El ayudante de la muerte

Capítulo VII

El trio de parcas platicaron un buen rato decidiendo al final que pondrían de su parte para ayudar a Cream, la única condición que pusieron era que Miles cuando ayudara a más espectros uno del equipo estaría ahí para llevarlos al descanso eterno

Ya recuperado de su fiebre el chico pudo volver a su primer trabajo después de otros dos días de reposo, siendo recibido por sus dos compañeros preocupados por su salud a quienes tranquilizó rápidamente al verlo tan sano y lleno de energía

Esta vez estaba trabajando al lado de su compañera Marisol quien atendía a los clientes mientras él preparaba los vasos de distintos tamaños para quien deseara comprarse un café en esa fría mañana

Se tomaba su tarea con suma calma sin poner mucha atención en el erizo negro de vetas rojas que entraba a la tienda y se paraba frente a la caja

-Bienvenido, ¿qué se le ofrece?-

-Dame dos cajetillas de cigarros-el pájaro se giró detrás suya agarrando las pequeñas cajas sin preguntar siquiera la marca aunque a él tampoco le importaba, solo reaccionó al escuchar su total a pagar quedando sorprendido-¿Cuestan tanto solo dos cajitas?-

-Los precios subieron bastante señor-

-Es mi tiempos los podía conseguir hasta gratis, maldición-sacó su billetera contando el dinero mientras la chica suspiraba deseando que no fuera un cliente que se la pasara un buen rato quejándose con ella como si fuera la causante de que los precios subieran

-¿Si va a comprar amabas?-

-Prefiero llevar ambas que quedarme sin cigarros en la mitad del día-

-No puede ser-el zorro casi tira los vasos y los dejó sin acomodar para asomarse comprobando sus sospechas-¿Shadow?-

-Hola mocoso, así que trabajas aquí-

-¿Se conocen?-Miles trató de mantener la calma y se acercó amistoso hacia el erizo negro con rojo

-Es mi vecino, se acaba de mudar hace unos días y bueno platicamos un poco para que se sienta cómodo-su compañera se les quedó viendo a ambos supuestos vecinos pero antes de cuestionarlo el zorro la interrumpió-Yo lo atiendo, tú no te preocupes-

-De acuerdo, iré al baño-la chica de plumaje morado se fue mientras el chico seguía sosteniendo al del saco oscuro forzando una sonrisa hasta que quedaron solos

-¿Qué rayos haces aquí?-

-Vine por cigarros, si no tengo una en mis bolsillos me pongo muy irritante-

-¿Más?-

-Cuida tus palabras mortal, que no les estás hablando a un cliente cualquiera-

-Solo paga y vete por favor-borró su sonrisa para colocarse en su lugar habitual y extendió su mano listo para recibir el dinero pero la parca guardó su cartera y dejó las cajetillas para ir por los pasillos

-Bueno ahora necesito un café y un buen pan-

-Hay una cafetería en la esquina-

-No haré fila como un imbécil-el erizo sonrió con burla haciendo irritar más al trabajador pero trataba de calmarse

-No sabía que los demás tenían permitido verte-

-Me puedo hacer invisible en cualquier momento y para ellos solo soy otro mortal más que pasa, compra y se va cómo cualquiera-agarró unas donas mientras hacia una mueca-Dios, todo es tan caro-