Los días volvieron a pasar, pero esta vez de forma rápida. Era el día de la tan esperada boda de la doctora Maximoff y la CFO Belova, todos los invitados confirmaron su asistencia, por lo tanto, se sentían más nerviosas y ansiosas. El día anterior tuvieron que dormir en diferentes lugares, Yelena se quedó con Natasha y Wanda se quedó con Kate en su antiguo departamento, ambas querían seguir la tradición de no ver a la novia un día antes y así fue. Las CEO tuvieron que estar también separadas, querían estar con sus respectivas hermanas antes de que dieran el sí. Las damas de honor estaban junto a Yelena mirando con atención e ilusión como la iban maquillando hasta ponerse el vestido. Mientras que los caballeros de honor estaban en una habitación aparte esperando a la pelinegra, la única que estaba presente en la habitación donde la estaban vistiendo era su hermana menor que sonreía a más no poder tomando algunas fotografías, Kate luce como toda una princesa, pensaba con orgullo tratando de que sus lágrimas no salieran de sus ojos o si no su maquillaje se arruinaría y haría llorar a su hermana mayor que ya estaba sumamente sensible.
- Estás luciendo verdaderamente preciosa, Kate - le dijo con amor mirándola a través del espejo. La doctora de la familia soltó un sollozo y la castaña negó varias veces tratando de impedir que así fuera - No llores, Kate. Se correrá tu maquillaje - le dio un rápido beso en su hombro y la pelinegra asintió inhalando y exhalando fuerte para que el maquillista terminara su trabajo.
Después de unas cuántas horas ambas estaban listas para dirigirse al rancho en las respectivas limosinas. Se encontraban nerviosas, este era su día completamente especial. Wanda suspiraba imaginando que entre unos meses será Natasha y ella las que estén en la misma situación. Miraba a su hermana con tanto amor, era la mejor hermana del mundo para ella, cómplice de tantas cosas y fue su pañuelo de lágrimas en todos los momentos que la necesitó, estuvo ahí para ella cuando entró en esa horrible depresión que casi la llevó a acabar con su propia vida, frunció sus labios mirando hacia la ventana, no quería llorar, quería sonreír en todo el día, porque la felicidad que sentía por ver a su hermana cumplir uno a uno de sus sueños lo era todo para ella. La noche anterior había escrito el pequeño discurso que diría en el brindis, no le tomó mucho tiempo hacerlo, pero si en poder resumirlo, porque era bastante extenso y, por supuesto, la pelirroja estaba haciendo el suyo para su hermana de corazón.
Miró su hora y se dio cuenta que llegaron exactamente veinte minutos antes de que comenzara la ceremonia, ya habían unos cuántos invitados. Los chicos y ella ayudaron a Kate con su vestido, para que no se ensuciara ya que la cola del mismo era más o menos larga. Observó al interior que detenimiento, el lugar tenía una bella decoración en color vino con finos detalles en planteado, los arreglos florales estaban impecables, matizando sin problemas los colores, al igual que el quiosco que estaba en el centro.
Los vestidos de las damas eran color vino con detalles en gris claro y los caballeros de honor vestían trajes color gris claro con corbata vino al igual que su chaleco junto con el pañuelo. En el otro salón las mesas con diversos bocadillos, fuentes de chocolate y catering service alistando el banquete, las mesas estaban listas con sus implementos para su respectivo uso, todo estaba perfecto y hermoso. Sus padres estaban hablando con la señora Belova, una señora bastante mayor, pero alegre y simpática. A penas voltearon a ver a su hija mayor abrieron sus bocas impresionados de como se veía.
- Mi amor, estás como una princesa de hermosa. Te amo, hija - fue Derek quién habló primero, sus ojos estaban llenos de lágrimas como los de su esposa. Patricia le sonreía a Kate tomando su mano dándole un apretón con amor.
- Gracias, papá. También te amo - su voz estaba haciéndose entrecortada. Eleanor estaba sin habla, pero se acercó a abrazarla con todo el amor materno que tenía, la meció entre sus brazos susurrándole unas cuántas palabras al oído haciéndola casi llorar. La señorita Maximoff veía la escena con unas cuántas lágrimas de felicidad corriendo por sus mejillas. Su padre se acercó a ella y la abrazó dándole un sentido beso en su cabello - Mi otra princesa luce hermosa. Te amo. mi pequeña - se separó un poco de ella emocionado, sus dos hijas estaban a punto de formar sus familias.
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Cuestion de amor | Wandanat
FanfictionWanda Maximoff con esfuerzo y todo lo que aprendió de la señorita Grant, ganó dos Pulitzer, dejando en alto su apellido. Ahora es dueña y CEO de Maximoff Magazine, importante revista que llegó a ser igual o más que CATCO. Sin embargo, no todo lo que...