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Jisung movía sus caderas sobre el mayor, creando una fricción placentera para ambos.

Las manos de Minho reposaban sobre la delgada cintura del chico, de vez en cuando apretándola para robarle gemidos que se ahogaban en sus propios labios.

Por todo el lugar solo se escuchaba el húmedo sonido de sus labios chocando entre si en un beso desesperado.

Las manos de Minho bajaron al trasero de Jisung, apretándolo y acariciándolo a su gusto sobre el apretado pantalón del uniforme.

Hasta que el sonido del timbre los sobresaltó a ambos.

Se separaron lo más rápido que pudieron, arreglándose el uniforme arrugado y dejando sus camisas por fuera para tapar sus notorias erecciones.

Era casi una rutina.

Solo que esta vez se les había olvidado que estaban en la sala.

Minho caminó hasta la puerta mientras se arreglaba el cabello, pues las traviesas manos de Jisung solían despeinarlo cada vez que se besaban.

Al llegar a la puerta respiró profundo, tratando de controlar su respiración para no levantar sospechas y finalmente abrió.

Se encontró con una mujer mas o menos de la edad de su madre, quien sonreía amablemente.

─H-hola ─Saludó el chico un poco confundido, nunca había visto a esta señora.

Miró sobre el hombro de ella y se fijó en el enorme camión del que bajaban algunas cosas y las metían en la casa contigua.

Ok, ahora tendrían vecinos.

─Hola, soy la señora Bang, mucho gusto ─Hablo la encantadora señora estirando una mano hacia Minho, quien la estrechó un poco tímido─ Seré tu nueva vecina ¿Están tus padres? Me gustaría conocerlos.

─Oh, no, están en el trabajo ─Contestó tratando de ser educado─ Pero cuando lleguen les diré que pasen a saludar.

─Sería perfecto, muchas gracias.

La señora Bang finalmente se giró para caminar en dirección a la calle de enfrente, seguramente para saludar de la misma manera en que hizo con él.

Minho suspiró un poco más calmado y cerró la puerta para mirar a su novio.

─¿Quien era? ─Preguntó el chico con un cojín sobre sus piernas.

─Al parecer tendré vecinos nuevos ─Respondió Minho sin tomarle mucha importancia─ Subamos a mi habitación, Jeongin debe de estar por llegar ─Recordó al ver la hora en el reloj.

─Llévame, no quiero caminar ─Bromeó Jisung actuando de manera adorable.

Minho sonrió, acercándose al chico para cargarlo por sus piernas y llevárselo a su propia habitación. Cerrando la puerta con seguro para evitar accidentes.

...

A la noche, Minho tuvo que ir obligado a la casa de sus vecinos.

Su madre había hecho todo un banquete para darle la bienvenida a la familia Bang, a Minho le parecía algo ridículo.

─Cariño, cambia esa cara ─Le susurró su madre─ Pareciera que no quisieras venir.

Y la verdad es que no quería.

Prefería quedarse solo en casa con Jisung, con la excusa de que este último necesitaba ayuda para hacer una tarea, pero su madre insistió en que podía ayudarlo al día siguiente, ya que era importante que conocieran a sus nuevos vecinos.

Do Revenge - MinchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora