Capitulo 7

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La tormenta siguió avanzando sin pena ni gloria, no daba señales de querer detenerse. Y la noticia de que estaban atrapados en el Aeropuerto de National City, ya tenía a los Miedos de Comunión al tanto. Wanda frunció su ceño viéndolas, todavía no había conseguido señal para llamar a su familia que esperaba tener noticias suyas.

La noche había empezado a caer. El aeropuerto empezó a funcionar con la energía de reserva, sin embargo, ya habían sido informados que no iba a durar más de un día. Natasha y Wandase habían alejado de la multitud en la tarde, aprovechando que todas las personas estaban concentradas en una sola área para ir a comprar unas cuántas provisiones para sobrevivir. Compraron una tienda de campaña para colocarlar en un lugar alejado, querían tener privacidad para comer, hablar y dormir.

Media hora después de terminar las compras, pudieron evitar las peleas entre las personas por hacer sus compras. La señorita Romanoff iba a aprovechar la oportunidad, por más terrible que fuera, para conocer un poco más a la Castaña ojiazul, que no había parado de abrazarla en la primera hora de estar atrapadas.

Se comenzaron a tomar las cosas con calma a la segunda hora, nada les iba a pasar si estaban juntas protegiéndose la espalda de cualquiera que quisiera pasarse de listo. Caminaron hasta el lugar que ellas consideraron como "privado". La armaron antes de servirse su comida provisional, se sentían como scouts pero en lugar de una montaña un aeropuerto, qué gran equipo hacemos, pensó Wanda con una sonrisa al ver a Natasha tan concentrada acomodando la tienda.

— Hey — llamó a la CEO Maximoff con suavidad, haciendo que la volviera a ver — Así está bien, ¿verdad? — soltó una pequeña risa jamás creyó estar en esa instancia. Acampar en un aeropuerto iba a quedar como anécdota para sus sobrinos, hijos y quizá nietos. Wanda entendió la risa de Natasha soltando una también — Es ridículo, ¿cierto? — le sonrió ampliamente para observar el interior de la tienda.

— Bastante — siguió riendo Wanda a la vez que negaba. La pequeña de los Romanoff se quedó mirándola unos segundos fijo, para retratar sus pequeños gestos en su memoria — Pero tenemos dónde dormir. Porque te imaginas, estar dormidas en una incómoda silla y despertar con alguien mirándote fijo — a Wanda se le erizó el vello con tan solo pensarlo. Y le enseñó a Natasha que soltó una carcajada.

— Admito que sería espantoso. Pero algo me dice que ves muchas películas de suspenso — Wanda encogió sus hombros asintiendo. Haciendo que Natasha riera más — Eres única, Wanda Maximoff — La ojiazul le sonrió ampliamente poniendo sus manos alrededor de su rostro para hacerle ojitos de inocencia fingida.

Comenzaron a compartir un silencio muy cómodo, preparándose la cena improvisada que constaba de: pollo asado, ensalada ya lista, unas papas tostadas y un refresco natural. Estaban sentadas afuera de su tienda, sentadas como indias para no ensuciar el interior de la misma, ¿quién iba a decirlo? Wanda Maximoff y yo vamos a compartir cama, pensó de forma irónica pero divertida. Luego recordó que no habían vuelto a buscar señal para que la CEO Maximoff se comunicara con su familia, a nadie le importa si estoy bien, tal vez a Yel, pero de ahí a nadie más, pensó mientras bajaba la mirada, que no pasó desapercibida por Wanda.

— Estaba pensando, en que deberías intentar volver a comunicarte — terminó de desmenuzar su pollo con los dedos, sentía un poco de vergúenza si comía como si estuviera entre una amiga, porque aún no tenían ese título, estaban en camino a él.

Wanda asintió regalándole una pequeña sonrisa. Para sacar su móvil, abrió sus ojos ampliamente al ver que había un poco de señal. No perdió tiempo para marcarle a hermana mayor.

— ¿Wanda? ¡Gracias a Dios estás bien! Estás en altavoz, acá está papá, mamá y los chicos, estamos preocupados por ti — Wanda sonrió al escuchar que estaban todos ahí por ella.

Cuestion de amor | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora