𝚖𝚢 𝚕𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝚐𝚒𝚛𝚊𝚏𝚏𝚎 [𝚈𝙼]

t r e s

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El omega de mejillas rechonchas estaba pasándola bastante bien, se puso aún más feliz cuando anunciaron que juntarían las facultades de música y danza para la fiesta que se haría después de algunas actividades, estaría cerca de Yoongi.
Algunos alumnos de danza mostraron sus diferentes tipos de especialidades en el arte, descubrió que Hoseok baila de manera fluida el Hiphop junto con Jungkook, una chica llamada Lisa, bastante delgada baila de todo y cuando llegó su turno, sintió como la timidez dejaba su cuerpo.

Al ritmo de música contemporánea movía su cuerpo de una manera exquisita, los Sumbaes de danza estaban embobados, más los alfas por obvias razones, algunas omegas miraban con ojos furiosos al pequeño niño, pero Jimin mantenía sus ojitos cerrados dejándose llevar por las sensaciones que el hacer lo que más le gusta en el mundo le dejaba en cada movimiento que hacía.
Terminada la canción abrió los ojos y con todas las miradas de asombro, admiración y por desgracia, de envidia y enojo, se sonrojó dando una reverencia en agradecimiento, y así escuchando el estruendo de varios pares de manos chocando entre sí.
Con una sonrisa que hacia cerrar sus ojos, se acercó a donde estaban sus nuevos amigos.

—¡Wah Jiminie, te la rifaste! —gritó Hoseok.

—Eso fue genial Jimin hyung —le dijo Jungkook.

—¿De verdad les gustó? —Ambos asintieron— ¡Me alegra mucho saber eso!, uh, por cierto, ¿donde esta mi hyung?

—¿Yoongi? —asintió— creo que dijo que iría al baño.

—Oh bueno, iré a buscarlo —emocionado fue directo a los baños a buscarlo, pero un sonido extraño, que más bien eran gemidos lo detuvo, pero la curiosidad era más fuerte— ¿Yoon... Yoongi hyung? —susurró mientras se adentraba.

Logró divisar al pálido y aliviado se acercó a paso seguro, pero un cuerpo más que estaba unido al de Yoongi lo hizo retroceder, pero sus piesitos se enredaron y calló de nalgas al suelo soltando un chillido, algo que llamó la atención de los que estaban pegados.

—¿Jimin? —jadeó el de ojos felinos— ¿Qué... qué haces aquí?

—Lo siento hyung —arrastro su cuerpo con sus manitas retrocediento— no quise interrumpirlo.

—Nuevas noticias gordito —habló la rubia que estaba subiendo su ropa interior— lo hiciste. —Salió indignada esquivando el cuerpo de Jimin.

Sus ojitos se aguaron cuando escucho la palabra con la que se había dirigido hacia él, no está gordito, lo sabe muy bien, pero escuchar el apodo con el que siempre lo llamaron cuando era niño le entristece y que su amigo no dijera nada le hacía creer que él también pensaba lo mismo.

—Jimin, ¿por qué no me llamaste? —subió su cierre y se acercó al pelinegro intentando ayudarlo, pero éste lo rechazo con un manotazo— ¿Minie?
—Usted también lo cree... —susurró.
—¿Qué dices?
—También cree que estoy gordito.
—¿Qué?, no, Jimin, solo está molesta y dijo lo primero que le vino a la mente.
—Pero no dijo nada cuando ella me llamó así.

El pálido se quedó en silencio mientras veía como el pequeño Jimin se levantaba y corría fuera del lugar, dejándolo con un mal sabor de boca.

—Mierda.

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—Yoongi, Jimin te estaba buscando —le dijo Hoseok en cuanto lo vió— Uh, ¿donde está?

—¿No está con ustedes? —el chico negó.

—Hyung, vi a Jimin salir del lugar, ¿tienen su número?,  quiero decirle que me compre una leche de banana.
—¿Salió?
—Sip... ¿entonces?
—Mierda Jungkook, ¿viste hacia donde iba?
—Lo vi algo desorientado, pero creo que va hacia el lago, debí decirle que la tienda de convivencia es hacia el otro lado.
—Nilya me va a matar.

—¿Quién es Nilya?, ¡Hey! —Sin seguir escuchando corrió hacia la salida preguntando en que dirección era el lago— ¿y mi leche de banana?

El aire le faltaba y sus pulmones comenzaban a doler, pero siguió, aún con el aire frío chocando contra su rostro no se detuvo, rezando con encontrarse con el cachetón, fue entonces que lo vió, echo una bolita en la orilla del lago, mientras lanzaba algunas piedritas.
Iba a hablarle pero las heridas de tanto pellizcarse la manita lo detuvo, se sintió culpable, sabía que él había sido parte de aquello, su lobo rasgaba su pecho, exigía consolarlo y envolverlo de su olor para calmarlo.

—Ji... Jimin —un par de ojitos rojos de tanto llorar lo miraron, solo para volver a soltar más lágrimas saladas— Oh no Minie, no llores por favor, perdóname.

—Váyase —dijo hipeando.
—Sabes que no puedo hacer eso.
—No lo quiero aquí.
—Vamos Jimin, debes perdonarme —se acercó despacio para envolver el pequeño cuerpo con el suyo en un abrazo cálido. — Te prometo que no volveré a hablar con esa tonta chica.
—¿Deberas?
—Deberitas, deberitas. —Apretó más el abrazo recibiendo un ronroneo de parte del menor— Pero ya no llores, ¿sí?, tu hermana me va a matar.
—No lo hará si no se entera —soltó una risita cómplice.
—Regresemos a la fiesta, es turno de mi facultad mostrar lo que sabemos hacer.
—¿En qué eres bueno hyung?
—Ya lo veras.

Aún estando abrazados, se levantaron y emprendieron camino hacia donde debían estar.
Recibiendo miradas de regaño de parte de sus mayores y dando miles de reverencias lo dejaron pasar, siendo justamente el turno de Yoongi demostrar su talento.

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