𝚖𝚢 𝚕𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝚐𝚒𝚛𝚊𝚏𝚏𝚎 [𝚈𝙼]

n u e v e

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Park Nilya era una omega preciosa de 16 años, sus encantos le han servido de muchas maneras, su aroma a lavanda y naranja también era de mucha ayuda.

Realmente ella deseaba mucho presentarse como alfa y proteger a su hermano omega de los alfas tontos que ella veía acosar a sus compañeras en el colegio.
Nació un veinticinco de diciembre muy frío, a pesar de ser un año menor que su hermano, su madre decidió inscribirla en el mismo grado que estaba cursando su bonito hermano, así podría mandarlos juntos a la misma universidad al mismo tiempo.
Importándole nada que ella quisiera estudiar psicología, al igual que su otro hermano mayor.

Se vió forzada a tomar clases de guitarra y violín, no lo negaba, son un arte hermoso y era talentosa en ambas áreas, pero era frustrante para una niña de tan solo 6 años tomar clases de tan alto nivel.
Le ponía muy feliz llegar del colegio e ir directo al cuarto de baile que su madre había mandado hacer para Jimin y verlo bailar con tanta pasión, a pesar de ser un pequeño niño de 8 años.
Pero también le molestaba mucho que su profesor privado de danza le decía constantemente que estaba gordito lo que llevó al pequeño a tener una TCA a tan temprana edad. A pesar de sus claras acusaciones, su madre nunca lo despidió y su bonito hermano jamás habló.

Vivió frustrada por muchos años, no exageraria si dijera que fue toda su corta vida, agradecía a la madre Luna que la universidad tuviera internado para no volver a ver a su madre.

Perdió su virginidad a los 14 años con un alfa dos años mayor que ella, a pesar de saber que él la penetraría y posiblemente eso le iba a doler lo hizo, todo para hacer enojar a su madre, porque sí, se lo dijo.
Vivió como una chica rebelde después de eso, comenzó a beber con universitarios y se acostaba con ellos, se maquillaba para aparentar más edad y llegaba ebria a casa, vomitaba sobre la alfombra favorita de su madre e iba a dormir, así cada fin de semana hasta que se topo con su hermano en el baño vomitando su cena, se tragó su vómito con sabor a alcohol y lo abrazó llorando, prometiendo no volver a beber y dejar de ser una zorra.

Muy en el fondo, ella solo quería que su madre le dijera que la quería y que estaba orgullosa de todo lo que había logrado, porque a pesar de ser rebelde nunca descuidó el estudio y siempre tuvo buenas notas, quería que le agradeciera todo el esfuerzo y apoyo que le había dado con su hermano. Extrañaba mucho a su padre, quien nunca estaba en casa y cuando lo estaba solo los llenaba de regalos e inmediatamente ponía toda su atención en Jimin, no estaba celosa de él, ella lo ama con su vida, solo que también deseaba ese poquito de atención por parte de su figura paterna.

Llegado el día de irse a la universidad ni siquiera se despidió de su madre, espero a Jimin en el auto, que le había regalado su padre en una de sus visitas fugaces.
Encendió el motor cuando lo vió cruzar por la puerta, esperando a que subiera y colocará su cinturón.

—Conduce con cuidado Park Nilya —le dijo su madre una vez Jimin subió— Me avisan cuando lleguen.

En cuanto escuchó que su bonito hermano le decía sí y adiós mamá, subió el volumen de la música a tope y avanzo sin escuchar las últimas órdenes de la mujer alfa.
Por su rabieta, olvidó que a Jimin no le gustan los ruidos fuertes en espacios concurridos, ocasionandole una crisis nerviosa por un momento.

—Perdóname cariño —acaricio su cabello tratando de calmarlo— lo siento.

Había bloqueado el número de su madre y silenciado sus mensajes, esos últimos días para ella habían sido los más pacíficos que había tenido en 16 años.