De ser dueño de un café y otras gestas heroicas...

Capítulo 34: Domingo...

Las advertencias incluyen: Shouta-WHUMP (Yo... No sé de dónde vino este capítulo... estaban destinados a PINTAR aquí; tch, tendré que actualizar dos veces mañana... Shou-chan, yo amor PERO tienes que dejar de hacerme esto, tío... me estás rompiendo el corazón... ¡PERO te voy a dar MUCHO AMOR~! ¡¡No lo entiendes~!!), angustia , palabrotas, reflexiones sobre la infancia y...

¡¡FFFFFFEEEEEEEEEEEEELLLLLLSSSSS~!!

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La mañana lo despertó (con la misma e inquietante sacudida de huesos y chasquidos de párpados) como de costumbre, su alarma (¿por qué se molestó?) programada para las 05:00 mientras que su reloj biológico natural encontró que las 04:47 eran las 04:47. mejor opción; hmm, ¿cómo es que la gente dormía ocho horas completas?

Je, tal vez debería empezar a dormir la siesta durante el día; siempre podía esconder una cama plegable o un saco de dormir en algún café, ¿no?

¿Dormir entre los clientes, recostarse sobre las mesas, desplomarse debajo de la caja?

Tch .

Que pensamiento irracional.

Luego, sacudiendo esa imagen de su cabeza y tarareando para sí mismo (un hábito que nunca había podido romper), se sentó, apagó la alarma, se bajó del futón y comenzó a hacer flexiones. Una vez que completó los cincuenta requeridos, se incorporó, repasó algunos katas y se dirigió, rápidamente, a su guardarropa, donde agarró los dos atuendos que usaría hoy.

La primera era la camiseta azul cielo con un gato negro pintado sobre su corazón (la misma que había usado en su última salida, si no recordaba bien) con pantalones cargo negros y holgados y zapatillas deportivas sin marca igualmente negras. Las mismas zapatillas que le costaron poco menos de 5000 yenes hace cinco años y que todavía estaban en buen estado; cómo alguien podría o pagaría más solo por un símbolo o un logotipo estaba más allá de él; ilógico _

El segundo era una camiseta vieja y holgada de color rojo desteñido y sus pantalones cortos para correr (podría conseguir más; hubo algunas buenas ofertas en la tienda Mall donde Tomura compró el hermoso traje azul de Hitoshi, ¿no?) y unas chanclas de 500 yenes que usaba para limpiar el baño.

Luego, colocando la ropa en su futón recién hecho (tendría que lavar toda la ropa de cama en algún momento de esta semana, ¿no?) se asomó en silencio a través de la puerta de su habitación para ver a los adolescentes todavía dormitando. donde los había dejado la noche anterior.

Hmm, empezaría a calentarse pronto, ¿no?

Agarrando el control del aire acondicionado, lo subió un poco y se dirigió al baño (je, uno de los dos que tenía para elegir ahora; tan decadente , ¿qué pensarían sus otros hermanos pequeños cuando vinieran de visita? ) para una ducha rápida.

Le ofrecería el otro baño (Uraraka-san había hecho un gran trabajo fregando los azulejos, enlechándolos y agregando accesorios y accesorios nuevos; Dabi le había preguntado si iban a comprar uno de esos inodoros con sonido : la apariencia le había dado al adolescente lo había enviado a un ataque de histeria a los adolescentes).

Eran jóvenes en crecimiento y probablemente apreciarían el espacio y estaba seguro de que Hitoshi no compartiría este con él.

El niño se había emocionado cuando el usuario de la peculiaridad de la llama había ofrecido su habitación actual para poder estar más cerca de él.

Los tres, por supuesto, tenían pesadillas pero , siendo el más joven, era natural que el niño de seis años quisiera estar más cerca del único adulto en quien confiaba que no le había sido arrebatado.