Ѫ CAPÍTULO 21 Ѫ

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Billy sintió el pinchazo en su cuello, detuvo sus golpes y miró a su hermana. Se levanto apenas comenzó a ver borroso.

— ¿Qué demonios es esto, pequeña mocosa?

Sus ojos luchaban por quedarse cerrados, cayó de bruces contra el suelo y Max tomo el bate de Steve.

— Espera Max, que haces... —Preguntó Emma.

— De ahora en más nos dejaras a mis amigos y a mí en paz. ¿Entendiste?

— Vete a la mierda... —Dijo con una sonrisa.

Max apunto y golpeo con el bate por debajo de su entrepierna. Billy la miró asustado.

— ¡Di que entendiste! ¡Dilo!

— Entendido...

Antes de cerrar sus ojos sintió su cabeza ser apoyada en las piernas de alguien y la cara de Ema viéndolo desde arriba con furia.

— ¿Acaso eres un ángel? —Balbuceo.

Y cayó inconsciente.

(°°°Ѫ°°°)

Joyce, Nancy y Jonathan entraron a la cabaña de Hopper con Will en brazos. Se sorprendieron del panorama. Los muebles estaban algo sucios a pesar de que Emma había limpiado hace unos días. Las cosas de las dos niñas se encontraban regadas por algunas partes y las ventanas estaban cubiertas con tablas de madera. Solo alumbraba una luz del techo.

— Es algo... Lindo. —Dijo Nancy algo dudosa.

— Hagámoslo aquí. —Asintió Joyce.

Apartaron la cama de Jane en la que colocaron al niño atado de pies y manos. Mientras tanto comenzaron a calentar la casa lo más que podían.

Colocaron al menos cinco radiadores alrededor de él y encendieron la estufa a leña.

— ¿Estás segura de que es una buena idea? —Preguntó Jonathan a su madre.

— Esa cosa ha estado mucho tiempo dentro de Will... Matemos al hijo de puta.

(°°°Ѫ°°°)

Emma se encontraba en la cabaña de los Byers, sola.

Los demás decidieron irse, aún con Steve inconsciente, a seguir con el plan.

Emma insistió en que dejaran a su hermano con ella, pero sabían que en cuanto los dos hombres despertaran no terminaría nada bien.

La chica decidió quedarse a pesar de las súplicas de los demás. Ella quería ir pero otra parte le decía que no deje al rubio solo. Así que les prometió que apenas el chico despertara, ella los alcanzaría. Mientras tanto ella se quedaría a limpiar sus heridas y a intentar calmarlo cuando despertara.

Los niños, sabiendo que no podrían hacerla cambiar de opinión, tomaron las llaves del auto de Billy y tras recibir indicaciones de parte de Emma sobre como limpiar las heridas de su hermano, y amenazas para que lo curen bien, se fueron.

Y allí se encontraba la azabache, con el rubio durmiendo en el sillón y su cabeza apoyada en las piernas de la chica. Ella estaba limpiando sus heridas con un botiquín que encontró por la casa. Pasó la gasa delicadamente por una de sus mejillas pero el, al sentir el ardor del alcohol, se removió incómodo.

Parece que estaba despertando.

Antes de que se altere ella comenzó a pasar sus manos por el cabello de este. Estas acariciaron y apreciaron los rulos que adornaban su melena. Sus manos descendieron a su frente y acaricio la unión entre el cabello y la piel, sintiendo la suavidad de esta.

La chica no se dio cuenta de que el rubio la miraba fijamente.

— ¿Ya estás tranquilo? —Pregunto alejando las manos de su rostro.

— No te detengas...

Ella, aún dudosa, siguió acariciando las raíces de su cabello. El chico cerró los ojos ante el tacto y suspiró.

"Parece que todavía sigue medio anestesiado" Pensó.

— Lo siento... —Dijo.

— ¿Qué?

—Lo siento —Dijo suspirando—. Por todo. 

Ni siquiera sabía por qué se disculpaba, jamás se disculpaba por ese tipo de cosas, pero sabía que ella lo había tratado bien desde un principio y no quería que tenga esa impresión de él.

Le importaba.

— Está bien. Lo sé... pero debes disculparte con mi hermano. No puedes andar golpeando a la gente porque sí.

Billy se quedó callado sabiendo que ella tenía razón. Emma continuó acariciando su cabello.

— Mi padre me golpeo.

— ¿De qué hablas? —Dijo fingiendo no haber escuchado los gritos y golpes cuando se iba de su casa.

— Me golpeó. Por no haber cuidado de mí hermana. El suele hacer eso...

— Está bien...

— No, no está bien.

Se levanto un poco de su posición.

— No intento excusarme, pero por eso estaba tan enojado con ella. No es justo.

Ella lo miró y acarició su rostro.

— Te entiendo, tienes razón.

Emma sintió su corazón apretujarse al ver la expresión del chico. Había tristeza e impotencia en su mirada. Se acercó a él y lo rodeó con sus brazos.

El chico, sorprendido por la acción, correspondió el abrazo, atrayéndola a su cuerpo.

Se quedaron en esa posición unos minutos. De repente la impotencia del rubio había pasado a la calma. De repente no necesitaba nada más. Estaba fascinado por como la chica podía solucionar todos sus problemas en unos minutos.

De repente se encontró necesitando más de su compañía.

Acarició el brazo de la chica con su pulgar, mientras ella se separaba unos centímetros de su pecho. Se quedaron mirando unos segundos que al chico le parecieron eternos.

Ella colocó su mano en la mejilla del chico y él respondió con una pequeña sonrisa. Una de sus manos paso a estar en su cintura, y acercándose más, casi rozando sus labios, susurro:

— ¿Qué me estás haciendo, ángel?

Y la besó. 

 

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Stranger Love ¹  //Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora