𝚖𝚢 𝚕𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝚐𝚒𝚛𝚊𝚏𝚏𝚎 [𝚈𝙼]

s i e t e

[🦒]

—Veo que no hemos avanzado con la ropa holgada, ¿no es así Jimin-ssi?

Después de sentirse incómodo con la presencia de la chica y excusarse con ir al baño, decidió visitar a su psicóloga en pleno domingo, sabiendo que es el único día que no daba terapia.

— Es que por eso vine —respondió mientras miraba hacia abajo.
—Es domingo, sabes bien que hoy no es día de consulta.
— Sí, pero en verdad necesito hablarlo.

La señorita Jung, era una mujer de no más de 30 años, que luego de graduarse de la universidad, ya tenía pacientes que atender y la agenda llena, era una buena terapeuta y por ende, sus sesiones eran de un precio bastante elevado, cosa que a Jimin no le importaba, sus padres tenían dinero para aventar por la ventana y jamás se negarian a pagarle algo que necesitara, como lo es una sesión extra fuera de su agenda como paciente.

—Bien, pero esto tendrá un costo ex...
— Lo sé, mi madre le enviará el dinero después —respondió— ¿podemos ir a su consultorio?

Ella suspiró y accedió guiándolo hacia donde lo veía una vez cada dos semanas, camino que él sabía de memoria, al igual que sabía dónde sentarse.

—Bueno —tomó su libreta y pluma— comienza.

— Okey —tomó aire, como de costumbre en cada consulta, comenzó jugando con sus dedos— Todo empieza el viernes, llegué a la universidad por primera vez y creí que compartiría habitación con mi hermana, pero no fue así, dijeron que no habían edificios mixtos, así que pues, ummh...

—Tuviste un ataque de ansiedad.

— Sí —suspiró pesado— odiaba el hecho de tener que convivir con un extraño y desordenado, usted sabe cuanto amo el orden —la doctora sonrió y asintió— tuve una platica, para mi sorpresa, bastante cómoda con mi roomie —ante eso, ella prestó más atención dejando de escribir— nos entendimos muy rápido, me confesó que es bisexual, lo cual vi normal ya que a mí me gustan los chicos.
Para eso, el día sábado teníamos que reunirnos todos en el gimnasio de la universidad, una fiesta de bienvenida, me presentó a sus amigos, demostré mi baile, pero él no estaba, y me pareció una falta de respeto que nos stuviera, pero me dijeron que había ido al baño, entonces pues le fui a buscar, lo cual fue una mala idea la verdad —hizo una pausa, pensando en si revelar la intimidad de su amigo o no.

—¿Jimin? —le habló— ¿vas a continuar?

— Mmmh si —nervioso comenzó a pellizcarse para calmarse— Pues, mi amigo si estaba en el baño, pero no precisamente haciendo pipí o algo relacionado con el lugar.

—Estaba teniendo relaciones sexuales.

— No, no, eso no.

—¿A no?, ¿entonces qué?

— Estaba teniendo sexo —respondió.

—Jimin, es lo mismo.

— A que no —defendió— las relaciones sexuales tienen la finalidad de concebir un ser vivo, el sexo es mero placer —Orgulloso por usar la información que acababa de aprender continuó con su relato— Como le decía, lo encontré teniendo sexo con una rubia, bastante flaca la verdad, pero quien soy yo para criticar cuerpos que no son míos —volvió a sacarle una sonrisa a su terapeuta como era costumbre y prosiguió— aquí viene lo feo, no quise interrumpirlos pero mis pies se enredaron y caí al suelo, como me dolió el madrazo...