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Seis meses después.
—Creo que deberíamos regresar, hacer algo más como ver una película, —murmuró Renjun.
Dios. Estaba diciendo tonterías. Al volante, Jaemin no dijo nada, tan solo le dedicó una breve mirada antes de volver a mirar el camino que tenían por delante.
Renjun no podía creer que todo se redujera a esto, con él trayendo a Jaemin a casa para conocer a su familia. Muchas cosas habían sucedido en los últimos seis meses. El grupo se separó durante dos meses, solo para unirse y establecerse en una ciudad diferente.
Jeno se estaba recuperando lentamente, pero algunas noches, el antiguo Alfa Cautivo todavía se despertaba gritando o queriendo lastimar a alguien. Por el momento, Jaemin y los demás seguían de cerca a Jeno.
Se turnaban, aunque Chan decía que Jeno podría nunca volver a la normalidad. Jaemin creía lo contrario. Después de todo, Jaemin había estado en el mismo lugar. Todo lo que Jeno necesitaba era encontrar un compañero que pudiera curarlo nuevamente.
—Jaemin, vamos, —se quejó Renjun.
Condujeron por un largo tramo de carretera. Les tomaría cuatro horas llegar a su familia. Aún no se sabe nada de la organización, pero no esperaba que Humans Always se recupere pronto.
Justo después del rescate de Jeno, Jaemin y los demás continuaron su plan de infiltrarse en la base, eliminar todos los registros y hacerlos explotar. Sin embargo, antes de que la instalación cayera, recuperaron a todos los shifters cautivos, así como al personal. Por lo que Renjun sabía, hubo bajas mínimas.
Jaemin había sido más que útil para investigar si la organización seguía vigilando sus instalaciones. Parecía que estaban demasiado ocupados culpándose mutuamente por el desastre.
Pasaría mucho tiempo antes de que volvieran a rodar la pelota.
Aun así, su pequeño grupo siempre estaría alerta.
—No te acobardes. Lo prometiste. ¿Estás preocupado? — Jaemin finalmente preguntó, notando su silencio. —No los asustaré.
Él rió.
—Oh, no estoy preocupado por ti. Creo que les agradarás, una vez que superen el hecho de que eres un shifter. Estoy preocupado por mí. No he tenido contacto con ellos durante mucho tiempo. ¿Qué debería decirles?
Jaemin dirigió la camioneta a un lado de la carretera. Un par de autos los pasaron, pero por lo demás, el tramo del camino permaneció vacío.
—¿Jaemin? —Preguntó mientras Jaemin se desabrochaba el cinturón de seguridad.
—Métete en el asiento trasero. Te ayudaré a relajarte.
—Espera. ¿Qué? —Él demandó. Jaemin salió del auto, abrió la puerta del pasajero y volvió a entrar. Renjun se estaba poniendo duro ante la implicación de las palabras de Jaemin.
