamos tenido sobre él hacía unas horas.

—¿Y eso? —pregunté de manera distraída.

—Kate a veces... puede ser un poco cruel —admitió girándose hacia mí con dos botellas de Coca-Cola.

DÍMELO BAJITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora