De ser dueño de un café y otras gestas heroicas...

Capítulo 3 : Un buen comienzo...

Las advertencias incluyen: malas palabras, angustia, sentimientos, estilos de crianza y drama.

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Una semana más tarde vimos el café equipado, inspeccionado minuciosamente (todos los funcionarios le habían dado un informe elogioso a pesar de advertirle de su aventura: " Aizawa-san, ¿no estarías mejor en otro lugar? ", " Aizawa-san, mi mi prima tiene una tienda maravillosa en Tokio y te contrataría en un santiamén! ") y lista para abrir.

Además, gracias a que Midoriya Inko mostró su bento en la oficina en la que trabajaba, incluso algunas personas se detuvieron para preguntar sobre su fecha de lanzamiento oficial, menú y precios.

El adolescente malhumorado (" solo llámame Dabi ") también había estado apareciendo de vez en cuando; se había convertido en su probador de sabor no oficial y había insistido (" oye, prepárame un poco de yakisoba y tal vez no incendie el lugar ") en que también hiciera una selección de platos de fideos.

No es que le importara; eran relativamente baratos y rápidos de hacer.

Además, Izuku y su madre los habían aprobado para un estilo diferente de almuerzo (la joven madre trabajadora había recibido sus nuevas tarjetas, recibió una compensación del villano que había sido atrapado e insistió en pagar sus comidas independientemente de él. descontándola) y, bueno, si esta fuera la comida que la comunidad quería, eso es lo que tendrían.

También había comprado una gran Takoyaki-pan eléctrica; servir porciones calientes y rápidas de la sabrosa comida callejera aumentaría sus ganancias y la masa era un juego de niños.

Sin embargo, hornear pasteles era algo que encontraba particularmente satisfactorio, por lo que, por ilógico que pudiera ser ahora que había investigado a algunos de sus posibles clientes, se despertó a las cinco, se saltó su carrera habitual y bajó las escaleras para hornear. .

El "Pastel de comida del diablo" se veía exactamente como debería.

También se veía aún mejor en el pedestal de exhibición cerca de la caja.

Dios, ¿había algo mejor que un resultado predecible?

Tarareando para sí mismo, con el pelo atado en un moño aprobado por la salud y la seguridad en la parte posterior de la cabeza, una alegre gorra negra de chef (un regalo de los chicos con los que había vivido; había llegado por correo el día anterior: era tenía una huella blanca) rematando el look junto con un delantal negro similar sobre su camiseta negra con mangas cortas y pantalones a medida, Shouta se sintió...

Listo , sereno y preparado... independientemente de que uno de sus antiguos compatriotas del centro de atención le haya preguntado por qué abrió un lugar tan vibrante para la comunidad y se vistió tan... sombríamente .

Bueno, seguro que era lógico, ¿no?

En definitiva, el negro no era el color más amigable que podría haber elegido , pero disimulaba la mayoría de las manchas, se veía profesional y, con hilo blanco, tenía cosido el nombre de su establecimiento ("Noraneko Café") en la parte superior de su grueso delantal ignífugo para romper un poco la oscuridad.

Sin embargo, el hecho de que las correas de los hombros tuvieran forma de orejas de gato no tuvo nada que ver con que lo comprara...

"Está bien... el pan está casi listo... el bento está frío... el café se está preparando (no estaba haciendo las ridículas monstruosidades mitad grasa, mitad piel y ordeñado con nueces que le encantaban a sus compañeros de clase en Tokio; los ingredientes eran demasiado caro y lleno de químicos también)... los menús están sobre las mesas, así que..."