Capitulo 29

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Ahora se encontraban cuidando a la pequeña ya no tan pequeña Jane, recientemente cumplió los catorce años de edad, sí, estaba casi entrando en su etapa de adolescente. La estaban cuidando porque hasta hace unos días las chicas pudieron irse a su luna de miel, todo porque el trabajo de la pelinegra estaba siendo un poco complicado los últimos meses, pero pudieron irse a Italia. A su sobrina no le molestaba pasar con sus tías, más bien le encantaba, ambas siempre sabían qué hacer para que no se aburriera o la buscaban a la secundaria y la llevaban a comer lo que quisiera.

- ¿Dónde están mis chicas favoritas? - dijo una Wanda alegre entrando al penthouse con una pequeña caja de chocolates y un ramo de flores. Natasha estaba en la encimera ayudando a la pequeña Maximoff - Belova a terminar un proyecto de biología y con una sonrisa se fue a recibirla con un beso pequeño y un abrazo. Jane sonreía feliz de verlas tan contentas como sus madres lo estaban - Aquí está mi bella prometida. Estas flores tan hermosas son para ti - soltó una pequeña risa al sentir como la pelirroja le había dado una pequeña mordida en su cuello y le dio con cuidado el ramo de flores acariciando su rostro con suavidad como si este se fuera a romper. Natasha enamorada de cada uno de sus detalles le sonrió con amor tomó el ramo con una mano y con la otra le limpió su labial que quedó un poco esparcido en los labios de su bella castaña - Hola pequeña. Esto es para ti - se alejó con amor de Natasha para acercarse a su sobrina y darle un sentido beso en su cabello, esta abrazó a su tía por la cintura y tomó la caja.

- Gracias, tía Wanda, los necesito para subir mi energía al límite. Este proyecto fue un dolor de cabeza, gracias a Dios tengo a la tía Nat - suspiró abriendo la caja, ambas soltaron una carcajada. Jane estaba siendo el vivo retrato de una Yelena Belova de la misma edad. Tomó un chocolate y les ofreció uno y estas sonriendo alegres tomaron uno.

- ¿Cómo te fue amor con las susodichas? - le dijo con un tono un tanto molesto yéndose a la cocina para echarle un vistazo al refrigerador para ver qué podía preparar de cena. Seguía sin soportarle la idea de las modelos y escuchó cuando la castaña soltó una pequeña carcajada. Wanda colgó su chaqueta en el perchero y se acercó a ella abrazándola por la cintura entre pequeñas risas - No te rías, Maximoff, sabes que no me termina de agradar las susodichas esas - le comentó aun con molestia, pero sin subir su voz, no eran de pelear a gritos, eso era una gran ventaja para cuando fueran mamás. La señorita Maximoff suspiró recargando su rostro en el hombro de su amor.

- Lo sé, amor, pero no me rio de eso, si no de que te ves muy tierna cuando te enojas por eso - le dio beso en su hombro para separarse con cuidado. La CEO Romanoff se relajó ante aquel contacto y se giró para encontrarse con una sonrisa amplia en su prometida, esta le tomó ambas manos y se las acarició - Sabes que mantengo mi distancia. Tony es el encargado de todo, yo solo voy a mirar como va todo y luego me voy - le dijo con mucha dulzura, de esas que podrían derretir a cualquiera. Natasha suspiró asintiendo, estaba más que embelesada por la mujer de su vida, sabía que tenía razón, pero la espina siempre le quedaba - Chicas, ¿por qué no vamos a la feria?, hoy me comentó Carol que irá con Thor, ¿qué dicen? - dirigió ambas miradas a las chicas con una enorme sonrisa y para Jane fue lo mejor que le pasó en el día. El proyecto estaba prácticamente terminado, solo que Natasha era amante de la perfección, gracias a Dios, pensó Jane asintiendo con una enorme sonrisa emocionada. La señorita Romanoff suspiró resignada, ella sabía que no podía negarle nada a la ojiazul.

- Sería fantástico, tía. Gracias tía Nat, ahora iré por mi abrigo - les dijo con tranquilidad poniéndose en pie para dirigirse hacia su habitación temporal. La castaña empezó a recoger las cosas que tenían en la encimera, le gustaba no, le encantaba en esos días encontrarse a su prometida ayudando a la pequeña, le abría paso siempre a imaginar que así sería con sus hijos.

Cuestion de amor | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora