Forbidden love [Alexander Ludwig y Tu]

Capítulo 20

Terminamos de cenar y le dije:

(T.N.): estaba delicioso, dime Alexander donde aprendiste a cocinar?

Alexander: cuando era pequeño, a mi mama le pareció buena idea ponerme en clases de gastronomía, por el hecho de que mi padre nunca pudo cocinar nada más que un sándwich para ella, entonces digamos que lo hizo para que cuando llegara el momento de tener una novia y/o esposa, no solo cocinara ella, como lo hacía mi papa con mi mama.

(T.N.): bueno, creo que fue una excelente idea?

Alexander: mmm..., por qué? (dijo divertido)

(T.N.): porque si algún tuviéramos un hijo, tú le cocinarías estas comidas tan deliciosas que haces.

Alexander: jajaja, ten lo por seguro, pero mi amor?

(T.N.): qué?

Alexander: creo que a cómo vas, cuando tengamos un hijo, voy a tener que hacer 6 platillos diarios, 2 para en la mañana, 2 para la tarde y 2 para la noche.

(T.N.): OYE! (dije sonrojada)

Alexander: no mi amor, te estoy molestando.

Nos besamos, ya eran las 9:30 pm, y como no estábamos nada cansados, nos pusimos a ver una peli de miedo (la películas es insidious). En una de las escenas, yo pegue un brinco de susto y me caí del sofá, y Alexander se empezó a reír, luego yo me empezó a reír y luego me ayudo a pararme, y me dijo:

Alexander: jajaja mi amor estas bien?

(T.N.): jajaja sí.

Alexander: te asustaste?

(T.N.): no, por eso pegue un brinco y me caí del sofá. (Dije irónica)

Alexander: jajaja amo tu ironía, (me sujeto cuerpo contra cuerpo) pero sobre todo te amo a ti. (Nos besamos). Además aquí me tienes a mí para protegerte hasta el fin de los tiempos.

Yo lo miraba con una sonrisa de alegría, que suerte tengo, volví a encontrar el amor, y era un amor puro y real.

(T.N.): yo también, te amo mi amor.

Luego nos volvimos a sentar a ver la película, al rato nos quedamos dormidos en el sofá. A la mañana siguiente, me desperté y note que Alexander no estaba así que me pare para ir a buscarlo, estaba en la cocina, lo sorprendí por detrás con un beso en la mejilla.

(T.N.): bueno días.

Alexander: buenos días mi amor, como despertó tu pancita, hambrienta imagino (dijo sarcástico, y divertido).

(T.N.): OYE (dije apenada).

Nos besamos.

Alexander: ya sabes mi amor, que tu cuerpo es para morirse, esta tallado a la perfección, es natural que tenga hambre.

Lo golpee levemente en el brazo

(T.N.): Alex (dije apenada y sonrojada)

Alexander: jajaja, me encanta eso de ti.

(T.N.): qué?

Alexander: que cada vez que te digo eso, te sonrojas y tiemblas cuando estas cerca mío, como si me necesitaras.

(T.N.): eso es por qué te amo y te necesito.

Alexander: yo también te amo, mi princesa, y ahora qué te parece si desayunamos?

(T.N.): claro.

Terminamos de desayunar y me fui a bañar, me seque y me vestí, luego me monte en el auto con Alexander, y nos fuimos a la escuela.