CULT
/kəlt/
sustantivo
Admiración excesiva por una persona o cosa en particular considerada por otros como extraña o siniestra.
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Esta es una traducción autorizada por nani_punani, quien la publicó originalmente en Ao3 como Cherry, todos los...
Gitana: miembro de una tribu de personas que no tiene hogar
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I was born in the wagon of a travellin' show
My mama used to dance for the money they'd throw...
Nací en la carreta de un show andante.
Mi mamá solía bailar por el dinero que arrojaban ...
Fandral está seguro de que es una bruja, después de eso. ¿Está aún más seguro después de lo que ella le hace, porque quién sino una bruja podría hacerlo?
Así es como Fandral se enamora.
La madre de Fandral nunca ha sido parte de la imagen. Su padre y ella no están debidamente divorciados, pero tampoco están realmente casados. Heidi Kjerfell solo llega a su casa cuando no están, y ella necesita conseguir algo de dinero. Su madre es una modista y una prostituta, y no se preocupa por nadie más que por ella misma.
Fandral no entiende por qué su padre nunca se divorció de ella. Tal vez fue demasiado complicado. Tal vez, incluso después de todo, él todavía estaba enamorado de ella. Lo que sea que fuera, era la razón por la que ella todavía estaba en sus vidas, pero tampoco era parte de ella, por lo que ninguno de ellos realmente podía dejarla ir.
Fue tóxico. Fue sofocante. Fue el juego más traumático de empujar y jalar.
Un día irrelevante, Fandral se salta la escuela. Su padre está trabajando, así que sabe que no lo descubrirán. Por lo general, de lunes a viernes, nadie está en casa hasta al menos las cuatro. Razones por las que Heidi iría en ese momento, lo que ella hace.
De alguna manera, ella todavía tiene las llaves de su casa. El padre de Fandral se negó a mudarse, y aparentemente también se negó a cambiar las cerraduras por el aspecto de las cosas. Fandral está en su habitación cuando oye el ruido de una puerta que se abre. Inmediatamente se sienta en su cama, temeroso de que su padre haya llegado temprano a casa por alguna razón. Pero cuando no ve su camioneta en el camino de entrada, sabe quién es realmente.
Heidi.
Hay un auto en ralentí en su calle, un tipo sombrío que lo mira y Fandral inmediatamente sabe que es uno de los nuevos novios de su madre. Cuando sale al pasillo oye crujidos en la habitación de su padre, y abre la puerta para ver a Heidi revisar sus cajones, tratando de encontrar algo de valor.
—Heidi.
Su madre se da vuelta al escuchar su nombre, su rostro se contrae por las drogas.
—¿Qué coño estás haciendo aquí?
Fandral pasa una mano áspera por su mandíbula. Sus puños se aprietan.
—Debería preguntarte eso —pero realmente, él ya lo sabe. La última vez que estuvo aquí dejó caer una bolsa de éxtasis, mierda que nunca tocó porque estaba estrictamente con heroína, pero del tipo que vendió su novio ex convicto.
