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 Pete tenía esa resistencia por su capacidad de prever sus movimientos y sus tácticas, sabía que tenía que apartar la mirada de sus ojos verdes antes de que este le guiñara un ojo, sabía que tenía que agarrarlo de la cintura y deslizar sus dedos índice y corazón a través de su espina dorsal para hacerlo estremecer y perder el equilibrio para tenerlo a sus pies, sabía tantas cosas de Vampir que muchas veces se sorprendía cuando este conseguía su cometido aún teniendo muchísimas posibilidades de salir perdiendo en el acto.

- En realidad le encanta y se dejó hechizar...- la monótona voz de Henrietta se dejó escuchar después de soltar el humo del cigarro entre sus labios pintados de negro.- ¿Qué ha sucedido?

- Hay más lobos de los que pensaba en clase.- Un gruñido frustrado se dejó escapar entre sus labios.- He contado cinco. Temo que la cifra va en aumento, no sé cuántos miembros tienen en la manada.

- ¿Estás diciendo que podrían poner en peligro nuestra hegemonía como especie dominante en el instituto?

- Y encima vino un chico nuevo. Ni siquiera disimula que es un perro sarnoso, su olor es detestable.- gruñó arrugando la nariz con irritación.

- Lo hemos olido...- Firkle rodó los ojos.

- ¿Quién no? Si incluso los humanos podrían detectarlo...- escupió con molestia en su voz.

- Tendríamos que hablar con tu rival romántico para buscar a los miembros de la manada faltantes... Ya sabes... Ese tipo refinado inglés es bueno buscando gente perdida, es el único que puede encontrar a su amargado amigo francés.

- No pienso contactar con ese estúpido.- gruñó Stan.- Y mucho menos para algo así.

- "Puedo escucharte, Stan..."- los seis vampiros tuvieron la misma reacción al escuchar aquella voz en sus cabezas.

Mike y Stan parecieron sorprenderse más que los góticos, estos se quedaron impasibles.

- "Y respecto al tema de los licántropos... Resulta que hay al menos tres manadas de licántropos en South Park; en la que se encuentra Craig y compañía son apenas ocho licántropos y ninguno presenta ningún peligro para nosotros. En las otras hay al menos veinte miembros, ya me estoy encargando de ellas progresivamente con ayuda de Meyers y Thorn... Os seguiré informando... Ya saben... No podemos matar grandes masas de licántropos, levantaríamos sospechas...".

- Verdaderamente es una gozada tener a una de esas máquinas de guerra a nuestro favor...- el susurro, que parecía más un ronroneo, por parte de Michael se dejó escuchar después de las tranquilas palabras de Gregory.

- Los vampicántropos dejaron de ser máquinas de guerra hace siglos.

- "Las máquinas de guerra fueron proyectos ideados explícitamente para la lucha desenfrenada y descontrolada... Damien es fruto del amor de un buen padre bastante poco valorado..."- fue el susurro de su interlocutor a lo lejos.- "Por suerte, él está a favor de las peleas justas y las considera necesarias, especialmente contra esos apestosos licántropos..."

Telepatía... Una técnica verdaderamente buena cuando se trataba de discreción y doble vida. El problema de la telepatía era la concentración que el usuario debía tener para que el filtro fuera lo más denso posible y se escapara la menor información posible. Lo malo de la telepatía es que si se hablaba sin filtro y sin considerar que alguien inapropiado podría escuchar... Información verdaderamente relevante podría escaparse.

Y llegar a malas manos...

- Kenny.- el rubio se giró hacia aquellos ojos angelicales que brillaban con tanta ilusión que serían capaces de detener una guerra.- Necesito hablar contigo...

177.- Guerra de vampicántropos (South Park AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora