Cuestion de amor | Wandanat

Capitulo 12

El mes de marzo recién iniciaba y era sinónimo del lanzamiento de la revista Maximoff Magazine con la prometida portada de la atractiva científica y CEO Natasha Romanoff. La señorita Maximoff le había regalado el primer ejemplar para que la tuviera el honor de poder ser la primera en todo. Ese mismo día que la recibió quedó maravillada con la escritura de Wanda, luego se la prestó a su mejor amiga para que la leyera, causando el mismo efecto, también había quedado muy contenta por lo que leyó, corcondando con la castaña, es hora de que el mundo conozca a su mejor amiga que, no merecía seguir siendo solo la sombra de James Romanoff. Después eso la mandó a enmarcar para que luciera en su penthouse de forma orgullosa.

Aquel día de la pequeña escena de impulsiva, Natasha no le reclamó nada, sentía que no debía pedirle explicaciones a la Castaña, ella tenía sus razones por las que lo hizo. Por lo demás, siguieron sin mayores problemas, porque la modelo se había ido, tampoco se hizo incómodo el ambiente ni mucho menos dejaron de hablar, es más, ese día la señorita Maximoff aprovechó para hacerle la entrevista y ella aceptó gustosa. También en medio de la sesión fotográfica de la señorita Romanoff, no dejaron de reír por la torpeza de la misma al modelar, la causante de eso era Wanda, que la hacía reír en medio de sus poses. Sin embargo, al final todo resultó muy bien. Tony supo plasmar bien su belleza, sensualidad y la profundidad de sus ojos.

Ahora estaba en Romanoff Corp, poniéndose al día con su trabajo. No había vuelto a ver a la Castaña hacía una semana, quería darle y darse su propio espacio, porque no se sacaba de su mente cuando la castaña la llamó amor, aunque fuera por medio de un ataque repentino de celos, esa palabra es muy sentida para la ojiverde, además, ni siquiera Yelena sabía de ese pequeño suceso, se lo guardó para sí misma al igual que muchos. Sin embargo, sí hablaban por mensajes, solo le ponía la excusa de que tenía mucho trabajo, aunque no era mentira, tampoco quería que la señorita Maximoff pensara que se fue solo por interés que se había acercado a ella. Por supuesto que no, nada de eso era cierto y es que cada vez sentía que ese amor iba creciendo más, iba sufriendo porque no sabía cómo decírselo, tenía miedo de que se alejara y eso sí que no lo podría soportar.

— ¡Hey mujer de la ciencia! — la saludó Yelena con burla por el título que le había puesto Wanda, entrando a su oficina. La Pelirroja solo la miró a los ojos con una sonrisa casi nula jugando con su lapicero — Uy, ¿y esa cara larga? — le preguntó algo preocupada Yelena sentándose frente a ella. Natasha negó solamente — Mhmm, ¿tiene algo que ver con tu familia? — le preguntó alzando la ceja su mejor amiga cruzando sus brazos. La ojiverde solo frunció el ceño negando nuevamente.

— No es nada de eso, Yel. Bueno, al menos por ahora mi familia no sabe de la portada — Yelena asintió mirándola fijo, la veía cabizbaja. Curiosamente su casi cuñada estaba igual les hacía falta salir y estar juntas — Es solo que... — bajó la mirada buscando las palabras para decirle, pero su mejor amiga se le adelantó para decirse sobre la castaña, tal vez así reaccione, pensó mientras veía que no iba a decir algo más.

— Kate me contó que Wanda está extrañada de que no quieras salir con ella — Natasha la miró fijamente tragando un poco al imaginar a la Castaña triste por su culpa. La señorita Belova acariciaba su labio viéndola — Nat, ¿hay algo que no me has dicho? — le preguntó sin rodeos analizando sus movimientos. Natasha suspiró asintiendo, no vale la pena seguir ocultándole las cosas a Yelena, pensó acomodándose en su silla con la intensión de hablar.

— Muchas cosas en realidad. Pero la que más puedo resaltar fue el mes anterior. Wanda hizo una pequeña escena de celos con una modelo que intentó acercarse a mi en forma coqueta — dijo suavemente viendo cómo su amiga abría los ojos ampliamente al igual que su boca — Dijo que yo era su novia y me llamó amor frente a todos. Yel, tú sabes que a mí las modelos no me interesan — Yelena asintió sin dejar el gesto de sus ojos, ¿con que sí Maximoff?, pensó viendo a Natasha sonreír como tonta por lo que le dijo.