¡Sorpresa! | Lisoo

Capítulo 4: Rosé

Chaeyoung, la novia de Jennie, nunca fue de las que se fijaban en los límites. Entonces, cuando entró en la casa de los Kim una mañana, subió las escaleras y fue directamente a la habitación de Jisoo sin llamar.

Esperaba encontrar a Jisoo dormida en la cama, pero no esperaba que Lisa estuviera durmiendo a su lado.

—¡Lo sabía!— Ella gritó.

Jisoo y Lisa se despertaron rápidamente escondiendo sus cuerpos desnudos debajo de las sábanas de Jisoo y miraron a la más alta con ojos somnolientos pero muy abiertos.

—¿Está todo bien allí arriba?— Chaeyoung escuchó a Kim Yejin, la matriarca de la casa, gritar escaleras arriba.

—Todo está bien señora Kim. ¡Pensé que Jisoo había robado mi lápiz labial y tenía razón!— La pelicorto gritó escaleras abajo con una sonrisa. Chaeyoung cerró la puerta del dormitorio de Jisoo y se volvió hacia las dos en la cama y comenzó a reírse. —¡Sabía que ustedes dos estaban saliendo! ¿Cómo no me dijiste Kim?

—¿Cómo supiste?—, preguntó Jisoo mientras envolvía una manta alrededor de su cuerpo desnudo y se levantaba para tomar su bata.

—Porque ustedes dos siempre se miran como si fueran comida. Y saben que puedo reconocer una mirada de pasión hacia la comida. En serio chicas, tienen tanta suerte de que Jennie no se dé cuenta— Chaeyoung tomó un par de jeans y se los arrojó a Lisa quien ya se encontraba con un corpiño deportivo y una camiseta a medio vestir. Se dio la vuelta y miró hacia la puerta para darles un poco de privacidad mientras se cambiaban. —¿Cuánto tiempo han estado juntas?

—Nueve meses—, dijo Lisa.

Chaeyoung estaba sinceramente sorprendida de que las dos lograran mantener este secreto escondido durante tanto tiempo. —¿Cómo se las arreglaron para ocultárselo a todos?

—Bueno, por lo general íbamos a citas a lugares lejanos, y siempre teníamos excusas que usábamos en caso de que nos vieran juntas en público— Jisoo respondió: —Puedes darte la vuelta ahora.

—Estoy impresionada.... ¡Y enojada! ¡¿Cómo no me lo dijiste?! Si querías que la relación sea un secreto, está bien. ¡Pero deberías habérmelo dicho!

—Honestamente, pensamos que ibas a ser tú quien se enteraría primero. Nos sorprendió mucho que no lo hicieras—, refutó Lisa divertida.

—¿Quién se enteró primero?

—Nayeon.

—Bueno, Nayeon es la única otra persona que conozco que puede sentir la tensión sexual casi tan bien como yo— Chaeyoung dijo mientras se sentaba y comenzaba a revisar los cajones de Jisoo. —¿Alguien más sabe?

—Jihyo, su novia y algunos de los amigos de Lisa.

Chaeyoung dejó de revisar las cosas de Jisoo y miró a la pareja en estado de shock. —¿Mina lo descubrió antes que yo?

—Te lo dije—, dijo Lisa, —nos sorprendió que no te enteraras antes.

—Chae, por favor no le digas a Jennie, con una hermana que lo sepa es suficiente— Jisoo pidió y miró sus pies mientras hablaba.

—No se lo diré. Pero deberías. Claramente quieres dejar de ocultar este secreto y contárselo a todos.

—¿Qué quieres decir?

—Bueno, ¿por qué si no dormirían juntas en la casa de tus padres, donde ellos duermen al final del pasillo? Y tus hermanitos Yuna y Hayul duermen a ambos lados de tu habitación. Seguro que debes querer dejar de ocultar la verdad a todos si estás siendo tan descuidada. Quiero decir, ¿qué habrías hecho si tu madre hubiera entrado en tu habitación esta mañana en mi lugar?

Jisoo se quedó sin palabras. Chaeyoung podía decir por la expresión de su rostro que no sabía cómo responder.

—No te preocupes Kim, tu secreto está a salvo conmigo. Además, las he estado apoyando a ustedes dos durante mucho tiempo.

—¿Mucho tiempo?—, preguntó Lisa.

—Sí. Se los dije, soy la mejor detectando la tensión sexual. Durante años he estado esperando que ambas actúen de acuerdo a la tensión que mantenían. Me sorprende que haya tardado tanto. De todos modos, toda la familia Kim, incluidas Jennie y tu hermana Seulgi, están desayunando abajo. Entonces, Lisa, ¿cómo vas a escabullirte escaleras abajo sin que te noten?

Lalisa se congeló. Sus ojos se agrandaron y no se movió. Jisoo movió su mano frente a su rostro y esperó a que respondiera, pero no lo hizo.

—Te traeré algo de comida, mi amor— Jisoo besó su mejilla, agarró el brazo de Chaeyoung y las dos corrieron escaleras abajo a la cocina para comer mientras la alta de flequillo maldecía para sus adentros la familia numerosa de su novia.

Veinte minutos después, Chaeyoung observó a Jisoo subiendo las escaleras con un plato de comida para dárselo a la tailandesa escondida en su habitación.