Año 1: Hogwarts, el pequeño mortifago y la piedra filosofal

Capitulo 61: El poder del club de duelos

"¡Jajajaja...!" Greyback dejo salir varias carcajadas "Piensan que unos niños que apenas y saben como montar una escoba podrán derrotarme a mi, Fenrir Greyback el terror de muchos aurores"

"Como lo practicamos antes, todos juntos al mismo tiempo" Ananá tenia su varita extendida tal y como todos los miembros del club de duelo "¡Flipendo!"

Desde las varitas salieron los maleficios con gran velocidad, todos lanzados al mismo tiempo hacia el mismo objetivo.

Sintiendo el peligro aproximarse Greyback dio un paso atrás y luego comenzó a correr, dio giros en el aire, paso entre los hechizos, evitándolos a duras penas pero entonces se impulso hacia el frente de una forma tan salvaje como su apariencia.

"Greyback se acerca muy rápido, necesito defensas primer grupo"

Cinco jovenes dieron un paso al frente y lanzaron el encantamiento "Protego" una barrera invisible se hizo presente para detener el avance de Greyback.

El otro grupo siguió lanzando maleficios para hacer retroceder a Greyback aunque hasta el momento fue inútil.

"¿Creen que una barrera podrá detenerme?, idiotas" Greyback se movía con velocidad y entonces uso su puño para golpear la barrera y hacerla pedazos inmediatamente "hola..."

"¡Flipendo Máxima!" desde la varita de William se extendió hacia el frente dejando un rastro de luz color blanco que impacto directamente en la cara de Greyback enviándolo lejos hacia atrás "Directamente desde la biblioteca de Hogwarts"

"¡Atenlo!" desde las varitas de cada uno salió un látigo que amarro a Greyback desde diferentes puntos del cuerpo.

"Eso no funciono antes ¿creen que funcionara?" Greyback se burlo.

"Esta vez no es solo uno de nosotros, esta vez es todo el club de duelo" Ananá menciono con plena confianza.

"Pero se olvidan de una cosa, no estoy solo ¿recuerdas?"

Ananá sintió el sudor de su espalda enfriarse y entonces recordó de que escapaban en un comienzo, miro hacia el otro lado y allí estaba, la figura que no deseaba ver.

"Manuela..." murmuro él un poco triste.

William apunto su varita hacia la mujer lobo "¿dijiste Manuela?"

"¡Mierda!" exclamo molesto Ananá

"Tienes que decirle" Nahuen miro a su compañero "tiene derecho a saber y tu tienes la obligación de luchar, yo retendré a Greyback"

Ananá miro a William que estaba desconcertado mirando al nuevo oponente "Will, ella es... ella es Manuela, tu guardiana, es una mujer lobo y es un poco mas salvaje que otros de su especie, lamentablemente hoy es su día especial en el mes"

"¿Y la poción matalobos?"

"Ella es una excepción a la regla, su fisiología y su legado sanguíneo afectan la enfermedad de la licantropía, la hacen inmune a la poción, además es mas feroz, salvaje y fuerte que otros licántropos. Yo me enfrentare a ella"

"Te ayudare" interrumpió William pero Ananá extendió su brazo hacia él para detenerlo.

"Ella es mi responsabilidad" dijo seguro pero al ver la expresión de William solo pudo sonreír "ella y yo nos conocemos desde primer año, jamás fuimos los mejores amigos supongo que puedes comprender eso, pero ella y yo confiábamos uno en el otro, ahora que esta frente a nosotros con la capacidad de dañar a nuestros compañeros entonces debo detenerla incluso si eso significa que uno de los dos muera..." hubo un momento de silencio entre ambos

"William creo que debo decir esto antes de la batalla" se quedo mirando un momento a su varita "la magia y las varitas son objetos peligrosos que pueden ser usados para dañar a las personas o al mundo, pero nosotros no somos ese tipo de magos, yo uso mi varita para salvar a las personas que amo y quiero, entonces ¿para usas tu magia Will?"

"Mi magia..." murmuro William sin emitir una respuesta entonces cuando volvió a mirar a Ananá esta ya no estaba.

"¡Huripari!" entonces el viento se levanto como un tornado y se dirigió directamente hacia Manuela quien lo sostuvo con sus manos desnudas demostrando su poder superior.

Ananá corrió hacia un lado, hizo levitar las piedras desde el suelo y las lanzo consecutivamente al mismo tiempo que forzaba a que un rayo cayera sobre Manuela, pero incluso eso era capaz de soportar la mujer lobo.

"Vamos quédate quieta, eso será mas rápido si solo te duermes como es normal" se quejo Ananá alejándose un poco de ella para no ser herido o mordido en el peor de los casos, volvió a levantar su varita esta vez creo varias restricciones pero todas fueron destrozadas sin dificultad alguna "bien, no tengo mas ideas, son los mejores hechizos no letales en mi repertorio"

Cuando William llego al otro campo de batalla las cosas se habían salido de control, Nahuen estaba intentando retener a Greyback junto a dos chicas del club de duelo, el resto de los miembros estaba en el suelo inconscientes.