Neil estaba reunido con sus cómplices, seguro de sus acciones les decía — ¡Esta es la idea! Lo más importante es separar a las chicas, para eso nos servirán Joseph y Charles. — Pero ¿Cómo? ¡Ellas no querrán ir con nosotros a Ningún lado! No sabemos si sospechan que estamos coludidos con ustedes — Replicaba Charles — Eso es algo que averiguaremos en ese momento, nos las tendremos que ingeniar para separarlas, ¡Posiblemente utilizaremos un poco de fuerza! — ¿Estás loco? ¡En la isla hay demasiada seguridad y más en esa zona turística VIP! — Lo sé mi querido Charles, pero ¡Todo lo tengo calculado! ¡Ustedes sólo tienen que seguir las instrucciones al pie de la letra! — ¿Por qué en lugar de usar la fuerza, no usamos algo más sutil? — Intervino Joseph — ¿Cómo qué? — Cuestionó Jake — ¡Un somnífero! — ¡Perfecto! — Dijo el moreno, que prosiguió explicando claramente uno a uno los puntos del plan. De momento recibió una llamada de la recepcionista del centro turístico, que le informaba que las jóvenes estaban preparando una fiesta. Neil se quedó pensativo y de momento dijo — ¡Chicos! ¡Esto es pan comido! ¡Nuestras queridas amigas están organizando una party! Y ¡Nosotros estaremos ahí! ¡Todo será magnifico! ¡Pónganse guapos! Ahora me voy, tengo que indagar cuándo y a qué hora será el gran evento.
Los cinco caballeros esperaban con ansias el arribo de George, quien les traería los resultados de las investigaciones. Albert no se había podido comunicar con Michell, quién durante ese tiempo andaba pensativa, la emoción por el nacimiento de su único sobrino había pasado a segundo término, había algo que su sexto sentido le decía, aunque no quería desconfiar de su marido, era muy extraño, que no se hubiera comunicado con ella, más aún llamaba su atención que George no supiera o no haya querido decirle, dónde se encontraba su esposo. Su madre la observaba en silencio, hasta que no pudo más y le dijo — ¡Querida! ¡Te he notado demasiado pensativa! ¿Hay algún problema? — ¡No, madre! ¡¿Cómo crees?! — ¡Hija! Sabes que te conozco demasiado bien, ¡Es en relación con Albert! ¿Verdad? — Michell bajo la cabeza y contó a su madre lo sucedido, — ¡Ya decía yo, que algo te pasaba! Tal vez pensarás que soy muy vieja, pero recuerda que, ¡Más sabe el diablo por viejo, que por diablo! No desconfío de tú esposo, pero sí de las mujeres ¡Él es joven, guapo y rico! ¡Toda una presa para las desvergonzadas! ¡Tú lugar es a su lado! Sé que estás aquí por el nacimiento del bebé, pero creo que deberías ir a ver qué pasa, o tal vez indagar — ¿Indagar? — ¡Sí! Con la hermana y las amigas, ¿Por qué no les llamas? Puede ser que ellas sepan algo — ¡Tienes razón, madre! ¡Eso haré! — Michell llamó de inmediato a Candy.
Las chicas se encontraban inmersas en cientos de preparativos para llevar a cabo el escarmiento, que pensaban darle a Neil y sus secuaces, al cual habían llamado "Operativo al desnudo". El ex guarda espaldas de Karen les aconsejó hacer algo definitivo, algo que les diera a entender a esos bribones, que en su vida se volvieran a acercar a ellas, algo que debía ser drástico, pero no radical, es decir, un escarmiento simple, donde la violencia no sería el objetivo principal, sólo se utilizaría en caso de ser necesario. Era conocido por todos, que, al enterarse de la fiesta, los tipejos buscarían la forma de entrar y precisamente ahí los estarían esperando ellas. El festín prometía diversión, pero era algo arriesgado, porque involucraría contratar un show solo para mujeres, situación que, de llegar a oídos de sus prometidos podría acarrearles problemas, pero todas reconocieron, que los chicos al enterarse del motivo de sus acciones, reirían con ellas cuando se los contaran.
Molly junto con Patty ultimaban detalles con el gerente del centro turístico, dado que decidieron hacer la fiesta en la alberca central. El evento era por todo lo alto, contrataron máquinas para generar espuma, humo; luces y sonido, así como un escenario para la representación de los espectáculos. Se colocó una lona blanca que tenía cámaras escondidas; esa zona del centro quedaría permanecería en penumbra para que destacaran las luces y los finos candelabros con velas, mismos que, también, contaban con cámaras ocultas. El gerente sabía de todo, menos de las cámaras. De todo eso se encargó Luiggilo, el guarda espaldas, que junto con su equipo acondicionaba todas las cuestiones técnicas y que, una vez iniciado el "Operativo al desnudo" se disfrazarían unos de meseros y otros de invitados, para tener todo vigilado, para evitar que las jóvenes corrieran algún riesgo.
Karen se encargó de contratar el servicio de los mejores strippers de la ciudad, además de algunos modelos para que engalanaran el lugar, de las chicas, se ocupó Luiggilo. La mayoría de los invitados serían desconocidos, pero eso era lo de menos, lo importante era poner la carnada para que las pirañas fueran a comer. A Candy le tocaron los arreglos florales y las bebidas, obvio todas debían ser exóticas para disimular el sabor de ciertos medicamentos. El bullicio por todo el lugar evitó que la rubia escuchara su celular, fue Karen la que le gritó — ¡Candy, suena tu móvil! — ¡Gracias, voy! — ¡Hola! — ¡¿Candy?! — ¡Michell! ¡Que gusto! ¿Ya nació tu sobrino? — ¡No, aún, no! ¡Esta a uno o dos días de ver la luz! — ¡Que hermoso! — ¡Sí, todos estamos muy contentos y ansiosos! — ¡Me alegra! — ¿Ustedes cómo la están pasando! — A Karen le intrigó con quién estaba hablando su amiga, dado que no tenían noticias de sus novios, con un silbido les llamó a las otras dos, haciendo señas para que se acercarán; cuando estuvieron junto a la rubia, trataban de escuchar, Candy les indicó moviendo sus labios que era Michell. Las tres gritaron ¡Hola, Mich! — ¡Se ve que la pasan divertidas! — Dijo la esposa de Albert — ¡Sí! ¡Aquí están mandándote saludos! — ¡Oye! Te quiero preguntar ¿Si sabes algo de los vacacionistas? Sucede que le marqué a Bert y ¡Me contestó una mujer! He tratado de localizarlo, pero nada, me dijo que perdió su móvil y compró otro, pero en ese, igual la misma mujer me tomó la llamada, intrigada le pregunté, quién era, pero... — ¡No te preocupes, Mich! Lo último que supimos de ellos fue que los robaron y obvio sus celulares se fueron entre todo lo que les hurtaron. — ¡Ohh! Pero ¿Cómo te explicas, que en los dos números haya contestado la misma mujer? — Candy se quedó callada por un momento, razonando lo que decía su cuñada, tratando armar una respuesta comentó — ¡Puede ser una coincidencia! — ¡No sé, Candy! ¡Siento que algo sucede! — Karen intrigada le arrebató el celular a su amiga — ¡Soy Karen, Mich! — ¡No me digas, que sientes, que algo extraño pasa con tu esposo! — ¿Por qué lo dices tan segura? — ¡Porque nosotras también intuimos que algo pasa! Los chicos están actuando raro, pero no queremos deciles nada, porque son sus vacaciones, ¡Cuando regresen nos contarán! — ¿Tú crees? — ¡Claro! ¡Estate tranquila! — ¡No, sé! ¡Estoy pensando en ir a buscarlo! — ¡No! ¿Para qué? ¡No tiene caso!, si nosotras nos enteramos de algo te llamamos. — ¡Está bien, seguiré tu consejo! ¿Qué hacen? ¡Se escucha mucho bullicio! — ¡Ah! ¡Estamos preparando una fiesta! mañana nos despedimos de Hawái, iremos a Miami los días que nos faltan de vacaciones, ¡Estás cordialmente invitada! — ¡Gracias! Pero prefiero quedarme al nacimiento de mi sobrino — ¡Como quieras, pero sabes que siempre serás bienvenida! — ¡Lo sé! ¡Despídeme de las chicas! Nos estamos hablando.
Cuando terminó la llamada, las cuatro se miraron, no querían hablar, pero con lo comentado por Michell reafirmaban sus sospechas, ¡Algo estaba pasando con sus prometidos! — ¡Tenemos que hacer algo! — Dijo Patty — ¿De qué hablas? — Cuestionó Molly — ¡Pues de nuestros novios! — ¡No! ¡Primero lo primero! Y esto es llevar a cabo el "Operativo al desnudo" — ¡Ya después decidiremos lo que haremos! — Intervino Candy — ¡No lo podemos dejar todo está listo! Yo creo que hoy tendremos noticias de ellos, ¡Así que no hay de qué preocuparse! — Dijo Molly — La chica de gafas, al igual que sus amigas estaba inquieta, pero no lo comentaban. Quiso dejar de pensar, así que se abocó a lo que tenía pendiente.
En Nueva York, Lily hablaba con el mayordomo de los Ardlay — ¡Madame! ¡Usted me disculpará, pero no la conozco! ¡No sé en qué momento llegaron! Los señores no me avisaron de su llegada, tengo que llamarlos para preguntarles — ¡A ver, señor...! — Antón, madame, me llamo Antón — ¡Antón! Albert le informará en cuanto regrese de vacaciones, ¡No querrá perder su trabajo por interrumpirlo en su periodo vacacional! O ¿Sí? — Pero señora, prácticamente han invadido la mansión, ¡Esto no puede ser! ¡Mi deber es preguntar por lo menos al señor George! — Lily, que era observada por sus cómplices, respondió — ¡Seré yo misma, quien hable con George! ¡Le diré que le llame para que esté tranquilo! ¡No interrumpiré el descanso de mí ángel de ojos celeste por una tontería! — El hombre desconcertado dudaba de lo que le indicaba esa extraña, sin embargo, le inquietaba más la presencia de Annie Britter, conocía la historia, sabía a la perfección, que esa chica fue excluida del círculo de los Ardlay — ¡Esperaré el día de hoy la llamada del señor George! ¡Sí no lo hace lo haré yo! Con su permiso — ¡Todavía no he dicho que se puede retirar! — Exclamó Lily — Ordene a las cocineras que nos preparen la comida y las mucamas que suban a ordenar nuestras pertenencias. — ¡Le repito, señora! Solo recibo indicaciones de los Ardlay — Dijo el hombre dándose la vuelta para retirarse — ¡Obedezca — Gritó Lily — ¡Antón! — Intervino Annie — ¡Es verdad, fue Albert, quien nos dijo que nos instaláramos aquí! — ¡De verdad! — Apoyó Luisa — ¡Lo haré, sólo por hoy! — Refutó el mayordomo ya molesto retirándose del salón.
—¡Habrase visto, semejante actitud de un sirviente! — Reparó Lily — ¡Debes entenderlo! El tipo tiene razón, no sabe quienes somos, ¡Tenemos suerte de que no haya llamado a la policía! — Dijo Luisa — ¡No lo hará! Sabe que a los millonarios no les gustan los escándalos — ¡A todo esto! ¿Qué harás con el tal George! ¡No sabemos quién es! — ¡Es la mano derecha de Albert Ardlay! ¡Él lleva todo el consorcio cuando su jefe no está! — Intervino Annie — ¡Esto se nos puede salir de las manos! — Comentó Susana — ¡No, lo tengo todo controlado! — Contestó Lily — En la agenda viene su número, ¡En el momento preciso le llamaré! — Al decir esto el móvil de la mujer timbró — ¡Elisa! Pero, ¿Dónde te has metido? — ¡Estoy en Nueva York ordenando unas cuestiones personales! — ¿Cuándo piensas venir? — ¡Lo siento, querida! Por el momento, me es imposible, no obstante, cuando hayas definido lo que harán, me avisas, para ver si puedo unirme a ustedes. — ¡Sabes, que el trabajo es de todas! — ¡Sí! Pero en serio, no puedo, tengo pendientes asuntos familiares, pero ¡Te aseguro, que estoy con ustedes en cuanto ya tengas el plan! — ¡Por ahora tenemos un pequeño problemita! — ¿Qué pasa? — Tenemos que hablar con un tal George y no sé todavía ¿Cómo? — Lily explicó lo acontecido con el mayordomo, ante ello Elisa respondió — ¡En eso te puedo ayudar! — ¿Qué harás? — ¡Tú déjamelo a mí! — Concluyó la pelirroja dando por terminada la llamada.
Los cinco hombres estaban en la habitación de Terrence, que más bien parecía el bunker, donde se acordaba los asuntos importantes. El castaño, se había cansado de esperar, recostado en la cama con los brazos en su nuca miraba al techo. Archie veía una y otra vez las imágenes de su novia, Anthony buscaba distraerse con un libro, mientras que Albert y Stear jugaban ajedrez. Cuando tocaron a la puerta todos, menos Terry se levantaron, fue Albert quien abrió. El siempre serio George entró saludando a todos — ¡Albert, señoritos! — ¡Ya no, nos digas así, George! — Dijo Stear sobándose la nuca — ¡Anda George!, ¿Qué noticias nos tienes? — Se apresuró Archibald a preguntar — El castaño se sentó al borde de la cama, impaciente al igual que sus amigos, tenía sentimientos encontrados, quería enterarse, pero a la vez pensaba que el eficiente hombre no diría nada bueno.
Los seis hombres se acomodaron en la sala, Anthony se dirigió al bar a servirse un trago, Terry al verlo le dijo — ¡Dame uno a mí, por favor! — ¡Creo que deberá servir uno para todos ustedes, señorito! — Medió Villers — El chico, asintió y una vez que contaron con su respectiva copa, Albert apresuró a su mano derecha a hablar — ¡Nos tienes preocupados! ¡Ya dinos el resultado de lo que investigaste! — ¡Señores! Se investigaron los números telefónicos de las damas en cuestión, como bien saben uno corresponde a Annie Britter, los restantes a Lily Preston, Susana Marlow, Luisa Bacon y... — ¿Y? — Dijo Terrence — A Elisa Leagan... — Los comentarios no se hicieron esperar — ¡Lo sabía! ¡Esa pelirroja se me hacía conocida! — Aventuró el inglés — ¡No puede ser! Su apariencia es totalmente opuesta — Exclamó Anthony — ¡Con razón, nunca se dejó ver el rostro! — Declaró Albert — ¡¿Y yo estuve entre sus senoooooos?! ¡Nooooooo! — Gritaba el menor de los Cornwell — ¡Hermano estás salado! — Dijo Stear — Las miradas de todos se cruzaron, no daban crédito al cambio tan radical de Elisa.
Eso no es todo, se investigó a la señora Lily, es una mujer soltera, que ha sido despedida de varios lugares por su comportamiento, digamos que su actuar es ligero, busca un buen partido que le cumpla el sueño de ser la esposa de un hombre importante, ¡Vaya una trepadora! — La señorita Luisa, se ha separado de sus padres, mismos que desde su bancarrota no se han podido recuperar; Susana Marlow no ha vuelto a tener papeles importantes en la actuación; de la señorita Annie, desde que sus padres la castigaron alejándola de su familia, ha buscado trabajo en diferentes lugares, sin embargo, su falta de estudios no le permite ubicarse en un lugar específico, es por ello que entró a trabajar a un centro comercial, donde laboran todas, incluyendo a la señorita Elisa. — Pero ¿Qué dices? ¡¿Elisa trabajando?! — Comentó Anthony — Así es, al parecer lleva una doble vida, haciéndose pasar por una joven de clase humilde. Lo peor de todo es que el grupo de mujeres en su afán por encontrar al hombre de sus sueños, se involucran con diferentes caballeros para estafarlos al ver que no son lo que esperaban. — ¡Nos estás diciendo, que prácticamente se dedican a la... — ¡Ni lo digas, Archie! — Ordenó el magnate — ¡Entendámonos! — Intervino por fin Terrence — ¿¡Lo que buscan en nosotros es estafarnos?! O ¿Qué nos casemos con ellas? — ¡Santo Dios! — Exclamó Stear hincándose para santiguarse — Pues creo que sí — Respondió George, al respecto, si me permiten mi opinión, esas damiselas no se contentarán con una estafa, tal vez se encuentren fraguando alguna trampa para obtener lo que quieren.
Todavía no asimilaban lo que decía George, cuando de nuevo habló — Otro punto es que los vídeos y fotografías son originales, es decir, no son fotomontajes, el señorito Leagan está en Hawái, junto con su amigo Jake, se hospedan en el mismo centro turístico que sus prometidas. El investigador que fue a la isla comenta que Neil tiene otros dos hombres, que no se instalaron en el mismo centro, están en otro hotel, aunque los están vigilando, considero que pueden tramar alguna triquiñuela para perjudicar a las damas. Es por ello que mi recomendación es mantener la calma, por el momento las jóvenes están seguras, ya que me tomé la libertad de contratar guardias, que vestidos de civil están al pendiente de ellas. — ¡Demonios! — Exclamó Terry — ¡Con todo y seguridad, Neil ha traspasado todos los límites! ¡No me quedaré esperando a qué le haga algo a Candy! — ¡Cálmese, señor Grandchester! — Le conminó Villers — Falta más información. — ¡Suéltalo ya! — Vociferó Archie — Michell me llamó porque no ha podido localizarte — Dijo mirando a Albert — Me comentó que llamó al nuevo celular y que le contestó una mujer, yo no dije nada, sólo le dije que te localizaría para que te pusieras en contacto con ella, no sé si quedó convencida. — ¡Todo esto parece una historia surrealista! — Volvió a decir Terrence — ¡Elisa con una doble vida, una chica trastornada con Archie, dos locas con ambición desmedida y una Susana obsesionada conmigo! ¡Para colmo cuatro barbajanes asechando a las chicas! — Al parecer las jóvenes no lo toman así, están preparando una súper fiesta para mañana en la noche — ¡Bueno, por lo menos! — Comentó Stear — George carraspeo y con voz baja anunció — Contrataron al mejor grupo de strippers de la ciudad y por lo que han informado los investigadores, promete más que baile el espectáculo — ¡No! Pero ¿Qué se piensan! — Clamó Anthony — ¡Mi Patty, no haría eso! — ¡Molly no es de esos gustos! — Pero ¡Karen, sí! — ¡Chicos, chicos! — Trataba de calmarlos Albert, sin embargo, los comentarios no paraban hasta que Terrence gritó — ¡Cállense! ¡Tenemos que pensar, entender, lo que sucede! — El silencio fue lo único que quedó.
La posibilidad de una infidelidad por parte de sus prometidas no estaba a discusión, no obstante, la contratación de un espectáculo para mujeres, no era algo que dejara a los caballeros tranquilos. Ninguno aceptaba que sus chicas estuvieran al borde de una tentación similar, el ambiente esta impregnado de testosterona, de macho en celo queriendo marcar su territorio. — ¡Eso no se vale! — Exclamó Stear — ¡Nosotros nunca planeamos algo que tuviera que ver con ese tipo de diversión! ¡Lo que pasó con las damas de las Vegas, no lo provocamos! — ¡Claro que sí, Stear! — Apuntó Terry — ¡Tú y Anthony fueron los que iniciaron todo! — ¡¿Anthony?! ¡¿Tú?! — ¿Yo qué? — ¿Recuerdas si tuviste algo que ver con Elisa? — Esa pregunta en el rubio menor semejaba a una fuerte campanada en su cabeza. — ¡La verdad! ¡No recuerdo nada! — ¡Basta! ¡Para qué pensar en eso! Por el momento, tenemos las respuestas que necesitábamos para actuar — Intervino Albert — ¡Chicos! ¿Les gustaría por una vez ser strippers? — Cuestionó el inglés — ¿A qué viene ahora esa pregunta, arrogante? — ¡A que es momento de que les demos una sorpresa a nuestras queridas novias! ¡Preparen su equipaje, por la mañana saldremos a Hawái! — Una sonrisa traviesa se mostró en los rostros de los jóvenes, incluso en la de Albert, quien acompañaría a sus sobrinos y amigo en esa travesura que pensaban hacer, en su interior se alegraba de que Michell, no estuviera con las chicas, de lo contrario, le tocaría aprender una sexy coreografía.
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
Lo que pasó en las Vegas...
FanfictionUn grupo de amigos deciden hacer un último viaje como solteros antes de comenzar una nueva vida de casados, su destino para tal propósito "las Vegas..." Su intención principal es poder disfrutar disfrutar de los juegos, alcohol y camaradería, pensa...