Daniela llegaba con la cabeza aturdida por no poder sacar de sus pensamientos la mirada de aquella chica, quería llegar a su departamento y acostarse junto a su perro, dormir y dejar de pensar.
Cuando esta frente a su edificio se sorprende por algunas patrullas que hay afuera de el.
No le presta atención, entra al edificio, va al elevador y marca el número de su piso.
Espera calmada a que llegue pero siente algo en su pecho, otra vez ese presentimiento de que algo malo va a pasar.
No le gustaba sentirse así.
A lo que las puertas del elevador se abren sus bolsas caen al suelo, su ojos comienzan a llenarse de lágrimas.
Que estaba pasando?.
Todos sus vecinos viendo desde sus puerta lo que pasaba en el departamento de la castaña.
Habían policías en el lugar pero algo le hizo que su corazón se acelerará.
Al parecer habían entrado a robar pero no veía a su pequeño cachorro.
Donde estaba ramón?.
Sus pies volvieron a cobrar fuerza y se acercó sin más.
- Señorita no puede pasar.- informó uno de los oficiales.
- Es mi departamento, claro que puedo.- dijo intentando entrar nuevamente.
- Aún así no puede pasar, estamos tomando pruebas, han entrado a robar a su departamento, suponemos que es eso, aunque al parecer no se llevaron nada y solo dejaron destrozado todo.- contaba.
- Y mi gordo? Donde está él?.- decía con lágrimas en sus ojos y la voz rota.
Después de preguntar por ramón un oficial salió con el pug en sus brazos.
- Estaba escondido en una de las habitaciones.- dijo el otro oficial.
El pug estaba moviendo su colita al ver que daniela estaba ahí.
Lo tomó en sus brazos y comenzó a llenarlo de besos mientras el lamia su rostro.
Las puertas del elevador volvieron abrirse, esta vez eran los Calle's quienes salían de ahí.
- Hija... mi amor.- decía una castaña mayor corriendo a abrazar a su pequeña hija.
- Apenas nos enteramos y venimos lo más pronto, estas bien ratona? Te hicieron algo?.- dijo su padre mientras comenzaba a examinarla.
-Estoy bien papá, yo recién llego, había ido por la comida de ramón y unas cosas de la casa, cuando regrese y no lo vi tuve mucho miedo.- decía en los brazos de su madre mientras ella la abrazaba y acariciaba su cabello.
- Ya chiqui, ya paso, estas bien y el también, no llores, vamos... hay que llevarte a casa.- dijo haciendo que se levantara.
Germán se encargo de dar información de lo que los policías querían mientras su esposa y su hija iban al carro.
Después las alcanzó y se fueron a casa.
...
Todos estaban en la sala de la gran casa Calle, daniela estaba sentada con el pug en sus piernas y se levantó a lo que su padre entró.
- Dani se que no te va a gustar pero he contratado seguridad para ti, es muy peligroso que andes así y con lo sucedido estaré más tranquilo con alguien cuidándote las espaldas, después de lo sucedido con María José estás en un constante peligro que aún estoy averiguando, no soportaría que algo malo te pasara, ni a ti ni a Juli, así que tendrás que aceptar esto.- habló el mayor mientras la castaña asentía.- Ah y también quería decirte algo de la empresa, se que no es el mejor momento para ti pero sabes que ella no quería que estuvieras así, necesito una mano derecha en la empresa y tu la serás, juli es doctora y ella no podría pero confío en ti y se que lo harás bien, de acuerdo?.- preguntó.
La castaña volvió a asentir y su padre se acercó para dejar un beso en la parte superior de su cabeza.
- Todo estará bien.- dijo en un abrazo.- mañana a primera hora te estaré presentando a tu seguridad, ahora ve a descansar, lo necesitas, te amo pequeña.- Terminó de decir y salió de la sala.
La nana de daniela entró después de que Germán saliera para decirle que su habitación ya estaba lista, la acompaño y la dejó para que descansara.
Daniela entró al baño para darse una ducha caliente, ojalá eso ayude a mis músculos que se relajen y pueda dormir aunque sea un poco, lo necesitaba.
Se baño, se puso pijama y se acostó al lado de ramón quien ya estaba dormido.
- No hubiera soportado perderte a ti también mi gordo.- dijo acariciando su pelaje.- Si supieras lo que me paso antes de llegar a casa.- le contó al perro que se había movido para ponerse al lado de su almohada.
Cerró los ojos y otra vez la chica del supermercado apareció en su mente.
Recuerdos llegaban y con momento lindos que había pasado con su novia se fue quedando dormida.
El sueño no le duró mucho, se fue despertando a las 7am, ya no pudo volver a dormir más.
Se levantó, se dio una ducha y se preparó pues hoy tenia que ir a la empresa tal y como su padre lo había mencionado la noche anterior.
- Que bueno que ya estas aquí.- dijo su padre levantándose del sofá.- Quiero presentarte a María José Garzón, tu nueva guardaespaldas, he leído su curriculum y es la mejor de la compañía así que estarás segura con ella.- decía el mayor.
Pero a daniela no le entraba nada pues ella era la misma chica de la noche anterior.
La misma que tenía la mirada de su novia.
No sabía porque pero aunque fueran tan diferentes tanto físicamente algo en ella se le hacía familiar.
Aun no sabía que pero lo iba a averiguar.- Daniela Calle.- dijo la castaña estirando su mano para estrecharla con la de la morena.
- Conmigo estará segura señorita Calle, velaré por su seguridad.- dijo mirándola fijamente y aceptando el saludo de la más alta mientras la castaña le regalaba una pequeña sonrisa.
Al estrecharlas una electricidad corrió por el cuerpo de ambas haciendo que miraran el contacto y soltaran sus manos inmediatamente.
Jais bitches!
Las actualizaciones de este ff serán variadas, no habrán días específicos ni horarios como tal.
Espero no desaparecer y poder acabar la historia.
Quienes creen que quieren hacerle daño a daniela? Dejen sus teorías y comenten si les está gustando.
Bueno bais y no se olviden de tomar agua ni dejar su estrellita.
Pikos en sus colas.
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Siempre te cuidaré | Caché | Terminada
Fanfiction- Porque te fuiste?.- preguntó daniela antes de quedarse dormida. - La vida es así mi amor, te prometo que pronto nos volveremos a encontrar.- dijo maria José besando la parte superior de su cabeza para luego pasar una manta por su cuerpo y lentamen...