RIVALES |JIYOO|

Capítulo 15

Maratón 1/3

El fin de semana había sido un nuevo descubrimiento para Jiu. Ahora que podía desahogarse con sus amigas, descubrió que estar clandestinamente enamorada de Yoohyeon no era tan malo.

Bueno, era una mierda, pero ella no podía evitar sonreír al pronunciar su nombre y sus amigas a sentir náuseas, cada vez que lo hacía.

El lunes todo iba bien. Estaba con sus amigas caminando directamente a su casillero, pero cuando intentó abrirlo, este no le dejaba.

- Intenta otra vez -le dijo Dami y Jiu volvió a introducir la combinación, pero no quería abrir.

Estaba segura que era el suyo, lo había sido durante dos años. Le dio unos cuantos golpes a la puerta y esta no parecía querer ceder, ya iba a ser la primera clase y su tarea ingles estaba en el casillero. Al final tuvo que desistir y fue hasta la clase, el profesor le restó puntos y ni se tomó el tiempo de escuchar la excusa de Jiu.

Ella apretó los dientes, el día no podía empeorar. Milagrosamente ninguna de las chicas plásticas la habían molestado, aún. Esperaba que lo hicieran, ya que quería ver a Yoohyeon. Después de las primeras clases, al tomar su mochila las dos cuerdas se rompieron, y le quedó colgando de la espalda.

- ¿Pero qué? -comenzó, observó como Yoojun y Sehun chocaban lo cinco disimuladamente antes de irse del salón.

Miró las correas y era obvio que alguien las había cortado, así tuvo que llevar su mochila con las manos.

- Creo que lo del casillero fueron ellos -murmuró Sua, un poco enfadada también.

Ya le había informado al conserje y este había logrado abrir el casillero. Alguien manipuló la cerradura para cambiar la combinación de apertura, así que Jiu tuvo que buscar otro. Llevó los libros junto con sus amigas a un nuevo casillero. Lo abrió, introduciendo la nueva contraseña, mientras a lo lejos se contemplaba como Yoojun se carcajeaba.

- Joder -su amigas la habían ayudando a traer todos los libros y sus cosas, pero ya que tenían clases diferentes tuvieron que retirarse, disculpándose con la rubia.

Jiu fue guardando cada libro, no podía creer que tuviera tantos. Fue casi una sorpresa cuando escuchó el ruido de unos pasos acercándose y al levantar el rostro se encontró con Yoohyeon. Ella vestía una blusa y una falda, al igual que siempre y se había detenido, observando con asombro a la rubia. Jiu no retuvo la sonrisa que se le formó en los labios, mirándola con una cara boba. Yoohyeon, después de durar un rato sin decir nada y mirar a Jiu con la boca entreabierta, se sonrojó y carraspeó secamente.

- ¿Qué haces aquí? 

Jiu frunció el ceño hacia el chico que las observaba con cautela, parecía estar vigilándola.

- Tu querido novio me saboteó el casillero, así que me mudaron a este -dijo encogiéndose de hombros, sentía muchas mariposas en el estomago.

- Eso suena a algo que haría yo -dijo Yoohyeon arrugando la nariz, y Jiu no pudo evitar mirarla con felicidad.

Era muy hermosa, debería ser un delito ser tan adorable y sexy al mismo tiempo. Si dependiera de ella, Yoohyeon ya estaría tras las rejas por el crimen desde hace años.

Yoohyeon, ante el silencio de Jiu y sus ojos marrones escrutando, volvió a sonrojarse e intentó abrir la puerta del casillero contiguo a Jiu, ignorándola. Sus dedos fallaban y tenía que comenzar desde el principio mientras que Jiu la contemplaba, estaba feliz ya que eran vecinas. Levantó la vista y observó con burla a Yoojun, que abría los ojos dándose cuenta del error que había cometido. Jiu se rio de su expresión y Yoohyeon volteó a verla, con los ojos asesinos.